De acuerdo con información proporcionada por derechohabientes a ZETA, durante los primeros días de abril, la Clínica 1 del IMSS no contaba con servicio en 13 especialidades distintas.
Un paciente señaló que, al llegar al centro médico, observó una cartulina en las instalaciones en la que se advertía que las especialidades de endocrinología, pediatría, enfermería prenatal, nefrología, neumología, ginecología, neurología, psiquiatría, clínica de rodilla, reumatología, traumatología y dermatología no estaban disponibles.
Sin embargo, el doctor Allan Guillermo Hernández Aguilar, director de la clínica, comentó que todos los servicios están disponibles, “pero los médicos que brindan la atención están saturados”.
Gustavo Loaiza, paciente en tratamiento desde hace años por problemas renales, expresó que le asignaron una cita de abril para el 13 de julio en nefrología, es decir, dentro de tres meses. Además, en las últimas consultas tuvo que esperar entre una y tres horas después del horario programado para ser atendido.
Gustavo vive en el fraccionamiento Delicias y tarda aproximadamente una hora en trasladarse al Hospital General Regional No. 1; no obstante, y pese a que directamente le indicaron solicitar estudios de laboratorio, ese día el servicio no estaba disponible.
“A veces se pasan, a veces muy fácil, muy bien, pero en este caso tengo que volver para sacar la cita del laboratorio porque no hay servicio ahorita”, agregó.
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De acuerdo con la explicación proporcionada en el módulo de información de la unidad médica, los servicios se cierran porque la agenda se llena. El cupo, antes de saturarse, depende de la cantidad de médicos disponibles, y si estos se encuentran de vacaciones, con licencia o en incapacidad. Por turno, cada médico puede consultar únicamente entre 20 y 30 pacientes.
Según el personal de la clínica, si la agenda se llena de abril a agosto y permanece abierta, las citas se programarían hasta septiembre. Una vez cerrada, se atiende a la cantidad de pacientes en lista y, al liberarse espacio, la agenda vuelve a abrirse para procurar la proximidad de las consultas.
“Por eso cierran la agenda, porque si no, se sigue llenando, y si usted viene en mayo la van a mandar hasta septiembre, octubre o noviembre. Esperan a que se desature y luego se vuelve a abrir”, explicó personal de la unidad.
Mientras tanto, los servicios no están disponibles de manera general y, en caso de ser requeridos, los pacientes sólo pueden acceder a ellos si se trata de una urgencia. En tal situación, un urgenciólogo solicita una interconsulta, y el especialista la concede para determinar si habrá seguimiento.
“Me dijeron, ya vamos a dar consulta todos los días, porque no nos damos abasto”, indicó una derechohabiente que cuestionaba la programación de su cita en domingo. En su caso, se traslada desde Tecate, por lo que la indisponibilidad intermitente de los servicios le afecta más, especialmente cuando debe regresar sin fecha fija, sólo para agendar su siguiente consulta.