El presidente Donald Trump ordenó, el 10 de febrero de 2025, un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio, incluidas las de Canadá y México, sus dos principales proveedores extranjeros de dichos metales.
Los aranceles incluirán los productos metálicos terminados y no se harán exenciones para los socios comerciales. Según una orden ejecutiva firmada por el mandatario estadounidense, las medidas tenía como objetivo acabar con lo que los funcionarios del Gobierno de EE. UU. dijeron que eran esfuerzos de países como Rusia y China para eludir los aranceles existentes.
Trump autorizó los nuevos aranceles en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que otorgaba al presidente amplia autoridad para imponer restricciones comerciales por motivos de seguridad interna. Es el mismo poder que utilizó para imponer aranceles al acero y al aluminio en 2018, durante su primer mandato.
Un alto funcionario del Gobierno de EE. UU. dijo a la agencia Bloomberg, bajo condición de anonimato, que la medida era necesaria porque los exportadores de acero y aluminio abusaron de las excepciones previstas en la política anterior, lo que perjudicó a los productores estadounidenses.
Según Bloomberg, mientras que los aranceles de Trump de 2018 se centraban principalmente en la fabricación de acero en bruto y la producción de aluminio primario, estos nuevos aranceles incluirían productos como extrusiones y placas que se conviertían en productos de valor agregado necesarios en todo, desde automóviles hasta marcos de ventanas y rascacielos.
Además, Trump también ordenaría a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), que intensificara la supervisión para evitar que países extranjeros clasificaran erróneamente los productos de acero para evadir aranceles, según dijeron los funcionarios a Bloomberg.
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“La medida retoma una estrategia que Trump adoptó durante su primer mandato, cuando impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, lo que provocó una caída de las importaciones estadounidenses de esos metales. Los gravámenes provocaron represalias de los socios comerciales de Estados Unidos, incluida la Unión Europea, que impuso aranceles a productos estadounidenses emblemáticos, desde las motocicletas Harley-Davidson Inc. hasta los jeans Levi Strauss & Co”, recordó la misma agencia.
“Trump terminó otorgando estatus libre de impuestos a varios exportadores importantes, entre ellos Canadá, México y Brasil. El expresidente Joe Biden amplió esas exenciones durante su mandato”, abundó Bloomberg, que también comentó que la nueva medida se sumó a los nuevos aranceles del 10 por ciento a los productos de China, así como a los gravámenes del 25 por ciento a Canadá y México, mismos que están suspendidos y el plan del magnate neoyorquino de imponer aranceles recíprocos a otras naciones.
Según la agencia británica Reuters, Trump también impondría un nuevo estándar norteamericano que requería que las importaciones de acero fueran “fundidas y vertidas” y que el aluminio sea “fundido y moldeado” en la región, para frenar las importaciones de acero chino mínimamente procesado a Estados Unidos. La orden también se dirigía a los productos de acero derivados que utilizaban acero importado para los aranceles.
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, dijo a periodistas en la Oficina Oval, de la Casa Blanca,.que las medidas ayudarían a los productores de acero y aluminio de Estados Unidos, además de que reforzarían la seguridad económica y nacional del país.
“Los aranceles al acero y al aluminio 2.0 pondrán fin al ‘dumping’ extranjero, impulsarán la producción nacional y asegurarán nuestras industrias de acero y aluminio como columna vertebral y pilares de la seguridad económica y nacional de Estados Unidos”, expresó el funcionario federal estadounidense.
“Hoy simplifico nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio […] Es un 25 por ciento, sin excepciones, ni exenciones […] Esto es importante, vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo”, señaló Trump en el despacho Oval, citado por la agencia estadounidense The Associated Press (AP), mientras firmaba las órdenes ejecutivas. Añadió que sopesaría imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
Canadá es el mayor proveedor de aluminio primario a Estados Unidos, con el 22.4 por ciento de las importaciones, seguido de China (14.1%) y México (11.3%), afirmó, antes, el mismo día, Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico de Banco Base.
A través de su cuenta en la red social X, Siller Pagaza enfatizó que sólo el 2.1 por ciento de las exportaciones mexicanas de acero, aluminio y los productos elaborados a partir de esos metales, eran enviadas a Estados Unidos.