Vecinos de Otay Universidad denuncian derrame de aguas negras sin atención por dos meses

Durante dos meses, las aguas residuales del drenaje se han desbordado de las alcantarillas en la colonia Otay Universidad, ocasionando estragos en las viviendas. Este lunes 24 de marzo, los vecinos denunciaron la falta de mantenimiento por parte de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), a la que han solicitado apoyo sin éxito.

Alcantarillas que parecen “jacuzzis”, sótanos inundados y baches donde los autos se quedan atascados son algunas de las afectaciones derivadas de la falta de mantenimiento en la Avenida Universidad, según compartió Judith Flores Carrillo.

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Desde el inicio, el problema ha sido reportado a la paraestatal, cuya respuesta ha sido la espera de 48 horas para que acuda una unidad. Sin embargo, el tiempo ya se ha extendido a dos meses.

“Yo no permito que se llene mi registro. Cada 10 días gasto alrededor de 2 mil pesos para que vengan a limpiar, porque estoy compartiendo el drenaje con los vecinos. Como es negocio, digo, ellos no tienen la culpa, pero es mucho movimiento”, comentó.

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Por su parte, Luz Huerta señaló que, tras dos meses de reportes, una unidad de la CESPT acudió a su hogar. Sin embargo, al destapar la alcantarilla, indicaron que regresarían después de la temporada de lluvias con equipo especializado, lo cual no ha sucedido en dos semanas.

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“Llevamos ya aproximadamente dos meses, tal vez más, con este problema. Empezó a oler muy feo dentro de la casa porque no podemos ni abrir las ventanas debido al olor de la alcantarilla de afuera. Vinieron los de la CESPT, rompieron la tapa y revisaron”, explicó.

Agregó: “Pedimos, con el derecho que tenemos como usuarios responsables de la CESPT, que vengan a arreglar esto. No podemos ni salir a cerrar la puerta. Sacamos el carro y tenemos que pisar las aguas negras, lo que representa un foco de infección para quienes vivimos aquí”.

Dora Alicia Peralta, quien ha residido en el fraccionamiento por alrededor de 30 años, comentó que este problema data de hace aproximadamente 15 años y ha resurgido en los últimos meses.

“Mi vecina y yo hemos tenido problemas porque sus aguas se pasan a un sótano que yo tengo. Las raíces de las palmeras se meten a las tuberías y también pueden estar contribuyendo a lo que está sucediendo con las aguas negras”, expresó.

Ante esta situación, los vecinos se han organizado para exigir la pronta resolución del problema por parte de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana, pues con la llegada del calor, el olor de las aguas negras se convierte en una peste que afecta su salud.