Tras sufrir una agresión sexual, la estudiante del Instituto Tecnológico de Tijuana (ITT), Itzel Arcana, tuvo que abandonar la carrera de Ingeniería Electromecánica, mientras su presunto agresor continuaba sus estudios.
“Arcana sufrió violencia verbal, física y emocional dentro de la institución. El muchacho (agresor) le llegó a pegar varias veces en la escuela, pero ella habló hasta octubre del año pasado (2024)”, compartió su madre, Sandra González.
Durante ese mismo año, Arcana y su presunto agresor habían desarrollado una amistad que evolucionó a una relación. Sin embargo, esta era de carácter inestable, y, aunado a la violencia psicológica, este vínculo terminaba y se reanudaba constantemente.
Cuando la joven decidió hablar sobre las agresiones que enfrentaba, respaldada por su madre, se acercaron al Centro de Justicia para la Mujer (CEJUM), donde fueron orientadas. A pesar de ello, la denuncia se registró por el delito de violencia familiar equiparada, violencia vicaria o lo que resultara. Fue hasta el 6 de febrero cuando se acercaron directamente a la Fiscalía General del Estado (FGE) para presentar la denuncia por el delito de violación.
En seguimiento a la primera denuncia, el 29 de noviembre de 2024, según comentó González, llegaron los oficiales a la institución para entregar una orden de restricción. Pero esto no fue posible, ya que no se les permitió el ingreso.
Ante esta acción, la institución concedió una cita a la madre de Arcana para dialogar sobre el caso. Según narró la mujer, le recomendaron dar de baja temporal a su hija mientras se recuperaba, “pues no es una enfermedad”, recriminó.
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Aunque la madre solicitó otra opción, como clases en línea, ésta no fue brindada, aunado a la nula revictimización por parte de una docente, quien, según refirieron sus compañeros, hacía comentarios sobre su caso. Por lo tanto, por seguridad, su hija prefirió darse de baja.
“La escuela no hizo nada y nos enteramos de que el muchacho sigue yendo a la escuela como si nada hubiera pasado. Mi hija dejó de ir a la escuela, se puso mal. Es mi niña y siento feo que la institución no la haya apoyado”, compartió. Por ello, realizó un exhorto a las autoridades para brindar seguimiento al caso, ya que su hija tuvo que interrumpir sus estudios.
ZETA solicitó la postura de la institución universitaria ante el caso; sin embargo, respondieron que ya se está llevando a cabo el proceso legal correspondiente.
“Nosotros recibimos una denuncia a principios del mes de febrero de este año, en relación con este delito de carácter sexual. Esta carpeta actualmente se encuentra ante el juez de control, fue judicializada y estamos en espera de que se nos agende la audiencia correspondiente”, explicó Hortencia Noriega León, fiscal especializada en Delitos contra la Mujer por Razón de Género.
Señaló que las pruebas de evidencia se tomaron de manera inmediata, por lo que ahora solo esperan una fecha para la audiencia. Ante agresiones en el ámbito escolar o fuera de él, exhortó a las mujeres a acercarse a denunciar: “Desde el momento en que la Fiscalía General del Estado tiene conocimiento de cualquier conducta delictiva, en este caso de índole sexual o cualquier otro delito, se reciben las denuncias, se investigan, se integran y, en algún momento dado, se pronuncia al respecto”.