Al menos 144 personas muertas y más de 730 heridas, fue el saldo de un terremoto magnitud 7.7 grados Richter, cuyo epicentro fue a 16 kilómetros al noroeste de Sagaing, Myanmar, pero que también afectó a Tailandia, China y a otras zonas del sureste asiático.
En Myanmar se produjo una fuerte réplica de magnitud 6,4, mientras que en Bangkok, el terremoto causó el derrumbe de edificios. Al menos tres personas murieron en la capital de dicho país, y las autoridades trabajaban para liberar a 81 personas que se creía que estaban atrapadas bajo los escombros de un edificio de gran altura en construcción.
La electricidad e internet estaban fuera de servicio en varias partes de Myanmar, después del fuerte terremoto, incluyendo las ciudades de Mandalay y Sagaing, según dijo la Cruz Roja, quien señaló en una publicación en redes sociales, en donde también señaló importantes afectaciones en Mandalay, Sagaing, Naypyitaw, Bago y el sur de Shan.
Por su parte, la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) instó a la junta militar que gobierna Myanmar, a permitir el acceso de la ayuda humanitaria a todas las zonas afectadas por el devastador terremoto.
“Este terremoto no podría llegar en peor momento para Myanmar. Más de tres millones de personas siguen desplazadas internamente a causa del conflicto armado que asola el país desde el golpe militar de 2021”, según un comunicado de Joe Freeman, investigador sobre Myanmar de Amnistía Internacional.
“El centro de Myanmar, que se cree que es el epicentro del terremoto, ha sido asolado por ataques aéreos militares y enfrentamientos entre grupos de la resistencia y el Ejército de Myanmar, que lleva mucho tiempo negando la ayuda a las zonas donde actúan los grupos que se le resisten. Debe permitir inmediatamente el acceso sin obstáculos a todas las organizaciones humanitarias y eliminar las barreras administrativas que retrasan la evaluación de las necesidades”, añadió Freeman.
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“En un país donde el Ejército prohibió muchos medios de comunicación y el acceso a internet está restringido, es posible que no tengamos una imagen clara de la magnitud de los daños y las pérdidas durante algún tiempo […] Que parezca haber más imágenes e información procedentes de Tailandia que del epicentro en Myanmar es un sorprendente recordatorio del aplastamiento de la libertad de prensa por parte de los militares desde el golpe de 2021”, enfatizó el investigador de AI.
La situación en Tailandia está “empezando a calmarse” y la gente puede volver con seguridad a sus casas, expresó Paetongtarn Shinawatra, el primer ministro de ese país, después de que el terremoto en la vecina Myanmar derribara un edificio, cerrara escuelas y creara una “zona de emergencia” en Bangkok, la capital tailandesa.
“Ya es seguro para todos volver a sus alojamientos […] Los edificios con problemas son los que están en construcción, donde tanto la integridad estructural como la estabilidad de los muros son motivo de preocupación”, declaró el primer ministro de Tailandia, en un comunicado.
Según aseguró Shinawatra, se habían sentido unas 12 réplicas desde el terremoto, pero no había riesgo de tsunami, porque el sismo se produjo lo suficientemente lejos tierra adentro.
“Queremos asegurar a la población que las réplicas no supondrán una amenaza significativa. Los residentes de edificios altos que sufrieron daños menores pueden volver a sus residencias sin peligro”, declaró el primer ministro tailandés.
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