Más de 10 días han transcurrido desde que la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General del Estado recibieron la denuncia de que, en un predio del Cañón de las Carretas en Tijuana, había una fosa con varios cuerpos enterrados.
Sólo tres cadáveres han sido localizados. Sin embargo, a pesar de las demandas extraoficiales sobre la ubicación de más restos, la búsqueda fue suspendida al tercer día.
El 14 de abril, elementos de la FESC detuvieron a un grupo de narcomenudista, y uno de ellos, en calidad de testigo, les informó que varias víctimas de homicidio estaban bajo el terreno de una casa localizada en la falda del cerro de la calle Venustiano Carranza, en el Cañón de las Carretas en Tijuana.
Ese mismo lunes, la FGE obtuvo la orden de cateo, pero no la ejecutó hasta el martes 15 de abril, suspendió la exploración de la tierra la tarde del miércoles 16. Sólo escarbaron en un único punto debajo de una loza de cemento, y ahí encontraron los tres cuerpos. Ese hecho, sin embargo, no sería suficiente para continuar excavando y localizar al resto de las víctimas que, señalaron, ahí se encontraban enterradas.
En el terreno de 80 metros cuadrados, tampoco utilizaron escáner para indagar si hay más restos ocultos entre la tierra y la maleza. En diez días, lo que ha hecho la FGE es ocultar la información, y abandonar la exploración. El 15 de abril enviaron un comunicado indicando que habían encontrado dos cadáveres, pero hasta esa información oficial ha sido imprecisa, pues en entrevistas de prensa posteriores, dijeron que fueron tres cuerpos los ahí localizados.
Desde la tarde del martes 16 de abril, la casa cateada fue abandonada. Tampoco se dejó personal para la vigilancia. Uno de los vecinos comentó a ZETA: “…estuvieron aquí hasta el miércoles; el jueves que empezó la Semana Santa ya no regresaron, y no dejaron a nadie vigilando”.
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La indiferente reacción de la FGE contrasta con los testimonios vertidos por uno de los detenidos, que les delató el ocultamiento de cuerpos en ese predio, y con denuncias extraoficiales entregadas a funcionarios de la fiscalía sobre la existencia de más cuerpos en la zona.
A pregunta expresa de ZETA, Fidel Corvera Gutiérrez, fiscal de Unidades Especiales, en la Fiscalía general del Estado (FGE) de Baja California, dijo que “después” continuarían el rastreo de restos humanos. Sin precisar fecha para continuar con la exploración, justificó: “…se paró con esa búsqueda y ya se tuvieron que hacer ciertas diligencias, pero el lugar lo dejamos custodiado. Ahorita hay personal de resguardo ahí y vamos a continuar”.
Sin embargo, una visita de reporteros y fotógrafos de ZETA en las inmediaciones del predio en el Cañón de las Carretas, confirma que la zona está abandonada, sin custodia oficial ni equipo para la exploración.
“MÁS DE 20 CUERPOS”; DENUNCIANTES ESTÁN DESAPARECIDOS
La búsqueda y exploración del predio se detuvo a pesar que dos de los detenidos e informantes de la fosa clandestina, fueron liberados por la autoridad, y ahora se encuentran en calidad de desaparecidos.
Un miembro de la Mesa por la Seguridad y la Paz de Baja California, confirmó a ZETA: “Los detenidos que hablaron (informaron) de los terrenos (y la fosa) eran dos jóvenes, uno menor de edad; los liberaron, y ya no encuentran”.
Antes de liberarlos, cuando proporcionaban información a las autoridades para llevarlos hasta el predio del Cañón de las Carretas, los detenidos explicaron que “su jefe era ‘El Guasón’, y que en esa casa ordenó y se ejecutaron las muertes” de varias personas, entre ellas:
*“Una familia de cuatro integrantes”. Los jóvenes detenidos dijeron haber atestiguado esto, cuando convivían con la célula criminal que se apropió del inmueble.
*“También mataron al ingeniero”, José Alonso Guerrero Chávez, y a su ayudante Rubén Ramírez Rojas, ambos desaparecidos el 27 de marzo de 2024.
*“Y a la muchacha que violaron”. Se refiere a Mariana, la joven en calidad de desaparecida, y quien envió videos a su madre, los cuales sirvieron de evidencia para detener a una familia de pepenadores de basura: Ana Laura, su esposo Marco Antonio (apareció muerto el 22 de junio), el hijo de ambos, Bryan de 20 años, y Miguel Ángel, hermano de Antonio, por la desaparición de los ingenieros.
*“Un primo del Guasón por un pleito de terrenos”.
En total, los dos detenidos delataron que en el predio había más de 20 muertos enterrados, explicó el funcionario de la Mesa de Seguridad, y complementó: “Puede ser verdad o no; el problema es que limitaron, detuvieron la búsqueda que puede aclararlo”.
Con lo que coincidió un funcionario de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana, quien participó al inicio de la búsqueda y exploración: “Extrañamente detuvieron la búsqueda. Escarbaron en un sólo lugar, a pesar de que el perro, canino de apoyo, ladró en otro punto; y eso se informaron a la Ministerio Público, pero la coordinara del operativo repitió: ‘aquí y ya’, y se negó a ampliar la búsqueda”.
Sobre el hecho que quien denunció aparentemente dijo que había más de 20 cuerpos enterrados en siete diferentes áreas del predio, el fiscal Corvera Gutiérrez dijo: “Hasta donde yo tengo entendido, lo que me comentaron ahí las personas que lo tomaron la entrevista, no señaló tantos puntos… Dijo que había varios cuerpos, pero no especificó cuántos. Señaló otro punto, cerca del primer predio; es el lugar que estamos por agotar también”, mencionó en referencia a un segundo predio que parece un yonque, y está localizado al final de la calle Aquiles Serdán en la misma colonia, que también fue asegurado el martes 15 de abril.
De igual forma sin precisar cuándo y cómo se iniciarán las exploraciones en ese predio, o se reactivarán las del anterior, Corvera sentenció: “Probablemente también encontremos uno o dos cuerpos, pero por el momento es lo que estamos analizando”.
TRES CUERPOS EN EL PRIMER CATEO
El terreno cateado presuntamente entre el 15 y el 16 de abril en la falda del cerro del Cañón de las Carretas, mide 8 por 10 metros. Contiene dos pequeñas casas color rosa en medio, y un patio, el cual tenía una losa de cemento, justo debajo de la cual fueron localizados los restos de tres personas.
Corvera Gutiérrez informó: “Se descubrió primeramente lo que es una osamenta completa, y ya se siguió buscando en ese mismo domicilio; ahí mismo cerca del área donde se encontró esa osamenta se encontró una segunda, un segundo cuerpo que estaba en estado de putrefacción este cuerpo y mutilado: el dorso, la cabeza, por un lado, los brazos, las extremidades, se determinó que era parte del cuerpo ese que se localizó en estado de putrefacción”.
Agregó:
“Se volvió al siguiente día -16 de abril- para seguir con las búsquedas y se realizó un tercer hallazgo ahí mismo también de una osamenta… Cuando se levantó la pequeña plancha de cemento… comenzaron a salir olores fétidos”.
— ¿Pero no buscaron en ningún otro punto del terreno?
“…como ya más o menos se tenía el lugar ubicado… ahí y comenzaron a cavar. Ahí donde se tenía la presunción de que estaban los cuerpos y por eso no se ocupó el escáner”.
“Fue un perito antropólogo también, como son fragmentos de huesos, para determinar si se trataba de la misma persona; fue también personal de la Comisión Local de Búsqueda especializado nos acompañó a escarbar; y fue personal de la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas”, describió el fiscal de Unidades Especiales.
DOS TERRENOS
En la zona denunciada destaca el desorden urbano con casas amontonadas con accesos complicados, en las que los vecinos debieron ver o escuchar “algo”, pero por su seguridad decidieron permanecer callados.
Desde la avenida principal, llamada Flores Magón, se ingresa al área por la calle Vicente Guerrero, que termina justo en el punto de entrada a la Venustiano Carranza, que es una callecita corta que se abre como cuchilla. Por esta breve vialidad, los residentes acceden a través de escaleras de cemento y otras de llantas, a cientos de domicilios construidos hacia abajo, en las faldas de un cerro.
Al primero predio que la fiscalía aseguró el martes 12 de abril se entra por la calle Carranza, “por unas escaleras de llanta en las que descienden alrededor de 15 metros hasta un pasillo de tierra a mano derecha, que da a otras escaleras en las cuales se bajan como 5 metros hasta un inmueble con dos casas pintadas de color rosa, que era el punto denunciado”, detalló un investigador. Para llegar se atraviesan decenas de casas habitadas.
El segundo predio se ubica sobre la misma vialidad, aproximadamente 400 metros en dirección al sur, pero en ese rumbo cambia de nombre a Aquiles Serdán; la propiedad vigilada está localizada hasta donde topa. Es un terreno muy extenso: a la entrada un portón de metal y un pequeño cuarto de madera; parece un deshuesadero porque tienen carros desmantelados, pero un letrero indica que el inmueble no es yonque, tampoco recicladora, ni está en venta, y al final tiene un número de teléfono.
De manera extraoficial se compartió que en ese punto hubo tres detenidos, pero las autoridades se han negado a informar al respecto.
COLECTIVOS EN EL CAÑÓN DE LAS CARRETAS
Considerada una zona de alta incidencia criminal, complicada por la presencia del basurero y la topografía, en el Cañón de las Carretas “hasta el 2020, los grupos delictivos ponían retenes para evitar el acceso de patrullas y delincuentes de grupos contrarios”, y “los policías casi no entran porque saben que es balaceras seguras”, expuso un agente de inteligencia.
A pesar de los peligros, durante años ha sido una zona de búsqueda para los diversos colectivos de familias de desaparecidos.
“Ahorita nos preocupa bastante que las autoridades no nos están permitiendo saber qué es lo que se estado localizando, porque tememos nos oculten o nos malversen la información”, reclamó Paula Sandoval, presidenta del colectivo Familiares Unidos Buscando a Nuestros Desaparecidos, e integrante de la Unión de Colectivos de Baja California, ante la opacidad en operativo de búsqueda de cadáveres en fosa del Cañón de las Carretas en Tijuana.
“No quieren decir nada, por eso los presidentes de colectivos estamos analizando convocar a una rueda de prensa; ya solicitamos una reunión a puerta cerrada con fiscalía, a través de un oficio firmado por los representantes de 10 colectivos, desde el viernes -18 de abril-, y aún estamos esperando respuesta”, requirió Zaria Valeria Gordian, quien encabeza el Colectivo Armadillo Búsqueda y Rescate Tijuana.
“El miércoles 23 recibimos información anónima de que en esa fosa podrían haber más de 20 cuerpos”, agregó la buscadora, “…además, una de nuestras familias nos informó que desde el año 2020, cuando reportaron la desaparición de uno de sus miembros, les informaron que esa casa donde encontraron la fosa el 14 de abril, era uno de los lugares donde podían haberlo llevado… Ya pasaron cuatro años, pero no investigaron”.
“Desde que yo tomé posesión del colectivo hace un año, hemos realizado como cinco búsquedas en el Cañón de la Carretas. La primera vez localizamos restos, y un día después -Eddy- Carrillo (Fundación Todos Somos Erick Carrillo) localizó restos calcinados en una alcantarilla”, recordó Zaria Gordian.
“Hemos realizado búsquedas ahí porque tenemos desaparecidos de miembros de nuestro colectivo; son cinco desaparecidos: tres fueron privados de a libertad violentamente cuando estaban juntos; el cuarto fue aparte; y el quinto se lo llevaron en el 2020, pero la familia se acaba de acercar, porque esta víctima está relacionada con la casa donde acaban de encontrar la fosa. Nos dijeron que la fiscalía ya tenía conocimiento desde el año 2020, pero la FGE no hizo nada hasta ahora”.
Por su parte, Paula Sandoval explicó: “En los anónimos que a nosotros (Familiares Unidos) nos mandan, nos dicen que ahí fueron tirados los cuerpos de los tres muchachos que nosotros estamos buscando desde el 25 de febrero del 2020 en el Cañón de las Carretas; fueron privados en un departamento, entraron hombres armados y se los llevaron”.
“Hicimos las búsquedas en esa zona por denuncias anónimas que recibieron las familias, inclusive con videos donde les dicen que fueron tirados ahí los cuerpos de los tres muchachos; esos videos se le entregaron a la fiscalía”.
“Yo ya solicité la confronta de los cuerpos localizados con las tres familias que pertenecen a mi colectivo y me dicen que sí se van a hacer, que están esperando nada más la muestra de los de los cuerpos localizados, pero nos preocupa bastante el hecho de que nos los oculten”.
Ambas buscadoras señalaron estar conscientes de que el tiempo de espera para las confrontas de ADN será extenso. “Imagínese, toda la gente piensa que su desaparecido está en esa zona”.
EL GUASÓN
Consultadas las áreas de inteligencia de la Mesa de Seguridad, informaron que la actividad criminal de la célula del Guasón fue identificada en el Cañón de las Carretas el año pasado, relacionada con temas de homicidios “asesinan vendedores de droga para alinearlos, ejecutan y ocultan”.
Desconocen su nombre, tampoco tienen fotografías, pero saben que fue operador del Cártel Arellano, con quienes aún conserva relaciones. Aunque actualmente opera presuntamente con Sinaloa, y es colaborador cercano de Pedro Herrera Jelinek “El Peter”, con quien ha apoyado el ingreso a la zona de matones procedentes de Sonora -algunos detenidos-, enviado por Franklin Ernesto Huezo Hernández “El Ranchero”.
Su área de influencia delictiva se ubica al norte de Rosarito y en Santa Fe, al sur de Tijuana, pero las investigaciones de algunos homicidios han evidenciado que su grupo de sicarios opera también en el Cañón de las Carretas, en Tijuana, y Primo Tapia, en Rosarito.
Otros apodos conocidos de El Guasón son “El Comanche y “El Mani”. El matón considerado segundo al mando de este grupo fue identificado sólo con el apodo de “El Marino”. Algunos miembros de esta célula ya habían sido detenidos en flagrancia agosto del 2024 como sospechosos de homicidio, pero fueron liberados.