“Mexicana va a seguir siendo la empresa del pueblo de México; seguirá volando y no hay nada más que sencillamente una revisión de su plan estratégico para 2025”, minimizó la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sobre la situación de la aerolínea gubernamental.
La mandataria tampoco aclaró por qué Mexicana de Aviación anunció que dejaría de operar 8 de sus 18 rutas desde el 6 de enero. Sheinbaum vagamente expresó que se tenía que renovar la renta de algunos aviones. “Se está haciendo una revisión como en cualquier empresa, cuáles son las rutas que tuvieron más pasajeros, cuáles son las rutas que tuvieron menos. Esta misma semana me van a presentar el plan maestro de la empresa”.
Aunque el anuncio de la cancelación de las rutas se había dado vía telefónica a los usuarios y en la propia página web de la aerolínea, en una entrevista concedida a El Economista, el subdirector general de Desarrollo Institucional de Mexicana, Genaro García Solís, negó los cambios y sostuvo que la operación se mantendría.
Pese a ello, en el portal de la aerolínea no existe ningún mensaje que confirme que efectivamente esos destinos están operando. Las rutas que se habían cancelado desde y hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) a Acapulco, Ixtapa, Campeche, Villahermosa, Nuevo Laredo, Uruapan, Puerto Vallarta, y la ruta local Puerto Vallarta-Guadalajara.
Para Pablo Casas Lías, director del Instituto de Investigación Jurídico-Aeronáuticas, en la práctica está “quebrada” la Aerolínea del Estado Mexicano, S.A. de C.V., y el fracaso del proyecto impulsado por el ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador es notorio desde la reducción de su presupuesto, que pasó de 8,340 millones en 2024 a 1,140 millones de pesos para este 2025.
En una entrevista radiofónica, el especialista refirió datos de la Agencia Federal de Aviación Civil que señalan que desde noviembre pasado la aerolínea solamente estaba volando 7 rutas, en 8 aeropuertos, con 2 aviones. “Las que dejaron de operar son las únicas que oficialmente estaban operando”, aseguró.
Los 5 aviones de la empresa queretana TAR, que le había rentado a Mexicana, fueron retirados a mediados del año pasado, por lo que la aerolínea gubernamental sólo tendría tres aeronaves Boeing cedidas por el Ejército, que le permitieron seguir operando hasta el anuncio del 6 de enero.
El 26 de diciembre pasado, al cumplir un año de operación, la propia Mexicana destacó que había transportado a 382 mil pasajeros, una cifra que ni siquiera le da el 1% del mercado mexicano, y que está muy por debajo de su meta original de transportar a 3 millones de pasajeros.
Según ese comunicado, en mayo de 2025 llegará el primer avión de los 20 adquiridos a la empresa brasileña Embraer, por 20 mil 871 millones de pesos. Sin embargo, Casas Lías lo puso en duda, puesto que, dijo, no existen 5 mil millones asignados a Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ni a Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica S.A. de C.V. (GAFSACOMM) para la compra de las cinco aeronaves que se ha dicho llegarán este año.
Ayer, el pleno del Instituto de Transparencia determinó que GAFSACOMM debe publicar los contratos con la empresa Petrus Aero Holdings y con cualquier otra compañía que le haya arrendado aviones, luego de que el grupo operado por el Ejército mexicano negara la información a un ciudadano, bajo el pretexto del litigio con Petrus en Estados Unidos.
En marzo de 2024, Petrus Aero Holdings demandó a la aerolínea del gobierno de la autodenominada 4T en un tribunal de Nueva York por más de 838.5 millones de dólares, alegando que la compañía estuvo en riesgo por la falta de cooperación de la paraestatal para rentar aviones y contratar tripulaciones.