Desde pequeña, Paola Villaseñor ha encontrado en el arte una inspiración diaria. Nacida en San Diego, California, de padres mexicanos, en su juventud trasladó su vida a Tijuana poco después de la pérdida de su mamá, encontrando en la ciudad su foco como muralista e ilustradora. Trayectoria que este año la llevó a ser elegida como la artista detrás del póster oficial de la trigésima segunda edición del San Diego Latino Film Festival (SDLFF).
“Literal, cuando estaba vendiendo mis primeros cuadros, la gente de Tijuana fue la que me apoyó, entonces nunca olvido eso, y por eso siento más como hogar acá”, confesó quien se ha dedicado a trabajar entre fronteras, cuya obra se enfoca también en inspiraciones de la cotidianeidad.
“La ciudad es una gran parte de la inspiración de lo que veo, de lo que me mueve, desde lo que como, desde lo que consumo visualmente y hasta las ganas de salir, cómo me trata la gente, todo eso. Entonces, me afecta y tiene mucho que ver con lo que me inspira, y en efecto lo que termino pintando”, una exploración a partir de su estilo surrealista y emotivo, que para el cartel del SDLFF 2025 basó desde la visión del festival de “fungir como una plataforma que visibiliza las voces poco representadas en el cine, desafiando los estereotipos reinantes sobre la experiencia latina”, así como abogar por la inclusividad diversidad.
“Fue un honor, porque ellos me escogieron para hacer el póster. Entonces, me dijeron qué querían, y yo tomé nota; me dieron mucha libertad y eso fue padre, pero también es como guau, a ver”, rememoró sobre el proceso creativo detrás del póster, proceso que “la verdad estuvo muy loco porque yo soy 100 por ciento análoga, entonces hago todo a dibujo, ya cuando me dicen ‘sí, está perfecto’, meto pintura, es como hacer una ilustración; luego se escanea en alta resolución y termina siendo lo que es”, un póster con fondo rosa donde se atraviesa el muro fronterizo detrás del rostro de una persona, mirando hacia el frente y retratando con sus manos aquellas otras perspectivas a las que se acerca el festival.
“La línea de la frontera, Es algo que mucha gente piensa: ah, estoy bien acostumbrada, ¿no?, ver los barandales de la frontera y todo… Eso brinca mucho en mi arte, en maneras pequeñas ahí está siempre el tema de la frontera”, simbología muy personal en la que el fallecimiento de su padre por COVID la devolvió a San Diego antes de regresar a Tijuana; entonces,“por ahí llegó la idea de la imagen: el bordo se ve desde allá, y eso es algo muy interesante porque creo que yo ya me veía acá, pero ella (la ilustración) está viendo desde San Diego; la mano y todo eso tiene mucho que ver con la perspectiva”, una en la que “voy a dibujar y pintar mucho de lo que vivo y de lo que veo”, en la que también se inspiró en el cine del último año, otra de sus grandes pasiones.
“Antes de pintar, eso era algo que yo quería hacer, el cine. Creo que en algún momento esa colaboración va a nacer”, compartió emocionada ante una trayectoria artística en la que a sus exhibiciones, murales de gran formato, reconocimientos por su obra, colaboración con Cerveza Modelo y hasta un libro, se suma haber protagonizado dos documentales y creado un corto, así como ser la imagen del SDLFF 2025, a realizarse en marzo.
“No sé si toda la vida voy a pintar la frontera, pero de alguna manera los elementos de la frontera siempre van a estar representados en mi arte”, concluyó.