La vida de dos niños y tres niñas ha sido el saldo que han cobrado presuntos casos de violencia familiar en Tijuana, en lo que va de 2025. Todas las víctimas eran menores de seis años. Por estos crímenes, algunas de sus madres y padrastros ya se encuentran en prisión.
Alison, de dos años, fue la primera víctima, el pasado 10 de enero. Aquel viernes, fue llevada a recibir atención médica por su madre, Alondra N., de 19 años, y su padrastro, Alejandro N., de 31; sin embargo, ya se encontraba sin vida.
La pareja argumentó que la niña había sufrido una caída, pero tras el análisis de los médicos, se determinó que presentaba fracturas en las cervicales, así como múltiples signos de violencia: le faltaban algunas uñas de las manos y los pies, tenía lesiones por abuso sexual y un traumatismo craneoencefálico. Tras las investigaciones, se reveló que la menor fue víctima de tortura y abuso sexual. La pareja ya se encuentra en prisión.
Posteriormente, se sumó el homicidio de una recién nacida. Según el testimonio de Adriana, de 26 años, madre de la menor, el 16 de noviembre de 2024, al momento de nacer, la bebé fue cortada al intentar romper el cordón umbilical mientras se encontraba bañándose. El cadáver de la infante fue envuelto en una bolsa de plástico y guardado en un congelador, donde permaneció durante tres meses. Fue hasta el 17 de febrero que abandonó el cuerpo en la colonia Libertad. Ante el remordimiento, la mujer se entregó a las autoridades.
El pasado 2 de marzo, un menor de cinco años falleció en las instalaciones de la Cruz Roja a causa de múltiples lesiones provocadas por golpes contusos en el área abdominal y genital, crimen que se le adjudica a su madre, Alicia N., de 25 años, y su padrastro, Erick N., de 31 años, quienes ya están detenidos. Los golpes que presentaba el menor ya contaban con varios días de antigüedad. Cabe resaltar que, ante el dolor, el propio infante buscaba medicamentos para mitigarlo, consumiendo paracetamol.
La madrugada del 7 de abril cobró la vida de dos bebés en hechos distintos. A escasas horas de comenzar el día, arribaron dos bebés gemelas al Hospital General de la Zona Este junto a su madre, Cecilia N., de 32 años, y su padrastro, Jorge Armando N., de 42 años.
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Según el médico encargado del área de urgencias, ambas menores presentaban múltiples lesiones, incluyendo golpes en el rostro, cráneo y otras partes del cuerpo. Sin embargo, una de ellas ya no presentaba signos vitales. Al presentar la menor fallecida el síndrome del niño maltratado, la pareja fue detenida.
Simultáneamente, fue trasladado al Hospital General de Tijuana un menor de 1 año y 8 meses, procedente del Hospital General de Rosarito, donde había estado internado desde el 30 de marzo por intoxicación por metanfetaminas (cristal); allí perdió la vida. El menor fue llevado inicialmente por un hombre que dijo ser su padre, identificado como Brayan Israel. Cabe destacar que el cuerpo no presentaba huellas de violencia. Por este hecho, no se reportaron personas detenidas.
“Son pocos los casos, pero habiendo tres, cuatro, son muchísimos, porque no deben pasar ese tipo de acciones. Porque al final de cuentas todo eso se deriva dentro del núcleo familiar. Si hay gente que da cuenta que hay una violencia hacia un menor, que inmediatamente lo denuncie, para poder nosotros actuar”, exhortó el fiscal especializado en Delitos Contra la Vida, Miguel Ángel Gaxiola Rodríguez.