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lunes, noviembre 4, 2024
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Fábula y cao

Homenaje trágico-cómico a cocineros indocumentados que persiguen el inalcanzable sueño americano, “La Cocina”, cuarto largometraje de Alfonso Ruizpalacios, protagonizado por el mexicano Raúl Briones -basado en la obra de teatro “The Kitchen”, de Arnold Wesker-, llegará a salas de cine en México el 7 de noviembre con el aval del Premio del Público en la edición 22 del FICM y como un submarino de emociones y naciones unidas

 

Morelia, Michoacán. Es hora de la comida en el restaurante The Grill en Manhattan y ha desaparecido dinero de la caja registradora. Todos los cocineros inmigrantes serán cuestionados ante el aparente robo, sin embargo, Pedro (interpretado por Raúl Briones) es el primer señalado. Soñador y problemático integrante de la cocina, vive enamorado de Julia (Rooney Mara), una camarera estadounidense imposibilitada a relacionarse. Rashid, el dueño, promete ayudar a Pedro a legalizar su estatus migratorio, pero una noticia sobre Julia provoca que Pedro detenga caóticamente la producción de una de las cocinas más solicitadas de Nueva York.

Así se detonan el caos y las emociones en un submarino escoltado por cánticos galeses.

Basada en la obra de teatro “The Kitchen”, de Arnold Wesker (1957), Alonso Ruizpalacios ejecuta una espléndida adaptación al cine, narrada en dos lenguas (inglés y español) que conviven entre texturas a blanco y negro.

“Investigamos, consultamos chefs y los actores tomaron clases de cocina, pero la película empezó antes que ‘Güeros’ y terminó siendo la cuarta, la dejé y volví a ella, pero también hice la obra de teatro en la que está basada el filme, colaboré con Raúl desde entonces. Quería que fuera atemporal, que no supieras si ocurría en el presente o 20 años atrás, el blanco y negro ayuda también con los contrastes y me permitió enmarcarla como una fábula, más allá del realismo, con planos de secuencias filmadas como documental de guerra”, señaló a ZETA Ruizpalacios, quien trabajó el concepto  escuchando canciones de Ramón Ayala y música clásica, permitiendo durante la filmación aportaciones de los actores Anna Díaz, Motell Foster, Laura Gómez, Oded Fehr, Eduardo Olmos, Soundos Mosbah, James Waterston, Lee Sellars, Spencer Granese, Bernardo Velasco y Esteban Caicedo, entre otros.

Con relación a los sueños, una de las premisas del filme, anotó: “Están desde la obra de Wesker, y esa idea de un sistema económico que valora la productividad por encima del individuo, del tiempo para soñar y entablar relaciones”.

Por otro lado, Briones, quien brilla por tener la teatralidad desde una perspectiva cinematográfica, apuntó que conoce la historia desde que la interpretó en teatro.

“Alonso primero fue mi maestro, luego formé parte de su compañía e hice casting para sus películas, cuando hicimos ‘La Cocina’ en teatro me tocó interpretar al dueño del restaurante y al vagabundo, y ahora a Pedro, entonces, tengo una triangulación interesante. Cuando la veo quisiera que la cámara se detuviera en los detalles que hizo el ensamble actoral, sin él, mi personaje no hubiera brillado, y justamente eso es lo interesante de esta película: al final cada uno es su propio país y cada uno defiende sus propias fronteras, y, creo que en ese sentido es un esfuerzo colectivo”, describió.

“En un plano personal, del teatro a la película necesitaba madurar, encontrar herramientas para acceder a mi personaje, que tiene mucho que ver con la capacidad de renuncia para poder destruir algo que además no solamente le alimenta, y creo que lo que hace Pedro es un acto revolucionario, requiere de un ego monstruoso que coquetea en la línea del narcisismo o del salvador, porque al final del día le jode la vida a todos sus compañeros en el trabajo y al mismo tiempo lanza una pausa dentro de la maquinaria que los está consumiendo”.

Filmada como un musical coreográfico en un submarino de emociones, “La Cocina” llegará a carteleras mexicanas el 7 de noviembre, luego de exhibirse este fin de semana en el GuadaLAjara Film Festival en Los Ángeles, California.

“Esta película tiene altos componentes políticos de la relación bilateral México-Estados Unidos, de cuáles son los derechos laborales que tienen los empleados en México contra quienes lo tienen en Estados Unidos. Esa realidad me ayudó a entender qué pasaba hacia el final de la película y suelo cruzar mis procesos, me es inevitable porque descubrí el arte como un refugio terapéutico en mi camino espiritual. El arte radica en la honestidad de nuestras inconsistencias, entonces, sé que por voluntad entro y por voluntad salgo, pero a mí siempre se me cruzan los cables y lo digo en el mejor de los sentidos. A mí, Pedro me regaló mi libertad, y fue a través de ese final terrorífico en el que entregué mi cuerpo al personaje y dejé que explotara en el interior, no había manera de hacerlo sin salir raspado”, agregó Raúl Briones, oriundo de Ixtacamastitlán, Puebla, quien relató que cuando en su etapa como maestro, Ruizpalacios los invitó a cantar rock and roll, él llevó “Puño de tierra”, de Ramón Ayala, canción que apacigua el clímax de este filme.

Para concluir, Marco Polo Constandse, productor ejecutivo de “La Cocina”, refirió que la cinta “tiene una energía pocas veces vista en teatro, pero de ese DNA surgió la inspiración de Alonso, y tiene también esta cosa muy necia que tenemos los cineastas de pelear contra un sistema para hacer las cosas que queremos hacer, sin comparar, pero como nuestros hermanos migrantes, con su búsqueda y la lucha de hacer lo que te genera libertad, y el arte genera libertad; para nosotros, tratar de hacer el cine que queremos hacer, de la forma en la que queremos hacer”.

Autor(a)

Roberto A. Partida Sandoval
Roberto A. Partida Sandoval
Licenciado en comunicación por la UABC. Periodista de entretenimiento. Editor de Espectáculos. 22 años en ZETA. Apasionado por el cine, música, viajes, gastronomía, ciclismo, senderismo y aventura.
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