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jueves, marzo 6, 2025
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Qué pasaría si…

“México sí está gobernado por cárteles, ya sean del narcotráfico o de la política, o de la narcopolítica. No es sólo una afrenta de un Presidente de los Estados Unidos, es una realidad, que, en las condiciones de amenazas internacionales e incrementos a los aranceles que enfrenta la Presidenta Claudia Sheinbaum, podría ella cambiar a fuerza de combatirlos y hacer, en su administración, que prevalezca el Estado de Derecho”.

No es una pregunta capciosa, tampoco con tirria, pero…. ¿Qué pasaría si la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, como lo hizo el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump el 22 de enero de 2025, les declarara la guerra a los cárteles de la droga en México? O, si, por ejemplo, decidiera combatir la corrupción al 100 por ciento en las estructuras del Gobierno mexicano en cualquiera de sus tres órdenes.

Seguramente, lo primero sería un entendimiento del Presidente del vecino país de estar en la misma sintonía, más allá de extraditar a 29 cartuchos quemados (salvo Rafael Caro Quintero, a quien los Estados Unidos desde 1985 ha querido tener en sus manos para castigarlo por el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena), o mandar 10 mil inexpertos y corruptibles Guardias Nacionales a “cuidar” la frontera norte de México para que no se trafique droga, o internen personas sin documentación para ello, hacia los Estados Unidos.

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Lo segundo, sería concretar el Estado de Derecho en México: investigar los delitos, procurar la justicia y administrar la justicia. Que todos aquellos responsables por los más de 200 mil ejecutados durante el periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador, los más de tres mil mensuales en la presente administración, los cobradores de piso a agricultores, empresarios, comerciantes, cadenas productivas, los secuestradores y los narcomenudistas, los violadores y los ladrones de autos y casas, y los defraudadores de la tierra, de los bienes, de las cuentas y los patrimonios, por mencionar algunos, fuesen investigados, detenidos, procesados, y sentenciados.

Lo tercero, quizá sería el combate real a los cárteles de la droga. Perseguir a sus integrantes, detener a los capos, al “Mencho” el padrino del cantante Natanael Cano, quien le dedica conciertos masivos, a los representantes del “Chapo” y del “Mayo” en el cártel de Sinaloa, a los del cártel del Golfo, a la Unión, al cártel Jalisco Nueva Generación, al cártel del Noroeste, al de Juárez, a los que quedan de los Zetas y de los Arellano Félix y del cártel de Juárez, a los Guerreros Unidos, a la Familia Michoacana y a las remanencias de los Beltrán Leyva, del Golfo, de los Caballeros Templarios, al cártel de Caborca, al que se está instalando en Querétaro, en Ojos Negros, al que delinque en Colima, en Guadalajara, en Tamaulipas, en Sonora, en la ciudad de Acapulco o en la de Obregón.

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Y quizá también, una guerra verdadera contra los cárteles significaría el combate a sus estructuras financieras, el congelamiento de cuentas bancarias, el aseguramiento de las empresas utilizadas para el lavado de dinero, a la cancelación de las rutas del trasiego de la droga, donde participan guardias nacionales, casetas de cuota, aduaneros, policías municipales, estatales, marinos en las costas, militares en las sierras y caminos agrestes, investigadores científicos que supervisan por aire, tierra o subterráneos.

De repente esa declaratoria también implicaría un combate real y estricto a la corrupción. Empezando por las policías municipales, le va de ejemplo la Policía Municipal de Tecate, Baja California, corporación que el 7 de enero de 2025 fue en su totalidad relevada de sus funciones por la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado para practicarles exámenes de control, evaluación y confianza, y durante 15 días ese municipio lo operó en materia preventiva, la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana, y de repente… toda la incidencia delictiva se fue a la baja. Es decir, mientras la municipal estuvo fuera de funciones, bajaron los delitos de robo, de extorsión, los incendios intencionados, los asesinatos, las desapariciones y los enfrentamientos. Al final de la jornada evaluativa más del 50 por ciento de los policías municipales no aprobaron los exámenes de control.

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Pero el caso no es exclusivo de la policía municipal de Tecate, como tampoco implica que todos los elementos estén coludidos con el narcotráfico y el crimen organizado, sucede en la mayoría de los municipios y en todos los estados, precisamente por ello, por la infiltración del narco en las corporaciones policiacas fue que se crearon esos exámenes que deberían aplicarse de manera frecuente y regular, pero que esto no se hace por intereses ajenos al Estado Mexicano.

Las estructuras de gobiernos, de cualquier orden, municipal, estatal o federal, que, como en Sinaloa, y de acuerdo a la versión dada por válida por el Gobierno de la República y la FGR, aceptan ser convocados a reuniones con narcotraficantes notorios y harto perseguidos (en otros países) como Ismael Zambada García. O secretarios de Estado que omiten el cumplimiento de sus funciones como servidores públicos, pero sí gozan de los beneficios de ser parte premium del Gabinete como viajes en aviones privados, en clases premier (adjudicándose las millas que prácticamente son rendimiento de inversión gubernamental), se pasean en camionetas, como dicen, “de modelos recientes”, con escoltas y sin ser tocados o vistos por la sociedad, que acumulan propiedades como días laborales para ser dignos de abultados aguinaldos y cuotas de retiro, y que una vez que llegaron al cargo se sacaron la lotería.

La corrupción en México no ha sido ni es combatida, como tampoco los cárteles han sido combatidos, enfrentados o presionados operativa y legalmente para desarticularlos, sea en su estructura de producción de drogas, de tráfico y trasiego de las mismas, o de venta al mayoreo o al narcomenudeo.

México sí está gobernado por cárteles, ya sean del narcotráfico o de la política, o de la narcopolítica. No es sólo una afrenta de un Presidente de los Estados Unidos, es una realidad, que, en las condiciones de amenazas internacionales e incrementos a los aranceles que enfrenta la Presidenta Claudia Sheinbaum, podría ella cambiar a fuerza de combatirlos y hacer, en su administración, que prevalezca el Estado de Derecho. Podría ser… pero al momento la historia sigue siendo penosamente la misma.

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Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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