Donald John Trump, -de 78 años de edad, ex candidato del Partido Republicano y ex mandatario estadounidense, desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021-, presidente electo de EE. UU., anunció, la noche del 10 de noviembre de 2024, que Tom Homan, ex director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) -durante su primera Administración-, fungirá como el “zar de la frontera” en su próximo Gobierno.
“Me complace anunciar que el exdirector de ICE e incondicional del control fronterizo, Tom Homan, se unirá a la Administración Trump, a cargo de las fronteras de nuestra nación (“El Zar de la Frontera”), incluidas, entre otras, las fronteras del Sur. Frontera, la Frontera Norte, toda la Seguridad Marítima y Aérea”, escribió el magnate neoyorquino, en su red social Truth Social.
“Conozco a Tom desde hace mucho tiempo, y no hay nadie mejor para vigilar y controlar nuestras Fronteras. Asimismo, Tom Homan estará a cargo de toda la Deportación de Extranjeros Ilegales. a su país de origen. Felicitaciones a Tom. No tengo ninguna duda de que hará un trabajo fantástico y tan esperado”, abundó Trump sobre el nuevo nombramiento, que no requeriría confirmación del Senado.
Durante una entrevista en el programa ‘Sunday Morning Futures’, transmitido en la cadena Fox News, Homan afirmó que no se emplearía al Ejército para localizar y detener a inmigrantes ilegales en el país, y que el ICE procedería a implementar los planes de Trump de una manera “humana”.
“Va a ser una operación bien dirigida y planificada, llevada a cabo por los hombres de ICE. Los hombres y mujeres de ICE hacen esto a diario. Son buenos en ello […] Cuando salgamos, vamos a saber a quién estamos buscando. Muy probablemente sabremos dónde van a estar, y se hará de manera humana”, indicó Homan.
“Las amenazas a la seguridad pública y a la seguridad nacional serán la prioridad […] representan el mayor peligro para este país”, dijo el próximo “zar de la frontera” de Trump a Fox News, en la entrevista.
El 9 de noviembre de 2024, el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) publicó que el equipo del presidente electo de EE. UU. aceleró la preparación de los planes para cumplir su promesa de deportaciones masivas.
Según el citado rotativo, los colaboradores del ex candidato republicano, que iniciaría el 20 de enero de 2024, su Administración, también analizaban una declaración de emergencia nacional para usar recursos, bases y elementos militares, para detener y expulsar a los migrantes, así como retomar la construcción del muro fronterizo.
El WSJ precisó que los colaboradores del magnate neoyorquino empezarían por deportar migrantes que se encontraran sin documentos y que habían recibido órdenes de expulsión, quienes sumarían 1.3 millones.
Otro cambio implementado por el segundo Gobierno de Trump sería revocar la política del presidente Joseph Biden, de no perseguir a los inmigrantes indocumentados que no habían cometido delitos. “Están planeando entablar negociaciones agresivas con México para revivir la política de ‘Quédate en México'”, señaló el WSJ, que, sin embargo, enfatizó que los planes todavía estaban en proceso de cambio.
Según el diario, se estimaba que ocho millones de inmigrantes ingresaron ilegalmente a EE. UU. durante la Administración encabezada por Biden. No obstante, no se sabían con precisión cuántas personas vivían ilegalmente en dicho país, debido a que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) estimó que la población sería de unos 11 millones en el 2022, aunque era probable que la cifra hubiera aumentado desde entonces.
“Como primer paso, los asesores de Trump están discutiendo emitir una declaración de emergencia nacional en la frontera en su primer día en el cargo, lo que su equipo cree que le permitiría transferir dinero del Pentágono para pagar la construcción del muro y ayudar con la detención y deportación de migrantes. Pero la legalidad de tal medida no está clara”, dijo el WSJ.
“Una emergencia nacional, creen los asesores de Trump, también desbloquearía la capacidad de usar bases militares para la detención de inmigrantes y aviones militares para las deportaciones. Si Trump hace realidad incluso una fracción de su visión -se ha comprometido a llevar a cabo la deportación masiva más grande en la historia estadounidense-, el 45 y pronto 47 presidente podría enviar ondas de choque a través de la economía y trastocar las vidas de millones de migrantes y sus familias que han llamado a Estados Unidos su hogar durante años”, explicó el diario.
“Una prioridad crítica a corto plazo es encontrar el dinero para pagarlo. Según un cálculo del American Immigration Council, un grupo liberal de inmigración, una operación para deportar a la cantidad total de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos podría costar 968 mil millones de dólares en más de una década o aproximadamente 88 mil millones de dólares al año”, detalló el WSJ.
“Cualquier esfuerzo de deportación requiere enormes recursos para contratar más agentes federales que identifiquen y arresten a los inmigrantes, subcontratar espacios para detenerlos y adquirir aviones para llevarlos a otros países. El republicano ha restado importancia al costo proyectado de su plan”, señaló el rotativo.
“Funcionarios de la primera Administración de Trump también han escrito borradores de órdenes ejecutivas para reanudar la construcción del muro fronterizo y revisar las restricciones existentes del Presidente Biden sobre el asilo en la frontera sur para eliminar las exenciones humanitarias”, reveló el WSJ.
“Están planeando entablar negociaciones agresivas con México para revivir la política de Quédate en México, dijo una persona que trabaja en la transición de Trump, y están identificando posibles terceros países seguros a los que se podría enviar a los solicitantes de asilo”, insistió el diario estadounidense.
“También quieren revocar las protecciones contra la deportación de millones de inmigrantes a los que se les ha concedido una forma de protección humanitaria conocida como estatus de protección temporal -que cubre a cientos de miles de haitianos y venezolanos- o que ingresaron al país con un estatus cuasi legal llamado libertad condicional humanitaria”, comentó el WSJ.
“Esa población incluye a millones de personas que ingresaron a través de citas gubernamentales en la frontera sur, así como a decenas de miles de afganos evacuados después de la caída de Kabul y a cientos de miles de ucranianos a los que se les permitió ingresar a Estados Unidos después de la invasión rusa”, dijo el rotativo.
“En lugar de deportar a la fuerza a todos los inmigrantes, los asesores de Trump esperan poder inducir a algunos a irse voluntariamente, según personas familiarizadas con el asunto. Han discutido ofrecer a los migrantes que están en el país ilegalmente -o a aquellos que ingresaron en libertad condicional a través de los programas de la administración Biden- la oportunidad de salir de EU sin sanciones, para que puedan regresar con una visa si son elegibles”, expresó el WSJ.
“En circunstancias normales, cuando alguien es deportado, se le prohíbe regresar con una visa durante 10 años. A medida que se acerca el día de la toma de posesión, el equipo de inmigración de Trump está cobrando protagonismo”, finalizó el citado diario.