andreIrving Eduardo Torres Yllán/Especial para ZETA – El regreso de un villano legendario. La nueva película de Aardman Animtions trae de regreso a sus personajes clásicos Wallace y Gromit en una aventura titulada “La venganza se sirve con plumas”, la cual sirve como secuela del cortometraje ganador del Oscar, “Los Pantalones Equivocados” (TheWrong Trousers) de 1993, y nominada a Mejor Cinta Animada en la próxima entrega de los Globos de Oro, a celebrarse el 5 de enero de 2025.
En conferencia de prensa virtual, Nick Park, creador de los personajes y codirector de Merlin Crossingham, para quien la cinta representa su debut en la dirección, “es un testamento al encanto universal de Wallace y Gromit, son demasiado británicos, orgullosamente británicos y estamos muy orgullosos de eso, pero también nos dimos cuenta de que ellos necesitaban viajar por el mundo y lo hacen ya, y eso es algo de lo que nos enorgullecemos”, expuso.
Con una ligera evolución, Wallace y Gromit retornan casi veinte años después de “La batalla de los vegetales (2005), su último largometraje, por lo que Park reconoce la importancia de “Los Pantalones Equivocados” en el público, “cuando la gente llega y te dice ‘crecí viendo esa película, representa mi infancia’, uno piensa: ¿Cómo? Si la hicimos ayer apenas, lo que nos hace ver lo viejos que estamos”.
Para Merlin, “es muy importante el abrazar a los fans que hemos hecho y asegurarles que hay mucho para ellos en esta película, si crecieron viéndola, reconocerán muchos guiños a otras cintas de Wallace y Gromit, pero hay un mundo más amplio afuera, una audiencia que será nueva para esas películas y Netflix la llevará a todo el mundo, les daremos la bienvenida a este universo y esperamos que tengan un gran momento viendo la cinta”.
Respecto a seguir haciendo este tipo de animación, “la parte fundamental del oficio no ha cambiado, ha existido desde los albores del cine y no ha cambiado; en el stop-motion hacemos que los personajes actúen en la pantalla, pero el cambio principal respecto a antaño es que las cámaras ya no son cámaras de película, filmamos digitalmente y en Aardman somos un estudio muy diverso. Tenemos a los artesanos más talentosos que hacen estas películas para nosotros, pero en el otro extremo del espectro, tenemos equipos de postproducción que trabajan con la tecnología más avanzada, y es una maravillosa armonía de la unión de los dos”, aclaró Crossingham.
También destacó Nick que Gromit no siempre fue pensado para no hablar, pero que al hacer “A Grand Day Out”, “hubo una situación donde no podía animar su boca y empecé a mover su frente de arriba a abajo, y creo que, en ese momento nació Gromit, y pensándolo bien no podría haber pasado en otro elemento que la arcilla, porque como animador tienes que tocar y probar para obtener todo tipo de matices”, lo que hizo que “Gromit se volviera aún más humano que Wallace”.
Sobre la decisión de regresar a Feathers McGraw, “la idea de esta película es de 2005, después de ’La Batalla de los Vegetales’ era un qué pasaría si Wallace inventara un gnomo robot para que ayude a Gromit en el jardín, y al final, las cosas salen mal, pero que la tecnología fallara no parecía lo suficientemente buena, era algo común, pero estaba Feathers McGraw en la gaveta, y en realidad nunca se fue”, recordó.
“Wallace y Gromit: La venganza se sirve con plumas” llega en exclusiva a Netflix en enero.