Mientras que el antiguo centro de acopio de llantas en Tijuana está en el abandono, luego de que el gobierno de Jaime Bonilla Valdez (2019-2021) transfiriera el terreno a la organización política Antorcha Campesina, miles de neumáticos en desuso proliferan en barrancos y calles del municipio, con el riesgo de repercutir al medio ambiente y sin que la actual administración estatal cuente con un programa para abatir la problemática.
El presidente de la Unión de Llanteros de Tijuana, Juan Antonio Balderas Lizárraga, quien el 22 de julio hizo un pronunciamiento en la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), afirmó en entrevista con ZETA que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, encabezada por Mónica Vega Aguirre, no ha mostrado interés de instalar otro centro de acopio, con todo y que el gremio adscrito a ese rubro procuró un acercamiento con la funcionaria estatal, a efecto de proponerle la creación de un sitio como tal.
Sostuvo que además de las llantas usadas que legalmente ingresan de Estados Unidos y van a dar a los negocios de reparación, una cantidad indeterminada se introduce bajo la modalidad de contrabando hormiga y son los que al final de su vida útil permanecen sin trasladarse a los dos depósitos con los que se cuenta en Baja California, ubicados en Mexicali, donde el neumático es triturado con fines de reciclaje.
De acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente, en 2023 se trasladaron a los centros de acopio habilitados en BC, 723 mil 120 llantas, por cuyo depósito se remitió un manifiesto a la dependencia estatal. Se trató de neumáticos que ingresaron de manera legal a Baja California (por Tijuana, Tecate o Mexicali.).
En lo que va de 2024 han sido trasladadas 427 mil 629; de este total, hasta el 3 de septiembre se habían trasladado 446.
“Como importadores de llanta usada, para que nos den permiso, si importamos 100 mil llantas son las mismas 100 mil llantas que se van a los centros de acopio”, dio a conocer Balderas Lizárraga.
Por cada llanta que se vende al usuario, éste debe dejar la pieza inservible en la llantera, con el fin de que el propietario cumpla “con el reciclado o con el destino final” del neumático.
“Si yo le vendo cuatro a un cliente, son esas mismas que me tiene que entregar para yo disponerlas en los centros de acopio autorizados”, remarcó.
En cuanto a las piezas que no llegan a los depósitos, del total que se introduce a la entidad, entre 50 y 60 por ciento “queda en los barrancos”.
Indicó que son “alrededor de cien mil llantas (en Tijuana) que no están plenamente identificadas”.
Una vez vertidas en sitios como laderas o lotes baldíos, es usual que la gente las queme “porque no tienen dónde tirarlas, y de repente los malandros para vender el acero, para sacarle, no saben la contaminación tan grande que tienen”, pues “todo ese humo recae en las casas de alrededor”, advirtió.
La quema de neumáticos no resulta ser el único daño al ambiente derivado de su disposición irregular. Al ser vertidos en pendientes o tiraderos clandestinos, se corre el riesgo de que con la lluvia sean arrastrados y lleguen a encauzarse en arroyos y su destino final sea el océano, si es que no tomaron curso a algún pluvial, donde terminan por obstruir el paso del agua.
“El que paga el plato en esta situación es el gobierno americano, que toda la llanta se le va para las playas de Imperial Beach y ahí va a parar toda esa llanta, al rato lo tenemos que recoger. Por las mismas marejadas que hay en el mar, esa llanta vamos y la recogemos en toda la orilla de Playas de Tijuana. Es un cuento de nunca acabar”, sostuvo Balderas Lizárraga.
Otro destino son las viviendas erigidas en los cerros, donde las llantas funcionan como soporte, con la posibilidad de terminar hechas cenizas a consecuencia de una quemazón. “Hay mucha gente, llanteros que no son conscientes, se las entregan a la gente para poder hacer muros de contención. Es un foco de infección, aparte un riesgo latente, se prende el cerro o la ladera y todo eso ocasiona que a veces la llanta se incinere”, manifestó el entrevistado.
CENTRO DE TRANSFERENCIA, FUERA DE LA NORMA
Juan Antonio Balderas, presidente de la Unión de Llanteros de Tijuana, reveló que ante el desmantelamiento del antiguo centro de acopio, depósito que operaba sobre Corredor 2000, el cual estuvo a su cargo, se dio a la tarea de continuar con el proyecto.
“Lo seguí en un predio, donde estoy desgraciadamente clandestinamente, porque para darte un permiso el Estado, el Municipio, piden infinidades de cosas. Yo sigo reciclando llanta, de llanteros. Yo recojo la llanta de llanteros que no están dentro de una unión. Todos mis llanteros, ellos tienen la obligación de mandarlo, pero yo de repente voy a buscar a llanteros que no saben dónde tirar una llanta, voy y las reciclo, con una utilidad muy baja”, indicó.
Por cada llanta que recolecta cobra 25 pesos, de los cuales obtiene 2 pesos de ganancia neta.
“El costo operativo es demasiado elevado, si le sumas el costo del empleado, del transporte hacia Mexicali, Seguro Social, prácticamente me quedo sin nada”, comentó.
Se trata de un centro en el que no se recicla el material, pues el costo de la maquinaria necesaria es muy elevado. De tal forma que 3 mil neumáticos por semana se trasladan a la Capital bajacaliforniana.
De las condiciones bajo las que opera el negocio, Balderas asentó: “El Municipio lo sabe y el Estado lo sabe, en cada reunión se los digo, no he callado absolutamente nada, pero no les doy la ubicación, porque al momento de que les doy la ubicación, me van a ir a clausurar. Entonces, desgraciadamente se va a venir otro foco de infección más feo”.
LLANTEROS “NO PUEDEN SER JUEZ Y PARTE”: SECRETARIA DE MEDIO AMBIENTE
Consultada por este Semanario, Mónica Vega Aguirre, secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, afirmó que durante la actual administración estatal, la proliferación de llantas de desecho “ha representado una preocupación”. Agregó que la dependencia a su cargo ha venido atendiendo a distintos planteamientos consistentes en instalar un centro de acopio en Tijuana.
“Desde la secretaría coincidimos totalmente en estas voces que solicitan este espacio en Tijuana”, estableció.
A decir de la ex regidora del Ayuntamiento de Tijuana, los proyectos en proceso de revisión no procedieron de la unión de comerciantes de llantas usadas.
“Yo me he reunido con los llanteros, a quienes les solicité en todo caso un proyecto serio, formal, que cuente con las medidas necesarias y realmente sea amigable con el medio ambiente, pero hasta el día de hoy no lo han presentado y eso ha sucedido en varias ocasiones, y nosotros, repito, estamos trabajando”, manifestó Vega Aguirre.
De las propuestas sometidas a consideración, éstas debe emerger “un proyecto integral para todo el Estado”. Asimismo, el centro de acopio deberá atender “la raíz del tema de las llantas” y ser “redituable evidentemente para el empresario”.
“Estamos buscando autorizar algún otro en Zona Costa, derivado de que Cemex (en Ensenada) ya no recibe llanta, porque antes la utilizaba para sus hornos, que era una cantidad mínima la que recibía, entre 120 mil, 200 mil llantas más o menos al año. Eso genera una demanda ya en la Zona Costa que no había. Ahorita estamos en el proceso de evaluación de estos proyectos para que puedan ser echados a andar”, mencionó.
El nuevo depósito operaría a finales de 2024 o principios de 2025, y a su modo de ver, la operación del centro de acopio no debe quedar en manos de los importadores de llantas.
“Entiendo que ha habido una solicitud por parte de los llanteros en ser ellos mismos quienes traten la llanta. La verdad es que para nosotros esto no puede ser viable, derivado de que no pueden ser juez y parte. Ellos están obligados a reciclar su llanta, a tratarla, porque tienen que entregar un manifiesto (por neumático depositado) que es entregado al Gobierno Federal, para poder seguir importando llanta usada”, acentuó.
En cuanto a los tiraderos clandestinos de los que se hace uso en Tijuana, recordó que hacerle frente a la problemática es de competencia municipal, “todos estos basureros clandestinos que proliferan en la ciudad son foco de una serie de irregularidades, porque nosotros lo hemos vivido, lamentablemente, hasta el día de hoy no hemos encontrado un ánimo de coordinación en el actual gobierno municipal”.
Aun con oficios de por medio, dirigidos a la Dirección de Protección al Ambiente, a Desarrollo Urbano y a la Presidencia Municipal, “no hemos encontrado eco en esto para poder trabajar en conjunto”, aseveró la entrevistada.
ANTIGUO DEPÓSITO: BONILLA “VENDIÓ PREDIO” A ANTORCHA CAMPESINA, DICE BALDERAS
En un recorrido emprendido en septiembre de 2024 por las inmediaciones del antiguo depósito de llantas sobre Corredor 2000, se pudo apreciar un predio en el que destacaba una mínima acumulación de llantas en desuso y un conjunto de viviendas erigidas con materiales reutilizados y aparentemente deshabitadas.
“Las llantas que viste ahí no es nada. Desgraciadamente ese predio quedó impactado y toda la llanta se quedó enterrada”, reveló el líder de la Unión de Llanteros, Juan Antonio Balderas.
Durante la administración de Francisco Vega de Lamadrid, dijo, él recibió el terreno en comodato con un lote de 120 mil llantas de desecho; años antes, en ese predio se había incinerado una importante cantidad de neumáticos.
“Yo se lo pedí al Estado para limpiar y hacer mi proceso ahí, desafortunadamente yo estaba en el proceso de limpieza, me faltaban alrededor de unas 8 mil llantas, cuando Antorcha Campesina empezaron a limpiar un predio que yo tenía en mi poder y dije: a lo mejor me lo mandaron del Estado. Estuve investigando y resulta que no, que el ingeniero Bonilla lo vendió a la Antorcha Campesina por 100 pesos cada uno”, acusó.
“Qué es lo que hicieron ellos: rebajes y taparon toda la llanta que estaba quemada, incinerada. Solamente taparon el muerto, como quien dice”, observó.
De acuerdo con Balderas Lizárraga, “los vapores que emanan de ahí, de la llanta quemada, es un gran riesgo para la salud, incluso de la gente que está alrededor”.
Por su parte, la Secretaria de Medio Ambiente en BC enfatizó que el gobierno estatal carece de injerencia para atender la situación a la que hizo referencia el líder de los llanteros: “Cuando llegamos este predio ya había sido donado a una asociación civil, la información que nos dieron es que este predio había sido antes de haberlo donado, el gobierno encabezado por Jaime Bonilla, lo había limpiado de llantas para podérselo dar a esta asociación civil. Esa es la información que tengo, hoy el predio ya no está en manos de Gobierno del Estado”, remató.
Por último, Mónica Vega se pronunció por “actuar con mayor responsabilidad” en el tratamiento de llantas usadas: “Estamos en vías de entregar un Estado con programas realmente sustentables y realmente amigables con el medio ambiente, no únicamente que sean temas recaudatorios como ha sucedido en el pasado y como ya sabemos que al Estado lo condenaron con proyectos que tenían todo, menos el sello ambiental”.