Entre 1 de enero y el 22 de abril de 2025, un total de 405 personas han sido reportadas como desaparecidas en Tijuana. De ellas, 65 continúan sin ser localizadas, mientras que 340 han sido encontradas, algunas ya sin vida.
En menos de una semana, los cuerpos de cinco personas reportadas como desaparecidas fueron localizados en distintas zonas de la ciudad. Todas fueron víctimas de homicidio.
Las víctimas fueron identificadas como Danna Paola Blancarte, Carlos Chávez Vargas, Eduardo Juárez, María Yesenia Ontiveros y Zamira Oliver Paredes. A algunos de ellos se les relaciona presuntamente con hechos delictivos; en sus antecedentes figuran delitos como robo, violencia familiar, despojo, homicidio, narcomenudeo y trasiego de armas.
Danna Paola y Carlos
Los cuerpos de un hombre y una mujer fueron hallados al interior de una casa de dos niveles color café, ubicada sobre la avenida Sánchez Taboada, esquina con calle Cantera de la colonia Sánchez Taboada Produtsa de Tijuana, a las 10:44 horas del miércoles 16 de abril, durante una jornada de búsqueda del Colectivo Armadillos.
Ambos cadáveres yacían en el segundo piso del domicilio envueltos, uno en una alfombra color café, atado con trozos de tela y un barrote; y a dos metros de éste, el segundo envuelto en una cobija color gris y una sábana color rojo. Junto a los cuerpos, se encontró un par de cuchillos.
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Las víctimas fueron identificadas por familiares como Danna Paola Blancarte Rendón, de 22 años, cuyo cuerpo ya fue trasladado a Sinaloa; y su pareja Carlos Chávez Vargas, de 27, quienes estaban desaparecidos desde el 11 de abril, en Tijuana.
La causa de muerte de Carlos fue “herida perforante de cráneo por proyectil de arma de fuego”; y la de Danna, “choque hipovolémico, secundario a heridas penetrantes de cráneo y perforantes de tórax por proyectil de arma de fuego”.
Vecinos de la zona mencionaron que la vivienda donde hallaron a la pareja fue invadida por ellos el 2 de marzo del presente año, cuando presuntamente Carlos, acompañado de Danna y un grupo de hombres armados, despojó del domicilio a uno de los propietarios de apellido Ibarra.
Fuentes investigadoras compartieron a ZETA que Carlos era un elemento activo en una organización criminal que opera en la colonia Sánchez Taboada, aunque aún se está investigando para cual.
De acuerdo con registros de la Fiscalía General de Baja California (FGE), Carlos tenía dos denuncias en su contra: la primera por violencia familiar (0204-2016-03992) y la segunda por incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar (0204-2018-25609). Aunque hay un tercer caso por homicidio (0204-2024-39725), en el que figura como uno de los sospechosos de haber participado en él.
Eduardo
Desde el 28 de enero de 2025, Eduardo Juárez Ventura, de 23 años, fue reportado como desaparecido tras salir de su casa, ubicada en la calle Segunda de la colonia La Ciénega de Tijuana, pero no fue sino hasta el viernes 18 de abril que su cuerpo fue encontrado en un cerro de la calle Viveros esquina con calle De las Yeguas, de la colonia Amparo Sánchez.
De nuevo, el hallazgo se realizó por parte de los Colectivos de Búsqueda de Baja California y Armadillos Tijuana durante una búsqueda conjunta realizada en el área, tras recibir información anónima sobre la ubicación del cuerpo.
El cadáver de Eduardo yacía enterrado a tres metros bajo tierra en posición sentada, encogido de piernas; vestido con una camisa de manga larga blanca Old Navy, un cinto de tela color negro con hebilla metálica, un pantalón de mezclilla color negro marca Índigo Raw y calzado tipo bota color negro talla 8.5, prendas que usaba el último día que fue visto, mismas que ayudaron, junto a sus señas particulares, a ser identificado por sus familiares, aunque el Fiscal de Unidades Especializadas, Fidel Corvera Gutiérrez, aclaró que aún se está a la espera de los resultados de ADN para confirmar que se trata de él.
Sobre los avances del caso, Corvera Gutiérrez comentó que hay algunos, aunque por la secrecía de las investigaciones no pudo dar detalles. Sin embargo, no hay detenidos.
María Yesenia y Zamira Oliver
El sábado 19 de abril, vecinos de la calle Puerto de la colonia Obrera de Tijuana, alertaron a autoridades de que de un vehículo estacionado tipo panel marca Ford línea Econoline de color blanco con placas de circulación 7CIZ277 y número de serie 1FDRE14WXXHB95433, salían olores fétidos, por lo que al lugar se trasladaron elementos de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC).
Alrededor de las 18:25 horas de la tarde, los agentes arribaron al sitio y ubicaron la panel frente al domicilio de número 109. Al inspeccionar el vehículo, en la parte posterior de éste observaron dos cuerpos de mujeres, el primero envuelto en una cobija color blanco y el segundo en una color guinda, los cuales desprendían un fuerte olor putrefacto debido a su avanzado estado de descomposición. Una de las víctimas tenía un torniquete en el cuello con alambre de púas.
Debido al estado de los cadáveres, el Fiscal de Delitos contra la Vida, Miguel Ángel Gaxiola Rodríguez, mencionó que aún se está a la espera de las pruebas de genética para confirmar que las víctimas son María Yesenia Ontiveros Gutiérrez, de 36 años; y Zamira Oliver Paredes Carranza, de 27. Sin embargo, la hija de Yesenia aseguró que ambas ya fueron identificadas por ella y familiares de Zamira, gracias a sus tatuajes y señas particulares.
María Yesenia tenía dos tatuajes, el nombre “Óscar” en la nuca y una catarina en la muñeca izquierda; mientras que Zamira tenía una cicatriz de quemadura en la espalda baja y un lunar en la mejilla izquierda, cerca de la nariz. Ambas habían sido reportadas como desaparecidas desde el pasado 10 de abril.
Según la hija de María Yesenia, ese día su madre salió de su domicilio, ubicado en la colonia Las Cruces, en compañía de su amiga Zamira Oliver, con destino hacia el Billar Titos, ubicado sobre el bulevar Fundadores, de donde salieron rumbo a una fiesta alrededor de la 13:30 horas.
Pero la última persona que las vio refirió que ambas se bajaron de un Uber cerca del Motel Los Pinos, en el bulevar Fundadores, con rumbo a “El Copeo”, ubicado sobre Avenida Revolución en la Zona Centro, siendo ésa su última ubicación.
En cuanto al móvil del crimen, Gaxiola Gutiérrez declaró a medios el 23 de abril: “Vemos en cuestión de investigación que están ligadas a un tema de posiblemente actividades ilícitas en ese sector. Aparentemente se usaban ellas mismas para poder mover tanto droga o armas en la ciudad”.
Sobre si Yesenia y Zamira tenían antecedentes, el Fiscal comentó que no, pero según información proporcionada a ZETA por fuentes de la FGE, María Yesenia figuraba como imputada en un caso de robo (0204-2024-43247), que sigue bajo investigación.