Norma Bustamante sólo pudo defender la posición de un regidor, Alfredo Wong; el resto fue impuesto por Netzahualcóyotl Jáuregui, la gobernadora o cualquier otro antes que la alcaldesa mexicalense
Tras el último conflicto entre la alcaldesa de Mexicali, Norma Alicia Bustamante, con la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda por temas relacionados con la seguridad, la primera se dio cuenta del tremendo problema en que se encuentra, al permitir que se le impusieran -por acuerdos políticos- la mayoría en el Cabildo y varias posiciones en administración municipal.
Basta ver los perfiles del recién conformado cuerpo colegiado municipal para coincidir en que Bustamante no tiene interlocución con ellos, pero además, que responden a otros líderes políticos, como el secretario del Bienestar, Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán -su rival político-, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, e incluso al secretario del Trabajo, Alejandro Arregui.
Dentro del Cabildo, la mayoría morenista se compone por los reelectos Suhey Rocha Corrales y César Castro Ponce, quienes forman parte del primer círculo cercano del Netzium, grupo político al que también pertenecen Francisco Javier Molina. Isaías Morales, Yenni Olúa y Beatriz García Arce -esta última, madre del ahora ex regidor Sergio Tamai-. Ambos pertenecen al grupo de Marina del Pilar, además de Blanca Patricia Ríos López, quien se vincula políticamente con Arregui y el partido Fuerza por México.
A estos ediles se agrega el nuevo síndico procurador, Óscar Vega Marín, conocido como El Loco Abreu por la cantidad de camisetas de diferentes colores que ha portado en los últimos años, pues de ser panista, pasó a Movimiento Ciudadano, luego al PVEM y finalmente se colocó con Morena.
Hay que recordar que Vega Marín es cercano a Carlos Torres Torres, pero además fue jefe de la actual gobernadora en 2012, cuando laboraban en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por lo que el vínculo y la amistad son más que evidentes.
El único edil que responde y apoya a Norma es Alfredo Wong, joven que trabajó en el Instituto Municipal de Arte y Cultura.
No hay que ser especialista político para entender que las posiciones no sólo fueron cuotas, sino una herramienta de control. Es más que evidente que la presidenta municipal se encuentra contra la espada y la pared, obligada a responder a las determinaciones de la gobernadora y de su equipo, pues basta un solo mensaje por parte de alguno de sus operadores para “frenar” las acciones no consensuadas con la mandataria estatal; o bien, para llevar a las últimas consecuencias cualquier irregularidad cometida durante su gestión.
Norma Bustamante se encuentra rodeada de posibles enemigos políticos… todos, del mismo color que la encumbró como alcaldesa.
REFILÓN
El ahora ex síndico Héctor Israel Ceceña terminó su gestión como lo que siempre fue: un palero de Marina del Pilar Ávila Olmeda, además de que se esforzó por impedir la transparencia y la rendición de cuentas.
En su última aventura, días antes de salir de la administración definió que el documento que envió a las dependencias de seguridad para realizar los Exámenes de Control y Confianza a 160 agentes de la Policía Municipal adscritos a la zona Sur del Valle de Mexicali, sería reservado de forma indeterminada, bajo el argumento de que se pondría en riesgo a los agentes enviados a evaluación, lo cual resulta curioso porque los oficiales denunciaron abusos a sus derechos humanos e incluso tortura.
De lo que no se percató, es que al reservar la información confirmó lo que ya se sabía: el traidor del Ayuntamiento de Mexicali para “legalizar” el abuso cometido contra los oficiales, fue el ex síndico Héctor Ceceña.