La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró, el 2 de diciembre de 2024, que no estaba de acuerdo en que hubiera una “invasión” del Ejército estadounidense para combatir a los cárteles del narcotráfico en México.
“Por supuesto que no estamos de acuerdo en una invasión, una presencia de este tipo”, señaló la titular del Poder Ejecutivo Federal, durante su conferencia de prensa matutina, llevada a cabo desde el Salón Tesorería, del Palacio Nacional.
La mandataria nacional fue enfática en decir que “no” se aceptaría dicha estrategia y argumentó que en la llamada que tuvo la semana pasada con Donald John Trump -presidente electo de EE. UU., de 78 años de edad, ex candidato del Partido Republicano y ex mandatario estadounidense, desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021- abordaron el tema de seguridad y él le preguntó en qué podía ayudar.
“Yo le planteé, le expliqué, que tenemos un gabinete de seguridad muy competente”, afirmó la también ex titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México aseveró que al magnate neoyorquino le pidió respeto a la soberanía mexicana, al enfatizar la importancia de compartir información, en las labores de inteligencia e investigación.
“Respetando nuestra soberanías, y que en eso podíamos colaborar de manera muy importante y en otros temas, y estuvo de acuerdo. Él planteó que le parecía muy bien y que en su momento ya platicaría”, dijo la presidenta.
La mandataria nacional resaltó también que durante la Administración de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, hubo más control de la presencia de las agencias estadounidenses en el país, lo que ella buscaría mantener.
“Pero es importante que nuestro gabinete de seguridad, pues tome en el momento oportuno coordinación con el asesor del presidente Trump para poder hablar de estos temas, que es importante que siempre haya coordinación”, concluyó Sheinbaum Pardo.
Según revelaron fuentes cercanas a Trump, a la revista Rolling Stone, a finales de noviembre de 2024, el magnate neoyorquino estaría buscando enfrentar a los cárteles del narcotráfico en México, a través de una operación llamada “invasión suave”, con la que pretendería desplegar a agentes estadounidenses encubiertos, en territorio mexicano, para asesinar a los capos de la droga.
La llamada “invasión suave” también incluiría ataques con drones o ataques aéreos contra la infraestructura de los cárteles, así como a laboratorios de drogas y el envío de instructores militares a México, para desplegar “equipos de exterminio”.
Según los datos recopilados por Rolling Stone, la estrategia se enfocaría en integrar operaciones encubiertas limitadas, como el despliegue de fuerzas especiales para eliminar a los líderes de los cárteles, además de ataques con drones o aviones a laboratorios e infraestructura de los cárteles, envíos de asesores y entrenadores militares estadounidenses a México.
Además, buscaría emprender una “guerra cibernética” contra los narcotraficantes y sus redes, así como fuerzas especiales para realizar redadas y secuestros a los principales líderes del crimen organizado en México.
Según el mismo medio, durante los trabajos de transición, el magnate neoyorquino reveló que buscaba decirle al Gobierno mexicano que deberían detener el flujo de fentanilo a Estados Unidos en solo unos meses o, de lo contrario, enviaría al Ejército de Estados Unidos a México.