Han sido más de tres décadas agitadas para Alfonso André. Tras la contingencia sanitaria por el COVID-19, el legendario baterista de Caifanes ha estado en gira prácticamente ininterrumpida junto a la agrupación liderada por Saúl Hernández, algo por lo que está agradecido.
“Ahora hemos estado tocando sin parar casi porque después de la pandemia, que nos tuvieron un par de años prácticamente sin poder pisar un escenario; lo apreciamos más que nunca, creo, el gran privilegio que es poder estar ahí arriba en el escenario, haciendo esto que tanto amamos, entonces pues creo que la banda está sonando mejor que nunca”.
La presencia de Caifanes ha marcado un legado en la escena del rock latinoamericano, espacio en el cual “tuvimos muchísima suerte”, aclaró, “porque nos tuvieron confianza de que sabíamos lo que estábamos haciendo. Y siempre nos dieron libertad creativa total. Y eso se agradece a nosotros, diciéndonos qué hacer o qué no hacer. Creo que es otro juego muy diferente al que estábamos acostumbrados nosotros”, explicó.
Respecto a las nuevas generaciones rockeras, una en la que también está entrando su hijo Julián André, integrante de Beta, banda de rock alternativo, señaló: “Cuando empezamos era otra industria totalmente diferente, la manera que se comercializaba la música, cómo se escuchaba la música. Todo lo que tenía que ver alrededor de la música era muy diferente”.
Muy consciente de los cambios vertiginosos en la industria musical, y si bien sabe que bandas como Caifanes, La Maldita Vecindad, Café Tacvba, Molotov o Zoé permanecen en el gusto del público, André considera crucial apoyar a los talentos emergentes: “Hay que hacer que las bandas que vienen abajo crezcan, que desarrollen su trabajo, apoyarlos para que puedan crecer y llegar a ocupar el lugar que tenemos ahora nosotros, porque nosotros no vamos a durar para siempre. Tarde o temprano tenemos que dejar el lugar para los que vienen atrás, pero hay que apoyar a los valores nuevos, a los talentos locales. En cada ciudad hay bandas haciendo su trabajo, haciendo su lucha, haciendo su música original”, por eso puntualizó la invitación pública “a que les echen la mano, los apoyen, los vayan a ver, para que puedan crecer, porque si no, luego tiran la toalla antes del tiempo y se retiran. Y eso va en contra del enriquecimiento del rock en nuestro país”, sobre todo en un momento donde si bien el género se mantiene a la cabeza de muchos festivales, “requieren de nuestro apoyo para que puedan crecer y lograr una carrera larga como la que tenemos nosotros”, una de más de tres décadas y la cual ha rebasado fronteras.
Una relación binacional donde “actualmente la cosa no pinta bien, con sus amenazas que está haciendo hacia los migrantes y hacia el comercio entre México y Estados Unidos de poner aranceles y demás”, expuso, y sin embargo, rescata “mucha hermandad, muchos puntos en común. Una gran relación simbiótica muchas veces, como de interdependencia, que algunos dirigentes no lo quieren ver así”, pero que es un recordatorio de que “hay gente mala, hay gente buena; hay gente pinche y gente buena onda”.
El tiempo también le ha enseñado a mantener fresca la creatividad y la pasión musical, como incursionar espontáneamente en tributos a sus artistas favoritos, como “Alfonso André y amigos. Tributo a David Bowie”, donde “nos gustó tanto lo que pasó y la vibra del concierto, lo que pasaba entre nosotros, con la gente y demás, que decidimos seguirlo haciendo en medida de lo posible”, o un tributo a Led Zeppelin que surgió después. Así como lanzar sus propios sencillos musicales; o hasta retomar junto a Caifanes temas que en el pasado no se concretaron, así como plantearse nuevas canciones “que ya están listas para ser grabadas y queremos entrar pronto también al estudio para seguir con nuestra parte creativa, que también es súper importante. Nos divertimos mucho tocando en vivo, pero también necesitamos de pronto ponernos a funcionar de esta manera”.
Si bien como baterista, el reto ha sido mayor en esta gira, pues “es el instrumento más físico, porque sí, el cuerpo luego lo resiente. Tratamos de comer bien, de cuidarnos”, recalcó, “para que nos dure más el gusto. Disfrutamos mucho hacer lo que hacemos, es un placer hacerlo, entonces pues queremos que nos dure lo más posible”.
Una trayectoria que “es una maravilla, es una bendición, la verdad estamos muy agradecidos con la gente que nos ha regalado esta carrera tan longeva, ya de tantas décadas de seguir haciendo esto que tanto amamos hacer: tocar música de arriba del escenario”, y que Alfonso André, Saúl Hernández, Diego Herrera, Rodrigo Baills, Marco Rentería y Rodrigo Benítez compartirán nuevamente con la ciudad fronteriza este viernes 29 de noviembre en la Monumental Plaza de Toros de Playas de Tijuana, una ciudad que para Caifanes “siempre ha sido increíble para nosotros, esperamos que esta no sea la excepción; va a estar muy padre”.