¿Por qué no se puede discutir con un DJ?
Porque siempre están cambiando de tema.
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¿Cómo se dice pañuelo en japonés?
Saka-moko.
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*¿Cómo se dice disparo en árabe?
Ahí-va-la-bala.
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¿Qué le dice un gusano a otro gusano?
Voy a dar una vuelta a la manzana.
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¿Cuál es el colmo de Aladino?
Tener mal genio.
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Si se muere una pulga, ¿a dónde va?
Al pulgatorio.
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¿Qué le dice un espagueti a otro?
Oye, ¡mi cuerpo pide salsa!
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¿Cómo se llama el campeón de apnea japonés?
Tokofondo.
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¿Cómo se llama el subcampeón de apnea japonés?
Kasitoko.
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¿Qué le dice una iguana a su hermana gemela?
Somos iguanitas.
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¿Qué le dice un techo a otro?
Techo de menos.
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¿Qué hace una abeja en el gimnasio?
Zumba.
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El médico me mandó a tomarme tres muestras de orina, pero sólo pude tomar dos… ¡Sabe horrible!
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Ya sé por qué estoy engordando. ¡Es por culpa del champú! En el envase dice “para dar cuerpo y volumen”, así que a partir de ahora me lavaré el pelo con jabón para lavar platos. Dice “Quita grasa, hasta la más difícil”.
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Si los zombis se deshacen con el paso del tiempo, ¿son zombiodegradables?
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El doctor a su paciente:
– Respire profundo, que le voy a auscultar.
“¿De quién me va a ocultar, si no le debo nada a nadie?”.
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Sale el doctor después de un parto y el padre de la criatura le pregunta:
– ¿Cómo salió todo?
“Todo salió bien, pero tuvimos que colocarle oxígeno al bebé”.
– Pero, doctor, ¡nosotros queríamos ponerle Gabriel!
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Un pez a otro pez:
– ¿Qué hace tu mamá?
“Nada, ¿y la tuya qué hace?”.
– Nada, también.
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Un profesor a su estudiante:
– Tu trabajo me ha conmovido.
“¿Por qué, profe?”.
– Porque me dio mucha pena.
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– Me encantan los mensajes de voz.
“Yo los detesto”.
– Sí, esos los odio.
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La maestra pregunta a Juanito:
– ¿Qué harías si te estuvieses ahogando en la piscina?
“Me pondría a llorar mucho para desahogarme”.
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– ¿Qué tal la vida de casada?
“Pues no me puedo quejar”.
– ¿O sea que va muy bien?
“No, no me puedo quejar ¡porque mi marido está aquí al lado!”.
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Un niño hace su tarea y pregunta a su papá:
– ¿Cómo se escribe la palabra campana?
“Igual que como suena, hijo”.
– Gracias, papá. Y anota en su cuaderno: tolón, tolón…
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En una agencia de empleos el reclutador pregunta:
– ¿A qué te dedicas?
“A matar dragones”.
– ¡Pero los dragones no existen!
“¿Ha visto alguno?”.
– No.
“Pues porque los maté a todos”.
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Un padre en misa:
“Hoy sólo confesaré a las devotas”.
Una feligresa se para y dice:
“¿Y cuándo nos toca a las que vinimos en huarachitos?”.
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Un loco con un palo de escoba hace ver que mira por uno de los extremos. Llegan los psiquiatras y le preguntan:
– ¿Qué está pasando aquí?
“Estamos viendo la Luna”.
– Pero por aquí no se puede ver nada.
“Más loco está usted, nosotros llevamos todo el día intentando ver algo ¡y usted quiere verlo a la primera!”
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Un padre a su hijo:
– Qué bonito te quedó el tatuaje del diablo en el brazo.
“¿Cómo? ¡Si es la cara de mi novia!”.
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En un manicomio, un doctor pregunta a un paciente:
– Señor, ¿por qué habla usted con un par de tenis?
“¿No ve que dice Converse?
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– Mamá, en el colegio me dicen Facebook.
“¿Y tú qué les contestas?”.
– Like.
Autor: Un ocurrente.
