Al cumplirse cinco años de la masacre de nueve miembros -tres mujeres adultas y seis menores de edad- de las familias LeBarón, Miller, Johnson y Langford, ocurrida el 4 de noviembre de 2019, en la comunidad de La Mora, municipio de Bavispe, Sonora, en los límites con Chihuahua, decenas de personas marcharon en la Ciudad de México, hasta llegar a Palacio Nacional, inmueble al cual elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la capital de la República, les impidieron el acceso.
Entre las víctimas se encontraba la hija de Adrián LeBarón, Rhonita María Miller (de 30 años de edad), y cuatro hijos de la mujer: Howard Jacob Jr. (12); Krystal Bellaine (10), así como los gemelos Titus Alvin y Tiana Gricel (de 8 meses de edad), quienes fueron hallados carbonizados dentro de una camioneta calcinada.
“Aún recordamos cómo estaba el lugar, la camioneta humeando, donde llegamos, el olor a restos de fuego, el piso lleno de casquillos y muchas lágrimas, y unas ansias enormes e impotencia”, dijo Adrián LeBarón, citado por medios de comunicación presentes.
Tras ello, en un breve acto conmemorativo que se hizo en el cruce de las calles Venustiano Carranza y José María Pino Suárez, del Centro Histórico, en la alcaldía Cuauhtémoc, LeBarón recordó cuando en 2019 los invitó el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional.
“Le pedimos mirándolo a los ojos justicia como presidente de la República, que no dejara que los criminales quedaran sin castigo por lo que habían hecho, él nos dijo que se haría todo lo posible por investigar y sancionar lo ocurrido”, dijo el activista.
“A 5 años seguimos esperando que esas palabras se cumplan, es cierto que hay detenidos, unos tantos por el homicidio y la mayoría decidieron aprehenderlos con la acusación de delincuencia organizada. Por cierto, aún faltan muchos más, fueron casi un centenar los que acribillaron a esos pueblos, a mi familia, a mis seres queridos”, enfatizó LeBarón.
“Y muchos siguen libres. Sin embargo, el entonces presidente se atrevió a señalar que ya se había resuelto el caso […] Ya son cinco años sin ellos y como desde el primer día que nos dimos cuenta de la realidad los extrañamos y esperamos que todo haya sido una pesadilla, ojalá no les pase esto a ustedes, es duro”, expresó el activista.
Tras ello, los manifestantes marcharon sobre la avenida Paseo de la Reforma con dirección hacia la sede de la Embajada de Estados Unidos, donde dejaron un documento a su titular, Kenneth Lee Salazar, en el cual le pedirían analizar los mecanismos que tenían para colaborar con el Gobierno mexicano en el combate a la inseguridad.