El funcionario federal sinaloense Julio Antonio Berdegué Sacristán, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), anunció, el 15 de abril de 2025, que la institución a su cargo negociaría con autoridades de Estados Unidos para que no aplicara el arancel del 20.91 por ciento sobre jitomates mexicanos.
Durante la conferencia de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el titular de la SADER explicó que no se trataba de un conflicto del Gobierno de México, sino una disputa entre el Departamento de Comercio de EE. UU. (DOC, por sus siglas en inglés), con productores mexicanos.
Sin embargo, el funcionario federal sinaloense apuntó que se buscaría que la medida no entrara en vigor el 14 de julio de 2025. El objetivo, según dijo, era que se mantuviera la suspensión negociada desde hacía tres décadas y que se ratificó por última vez en 2019.
“Quedan 90 días, ya lo hicieron en el 2019, igualito que ahorita, muy parecido y ahí se negoció, se platicó, se negoció, México se defendió, dio sus argumentos y se llegó al acuerdo que estaba vigente hasta ahorita”, detalló Berdegué Sacristán.
“Lo que va a pasar, probablemente, es que va a suceder exactamente lo mismo, vamos a empezar a conversar, a dialogar, como siempre ha dicho la Presidenta, buscamos el diálogo y vamos a ver en qué termina esto”, señaló el titular de la SADER.
El funcionario federal expuso que la disputa fue iniciada por productores de Florida desde 1996, cuando denunciaron un antidumping, es decir, una supuesta competencia desleal en la venta más barata de jitomate mexicano en Estados Unidos. No obstante, afirmó que eso no era cierto, ya que la tarifa no se había aplicado, porque regularmente se llegaba a un acuerdo.
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“Desde el año 1996, las exportaciones mexicanas de este producto a Estados Unidos, han estado reguladas por un acuerdo que se llama ‘Acuerdo de suspensión de una investigación antidumping’; los productores de Florida de jitomate, nos han acusado, en nuestra opinión, sin razón, de que los productores mexicanos venden sus tomates en Estados Unidos por debajo de los costos, lo cual no es cierto, pero llevan décadas en esa historia”, enfatizó Berdegué Sacristán.
“Entonces hay este acuerdo de suspensión del dumping desde esos años, a lo largo de estos casi 30 años se han firmado cinco acuerdos para ir suspendiendo esta investigación. Eso lo han dicho desde hace décadas, a nuestro juicio nunca ha sido comprobado ni puede ser”, afirmó el titular de la SADER.
El funcionario federal comentó que si Estados Unidos aplicaba el impuesto a jitomates mexicanos, la consecuencia sería que sus ciudadanos pagarían más por el producto para hacer sus ensaladas y kétchup.
“Es importante decir que el 90 por ciento de los tomates que Estados Unidos importa de cualquier lugar del mundo, son tomates mexicanos, jitomates, 90 por ciento, y seis de cada 10 tomates que ellos comen son hechos en México, seis de cada 10”, expresó Berdegué Sacristán.
“¿Cuál va a ser la consecuencia de esto, si es que se lleva a cabo, porque todavía faltan 90 días? Pues que sus tomates van a ser más caros, les van a salir más caras sus ensaladas, su kétchup y todo, claro”, insistió el titular de la SADER.
“No nos pueden sustituir, porque no es que allá un montón de otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates a un precio muy conveniente, que lo quieren hacer, pues simplemente van a pagar 21 por ciento más caro sus tomates”, enfatizó el funcionario federal.
Por su parte, Sheinbaum Pardo dijo que la notificación, emitida el 14 de abril de 2025, no fue a su Administración, sino a una firma de abogados que representaba a los productores de mexicanos en Estados Unidos y señaló que eso estuvo mal.
El lunes 14 de abril de 2025, el Departamento de Comercio de Estados Unidos informó oficialmente que los tomates frescos importados desde México enfrentarían aranceles antidumping del 20.91 por ciento, como resultado de su decisión de retirarse del Acuerdo de Suspensión, firmado el 20 de agosto de 2019.
Según lo reportó el medio digital estadounidense Bloomberg, la justificación era que el acuerdo vigente ya no garantizaba una protección efectiva para los productores de Estados Unidos.
“En este momento, el Departamento de Comercio está notificando a todas las partes interesadas su intención de ejercer la opción contemplada en la Sección XI.B del Acuerdo de 2019 que Suspende la Investigación Antidumping sobre los Tomates Frescos provenientes de México [Acuerdo de 2019]”, se leía en el memorándum, citado por el semanario Proceso, firmado por Steven Presing, subsecretario adjunto interino de Política y Negociaciones de Cumplimiento y Control Comercial, así como de Sally C. Gannon, directora de Acuerdos Bilaterales en la Oficina de Políticas de Cumplimiento y Control Comercial.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció, el 14 de abril de 2025, que a la mayoría de los tomates importados desde México les serían impuestos aranceles del 20.91 por ciento desde el 14 de julio del mismo año, tras retirarse de un acuerdo que, según afirmó, no protegió a los productores de EE. UU.
“Esta medida permitirá a los productores estadounidenses de tomates competir de forma justa en el mercado”, declaró la institución gubernamental en un comunicado, citado por la agencia británica Reuters, documento que no aparecía en la página web del DOC o en sus cuentas de las diversas redes sociales, ni en las de su titular Howard Lutnick.
“La Secretaría de Economía [SE] de México [cuyo titular es Marcelo Luis Ebrard Casaubón], encargada de las negociaciones comerciales del País, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios”, agregó el citado medio británico.
Los Gobiernos de México y Estados Unidos firmaron el 19 de septiembre de 2019, en Washington D.C., un nuevo Acuerdo de Suspensión Antidumping del Tomate, mismo que regiría las exportaciones mexicanas de esta hortaliza a partir de su entrada en vigor, que sería un día después y hasta 2024.