Con 417 votos a favor -de los grupos parlamentarios de Morena, Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista Mexicano (PVEM), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC)-, así como 36 sufragios en contra -del Revolucionario Institucional (PRI), el Pleno de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó, el 11 de marzo de 2025, en lo general, la reforma constitucional en materia de soberanía nacional y tráfico ilegal de armas, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo
La minuta del Senado avalada modificó los artículos 19 y 40 de la Constitución para censurar cualquier intento de intervención extranjera, imponer la pena más severa al tráfico ilegal de armas e introducir el terrorismo en el catálogo de delitos que ameritarían prisión preventiva oficiosa.
Durante la discusión, el legislador panista César Israel Damián Retes afirmó que la reforma era innecesaria porque la defensa de la soberanía nacional ya se encontraba articulada en la Constitución. En tanto que la diputada Laura Hernández García, de MC, advirtió riesgos ante la ampliación de la prisión preventiva oficiosa.
Damián Retes calificó la reforma como populismo constitucional, porque, según él, era una reacción a las acciones del presidente estadounidense Donald Trump, cuando lo que el país requería es sancionar a todos los políticos que se aliaron con el narcotráfico y que el Estado interviniera los territorios que dominaba el crimen organizado y pacificar estados como Sinaloa.
“Explíquenle a la ciudadanía por qué mandaron 10 mil guardias nacionales a nuestra frontera norte descuidando sus colonias. Explíquenles también cómo no es un sometimiento que estén deteniendo a personas migrantes en territorio nacional, todo para hacerle el trabajo sucio a Donald Trump, sin importarle los derechos”, dijo el diputado panista, para luego mostrar la imagen del “narcorrancho” localizado en Teuchitlán, Jalisco.
En tanto que Hernández García advirtió que la redacción de la reforma reducía la defensa de la soberanía al combate de ciertos delitos relacionados con el terrorismo y las armas ilícitas. Que, al contrario, tenía que partir del fortalecimiento de la seguridad interior, por lo que llamó a no intentar invisibilizar ni minimizar la crisis interna que sufría el país en seguridad, derechos humanos y desapariciones forzadas, además de la crisis forense.
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La legisladora MC criticó que las modificaciones propuestas por la titular del Poder Ejecutivo Federal continuarían ampliando el catálogo de delitos que ameritaban prisión preventiva oficiosa, aun cuando se trataba de una medida inconvencional, violatoria de los derechos humanos y de la presunción de inocencia e ineficaz, para reducir la incidencia de delitos.
Mientras que el priista César Alejandro Domínguez Domínguez advirtió que los embates de Trump, entre ellos los señalamientos de presuntos vínculos de políticos del oficialismo con el crimen organizado, no requería de una reforma constitucional, sino de acciones distintas por parte del Gobierno Federal.
El diputado del PRI afirmó que la reforma aprobada era cosmética, ociosa e innecesaria, porque, según él, buscaba seguir justificando el fracaso de la Administración encabezada por Sheinbaum Pardo, en materia de seguridad, economía y diplomacia.
Al defender la reforma, el coordinador del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal Ávila, descalificó los argumentos de los legisladores de la oposición, al calificarlos como falsos, manipulados y producto de la pobreza intelectual. Acompañado por sus compañeros de bancada, afirmó que la reforma debería ser “el debate del año”.
El político zacatecano celebró -durante una intervención que se extendió 19 minutos- que la presidenta Sheinbaum Pardo se atreviera a planear una modificación de tal magnitud y calificó como sublime, la redacción de las modificaciones al artículo 40 constitucional.
“No es para ustedes una fraseología extraordinaria, sublime, que contenga para el futuro y prevea en una visión de largo plazo cualquier agresión, cualquier invasión, intromisión de Gobiernos extranjeros que por poderosos que sean, la presidenta Claudia Sheinbaum, con lucidez, plantea cómo incorporar a la Constitución un escudo de defensa futuro de cualquier nación agresiva, arrogante y prepotente”, dijo Monreal Ávila.