La década de los 2020 ha sido catalogada como la era de la nostalgia y el auge del retromarketing, donde se aprovecha lo vintage y el pasado en general como estrategia para vender el presente; en esta línea difícil de navegar entre la mercadotecnia, la inmediatez y lo genuino, Bad Bunny inició 2025 lanzando su nuevo disco “DeBÍ TiRAR MáS FOTos” (DtMF), el cual ha sido bien recibido tanto por la crítica musical y fanáticos del cantautor que se han encontrado con sus canciones en línea.
“Que muchas cosas he vivido, conocí mucha gente, fui a muchos países, pero ninguno como Puerto Rico. Quisiera haber tirado más fotos para enseñarte. Las fotos son momentos vividos, recuerdos de cosas que pasaron. Yo no era de estar tirando fotos por ahí ni estar subiendo stories ni nada de eso. Yo decía que era mejor vivir el momento, pero cuando llegas a esta edad, recordar no es tan fácil. Debí tirar más fotos, haber vivido más. Debí haber amado más cuando pude. Mientras uno está vivo, uno debe amar lo más que pueda”, es el statement que recibe el sapo Concho, representando al anfibio endémico en peligro de extinción, a través de Morales, protagonista del cortometraje “Debí tirar más fotos”, dirigido, escrito y musicalizado por Benito Antonio Martínez Ocasio, el cual estrenó unos días antes de lanzar su sexto álbum de estudio, con el cual no sólo produjo lo que medios como Rolling Stone y Clash han catalogado como una carta de amor a Puerto Rico, al plasmar a lo largo de 17 temas una fusión entre la modernidad del reggaetón y el house con la salsa caribeña, con ritmos que provocan bailar, perrear, reír y hasta llorar; sino que el boricua ha dejado implícita su postura frente a la gentrificación de su país, cuna del reggaetón que en los últimos años se ha visto impactada económica y culturalmente por este fenómeno.
Esta yuxtaposición se ha reflejado también en el marketing del álbum, pues mientras que por un lado, Benito incursionó en la conducción televisiva, promocionando “DtMF” en el programa “WAPA TV” al mismo tiempo que mostraba su postura política contra el gobierno actual de Puerto Rico, en diciembre lanzó sus primeros dos sencillos: “El club” y “Pitorro loco”, canciones melancólicas donde la segunda interpola “Música jíbara para las navidades”, de Chuíto el de Bayamón; y la canción “DtMF” se volvería tendencia en redes sociales, al ser reimaginada por millones de latinoamericanos con los recuerdos de sus familiares sentados en sillas monobloques como en la portada del álbum, además de editar videos homenajeando a seres queridos que ya no están, ante lo cual el boricua publicó un video en su cuenta de TikTok, donde aparece llorando por la emotividad de los tributos audiovisuales, en una canción cuyo “significado puede variar en muchas cosas, como la ausencia de una persona que ya no está contigo o de un amor, pero también puede tratarse de muchas otras cosas que ya no están”, confesó a la publicación Time.
Van cuatro décadas y el reggaetón se ha convertido en eje principal y catalizador de la música urbana latinoamericana, una donde El Conejo Malo ya es uno de los máximos exponentes contemporáneos del género, con una discografía que invita a seguir viviendo al máximo y un disco que retornará a México en su gira “No me Quiero Ir de Aquí”, la cual iniciará con una residencia musical en su país de origen, pasando por Argentina, Chile, Costa Rica y Colombia.