Desde el pasado 18 de septiembre, el Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), lo que antes era el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (INAPESCA), trasladó las operaciones de Ensenada a la Ciudad de México.
La Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC) y los productores pesqueros de Baja California que en conjunto representan a unas 3 mil 700 personas del sector manifestaron su descontento, ya que esta decisión representa un obstáculo en la tramitología.
Los pescadores llevan a cabo distintos trámites en esas oficinas como son los permisos, renovaciones, inspecciones y otras autorizaciones.
Los ribereños alertaron sobre las graves consecuencias que el cambio podría tener en la atención de las necesidades del sector. “La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, comprende la importancia de la investigación para la sostenibilidad de la pesca. Por ello, ya hemos comenzado a socializar esta demanda”, señalaron los integrantes de la CODUC.
Los productores confían en que el nuevo titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Julio Berdagué Sacristán, atenderá la situación con sensibilidad. “La decisión del director del IMIPAS, Pablo Arenas Fuentes, no responde a las necesidades del sector, sino a motivos personales que perjudican a miles de familias en el Pacífico mexicano”, apuntaron.
Los pescadores también criticaron el traslado de la oficina, afirmando que contradice las recientes declaraciones del secretario Berdagué, quien sostuvo que las oficinas de la Ciudad de México no son adecuadas para gestionar actividades como la pesca.
“En la capital no se pesca ni un camarón, ni una almeja. La oficina del IMIPAS debe permanecer en Ensenada, donde está la actividad pesquera”, agregaron.
Luis Roberto Martínez Santos, secretario de pesca de la CODUC en Baja California, subrayó que la Dirección del Pacífico actualmente gestiona el 61% de las solicitudes pesqueras a nivel nacional, de las cuales el 87% provienen del noroeste del país, que incluye a Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa.
La situación se presentó 15 días antes de que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, le entregara el cargo a Claudia Sheimbaun Pardo. Es un “capricho” fue como calificó esta decisión.
“El traslado dificultará enormemente la resolución de los problemas”, advirtió, y señaló que los productores temen una mayor burocracia y costos adicionales al tener que trasladarse a la capital.
Además, criticaron la gestión de Cathy Valdez Domínguez, jefa del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP) en Ensenada, a quien acusan de incompetencia y de haber dejado sin atender más de 30 demandas del sector. Marco Antonio Ortiz Salas, secretario general de la CODUC, pidió su remoción inmediata.
Como solución, los líderes pesqueros proponen que, si el traslado de la dirección es inevitable, se realice a Mazatlán, Sinaloa.
“Esta ciudad costera permitiría una colaboración más cercana con CONAPESCA y mejoraría la atención a los estados del noroeste, donde se concentra la mayor parte de la actividad pesquera”, afirmaron.
Los pescadores insisten en ser escuchados por los consejeros de la Junta de Gobierno del IMIPAS, dijeron que harán la petición por las vías oficiales, pero al no tener una respuesta no dudaron en tomar las oficinas de la SADER.