“Una de las tareas pendientes del Siglo XXI -esto yo creo que lo sabemos, no sólo en el caso de Marta Palau, sino en otros-, es reescribir la historia”, expresó a ZETA Imma Prieto, directora del Museu Tàpies y co-comisaria de la exposición de Palau en Barcelona
Con el objetivo de reivindicar y visibilizar las “prácticas y artistas que quedaron fuera de los discursos dominantes y hegemónicos” en el Siglo XX, el Museu Tàpies incluyó en su calendario de exposiciones de 2025 a la artista catalana nacionalizada mexicana Marta Palau, quien radicó entre Tijuana y Ciudad de México, ciudades en las que creó su obra, además de dejar huella profunda entre la comunidad artística.
En coproducción con el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Museu Tàpies inauguró la individual “Mis Caminos son Terrestres” (título de la exposición de la artista en el Palacio de Bellas Artes en 1985) el jueves 27 de febrero, cuya muestra también se expondrá en el MUAC a partir del 8 de noviembre.

“El Museu Tàpies presenta por primera vez una gran retrospectiva de la artista Marta Palau”, emitió la institución catalana; de hecho, advirtió que se trata de “la primera gran muestra de esta artista a escala internacional después de su fallecimiento”.
Cabe recordar que Marta Palau i Bosch nació el 17 de julio de 1934 en Albesa, Lleida, España; falleció el 22 de agosto de 2022 en Ciudad de México. A la edad de 6 años, llegó a México con su familia en 1940, como refugiada de la Guerra Civil Española; desde principios de la década de los 60 se estableció en Tijuana, donde actualmente radica parte de su familia.
Entre otros reconocimientos, Palau fue merecedora del Premio de Instalación “Bastones de Mando” en la II Bienal de La Habana (1986) y del Premio Burgerpreis por la instalación “Altar de Naualli” en la V Trienal de Fellbach de Alemania (1992). Además, fue miembro en tres ocasiones del Sistema Nacional de Creadores de Arte (1993, 1997, 2003). Expuso en tres ocasiones en el Palacio de Bellas Artes (1974, 1985 y 2012) y obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010 en el Campo de Bellas Artes.
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En Baja California, a través del Centro Cultural Tijuana (CECUT), fundó y dirigió el Salón Internacional de Estandartes, nombre con el que se llevó a cabo de 1996 a 1998, y a partir del año 2000 se convirtió en Bienal Internacional de Estandartes que se celebró hasta 2014.
“Palau podría ser heredera, sin saberlo, de ciertas manifestaciones surrealistas cercanas al pensamiento mágico, como las de la artista y escritora Leonora Carrington o las de otra artista catalana, Remedios Varo, ambas residentes en México. También tendría paralelismos con el trabajo de algunas de sus contemporáneas, como el de la cubana Ana Mendieta, tal como le sugiere una de sus amigas al percatarse de las semejanzas entre ambas”, de acuerdo con Imma Prieto, directora del Museu Tàpies y co-comisaria de la exposición junto con Amanda de la Garza, subdirectora artística del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
EL DESCUBRIMIENTO
En entrevista para ZETA, Imma Prieto contó cómo se concretó la exposición de Marta Palau en el Museu Tàpies. Para empezar, relató que durante el brote de COVID-19 descubrió la obra de Marta Palau, cuando aún era directora de Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma, España, entre octubre de 2019 y octubre de 2023.

“El trabajo de Marta Palau lo descubro durante la pandemia, pero no había podido viajar a México, obviamente, por causa de la pandemia, hasta después, con lo que Marta muere en el 22. Eso también es importante, porque a mí me hubiera encantado conocerla. O sea, cuando yo empiezo la investigación ella aún estaba viva”, contó a ZETA la comisaria, investigadora, escritora y crítica de arte.
“Cuando descubro el trabajo de Marta Palau, sin duda tengo claro que esta artista hay que recuperarle y presentarla en España como toca. Para llevar a cabo la investigación después de ver que su presencia es inexistente en las colecciones españolas, decido ir a Tijuana a contactar con su hija, Marta Gassol Palau, primero por teléfono. Cuando yo había cerrado el viaje para ir a Tijuana, conozco a Cuauhtémoc Medina, el curador historiador, sencillamente le escribí para decirle que iba a estar en México, que primero iba a Tijuana y que a la vuelta, de regreso, iba a ir al DF, que si quería nos viéramos. Entonces Cuauhtémoc me pregunta que a qué voy, le digo que voy a por Marta Palau, él también la pudo conocer; de hecho estamos publicando una entrevista inédita que Cuauhtémoc Medina le hizo a la artista y justo me dice que como acaba de morir, el MUAC también está interesado en hacer una exposición. Yo digo: ‘Ah, pues fenomenal, cuando vaya a la Ciudad de México pues lo hablamos’”.
Prieto también recordó que en su visita a Tijuana pudo continuar su investigación sobre la obra de Marta Palau, con la familia y herederos de la artista de origen catalán que se avecindaba en Tijuana.
“Cuando fui a Tijuana, estuve con Marta, la hija, viendo toda su obra en su estudio y las bodegas, de hecho abriendo carpetas que nunca se habían abierto. Hay mucha obra en esta exposición que nunca se había visto: pintura, dibujos, bocetos, libretas preparatorias, cosas muy bonitas para seguir ese rastro”, recordó Prieto.
De igual forma, confesó a este Semanario que la exposición originalmente fue tramada con Amanda de la Garza, quien fuera directora del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) entre 2020 y principios de 2024, y que desde el 6 de febrero de 2024 fue elegida subdirectora artística del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de España.
“Cuando voy a Ciudad de México, tuve una reunión con la que entonces era directora del Museo, Amanda de la Garza, que Cuauhtémoc Medina previamente nos había puesto en contacto. Entonces Amanda me comentó que desde el MUAC le querían hacer una exposición; le dije que yo también, en España. Y bueno, ¿y por qué no hacerla juntas?, ya que yo quería ser la curadora, pues también estaba interesada en el trabajo de Marta Palau y así surge. Decidimos hacer coproducción”.
Ahora que Amanda de la Garza es la subdirectora artística del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía e Imma Prieto directora del Museu Tàpies, ambas son curadoras de la exposición de Palau en Barcelona.
“Tatiana Cuevas, actual directora del MUAC, no tuvo ninguna duda desde el principio, lo ha apoyado muchísimo, lo sigue apoyando, ya que entiende la importancia del proyecto y el alcance internacional de la obra de Marta Palau”, complementó.
“MARTA PALAU ESTÁ FUERA DE LOS RELATOS HEGEMÓNICOS”: IMMA PRIETO
Al presentar el 28 de noviembre de 2024 su calendario de exposiciones para 2025, el Museu Tàpies anunció de la siguiente manera la exposición de Marta Palau:
“El nuevo Museu Tàpies quiere reconfigurar y redefinir algunos de los discursos de la historiografía del arte contemporáneo para crear nuevas genealogías artísticas; a la vez, generará nuevas líneas expositivas que reivindiquen y visibilicen prácticas y artistas que quedaron fuera de los discursos dominantes y hegemónicos. Con esta voluntad, presentará una gran exposición de Marta Palau que será la mayor muestra retrospectiva de esta artista a escala internacional”.

– ¿Por qué consideras que la obra de Marta Palau ha quedado fuera de los discursos hegemónicos?, preguntó ZETA a Imma Prieto, directora del Museu Tàpies y co-comisaria de la exposición de Marta Palau en Barcelona.
“Porque una de las tareas pendientes del Siglo XXI, esto yo creo que lo sabemos, no sólo en el caso de Marta Palau, sino en otros, es reescribir la historia. De lo que sí sabemos es que muchas de las historias que se han escrito en relación al Siglo XX son incompletas, sobre todo desde un discurso que apela a la mujer. Entonces, para empezar, sólo viendo las colecciones españolas de los grandes museos, la obra de Marta no está. Entonces, Marta Palau está fuera de los relatos hegemónicos, por eso me parece que es un apunte a la historia, es un ejercicio de memoria increíble incorporar su obra; de hecho yo sé que se va a aprovechar la exposición para completar muchas de las colecciones que hay en España con obra de la artista”.
– En los 60 y 70 que empezó a predominar el arte conceptual, ¿cómo podrías valorar el hecho de que Marta Palau recurre a la pintura y al dibujo en sus instalaciones?
“Yo no creo que el medio haga al arte. Yo creo que lo que importa son las ideas y los conceptos, y que cada artista utiliza un lenguaje u otro dependiendo de sus necesidades. De hecho, creo que una de las grandes herencias del Siglo XX es la liberación del artista respecto a la técnica: no hablamos de pintores, escultores; hablamos de artistas y, dependiendo del proyecto o el momento utilizan un lenguaje u otro, los pueden mezclar, puede ser escultura con dibujo, puede ser un grabado. Lo que quiero decir es que lo importante creo que realmente es el concepto, la idea que hay detrás. Más ahora que estamos en una época tan tecnológica, cuidado con las técnicas, porque si no dotamos a las obras de concepto, seremos tecnócratas, no artistas”.
Entonces puso en valor la obra de Palau: “Yo creo que Marta Palau es una artista en mayúsculas, porque ella sabe dotar de contenido a sus trabajos, luego va buscando un medio o un lenguaje u otro; sin duda fue una maestra del textil y del tapiz, porque obviamente encontró un lugar también en la idea de tejer”.
EN LA OBRA DE MARTA PALAU
En la entrevista para este Semanario, Imma Prieto contó cómo está configurada la exposición de Marta Palau en el Museu Tàpies y se refirió a algunas piezas emblemáticas de la artista tijuanense en Barcelona, de las más de 100 con la que está integrada la exhibición.

“Entre instalaciones, dibujos, pinturas, objetos, documentos, archivo y demás, son más de 100 piezas. Todo el eje de la exposición se divide en dos conceptos que son la idea de territorio y la idea de cuerpo, tanto el uno como el otro se contempla desde sus contrarios; es decir, un territorio que expulsa apelando al exilio, la migración, pero también un territorio que acoge, esto lo pienso por ejemplo en la historia personal de Marta, una España de la que se tiene que exiliar con sus padres, pero también un territorio que es México gracias al Presidente (Lázaro) Cárdenas que acoge y abre la puerta a millones de migrantes”, afirmó.
Posteriormente, la investigadora, crítica de arte y curadora interpretó la dualidad en la obra de Marta Palau: “El cuerpo es lo mismo: hay un cuerpo que recoge la herida por causas sociopolíticas, pero también es un cuerpo que da vida y es un cuerpo que cura, conceptos todos ellos presentes en la obra de Marta. O sea, la exposición se compone así, pero también en cada una de sus obras encontramos esta ambivalencia, que si queremos es Eros y Tánatos constantemente, la vida y la muerte, de un modo simultáneo. Eso es muy interesante, porque ella reconoce la muerte, el dolor, pero también esa posibilidad de génesis, de dar vida, del principio; más allá de temas que apelan a lo chamánico, a lo curativo, etcétera”.
Prieto también dejó claro que no es partidaria de las retrospectivas cronológicas:
“Como curadora nunca me han gustado los guiones cronológicos, porque creo que eso tiene poco trabajo. Creo en un artista siempre hay ritornelos, siempre hay conceptos que vuelven, y en el trabajo de Marta Palau creo que lo que mandan son las ideas, no los años, y luego va buscando diferentes formalizaciones: puede ser textil, puede ser barro, puede ser dibujo, para representar esta necesidad que ella tiene”.

Asimismo, reflexionó en torno a algunas piezas en exhibición en el Museu Tàpies:
“La idea de cuerpo como curación la tenemos en la exposición a través de la ‘Mano Poderosa’(2005); tenemos los textiles como ‘Ilerda’ (1973), que es una vagina gigante que curiosamente significa ‘Lérida’, en latín, el lugar donde ella nació; tenemos las ‘Guardianas’ (1991), por ejemplo, que son una especie de vaginas orgánicas enormes, como un elemento de la naturaleza que tiene una función de defensa, de chamana, como guardiana de la casa, casi; tenemos ‘Cascada’ (1978), que son como millones de espermas, que también es como algo muy orgánico la cascada junto con ‘Ilerda’, la fecundación absoluta, aquello que genera vida. Tenemos una pieza que se llama ‘Gestación’ (1991), que es la vida, que son como unos adobes con una hendidura en la que también apela de nuevo esta apertura vaginal. Luego tenemos otras piezas que apelan claramente al tema del cuerpo herido, como la pieza de ‘Nómadas’ (1998), más de 200 de los millones de personas que quieren cruzar la frontera para llegar a otro lugar. Tenemos piezas como ‘War Games’ (2002), donde se apela la guerra, aunque esto es más de territorio, no tanto del cuerpo”.
– Finalmente, ¿por qué es vigente la obra de Marta Palau?
“Con todo lo que está pasando con Estados Unidos, creo que Marta Palau no puede ser más vigente, porque ahora pienso en piezas como ‘Doble Muro’ (2006), donde aparece la frontera mexicana y la frontera americana, con la silueta del asesinado en medio con el petate y dices: ‘Bueno, pues es nuestra contemporaneidad’”.