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lunes, octubre 28, 2024
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FICM: renacer y revalidarse

En la búsqueda de una industria cinematográfica sana y diversa, el Festival Internacional de Cine de Morelia se reafirmó como epicentro y alma del cine mexicano que, en voces de sus protagonistas, concuerdan en coexitir con streaming como nuevo componente del ecosistema; contrarrestar al algoritmo con cine de autor honesto, libre, y diverso; impulsar red de cinetecas y formación de nuevos públicos; apostar por la coproducción, reaprender y ver nuestro cine; y no medir el arte por su taquilla, sino por su calidad

 

Es el cine mexicano, el alma del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), y el gozo por palpar nuevas narrativas rebosa en los rostros de los ocupantes de las calles de adobe, danzando entre teatros, museos y el primer complejo de Cinépolis instalado en el corazón de la Capital michoacana, donde la felicidad estampada en los edificios de cantera retumba con los campanazos de una catedral que atestigua una ciudad de alfombras rojas, en víspera del festejo del Día de Muertos, pero primero, el de los vivos y su cine.

Siendo el platillo fuerte de la programación del encuentro fílmico michoacano, las cintas nacionales ocupan toda la atención de una ciudad educada en séptimo arte que abarrota las salas, ávida por descubrir historias, documentales y ficciones, diálogos cotidianos que permiten reflejarse, encuadres y secuencias, retratos, sonidos, drama, comedia o terror.

Morelia atestigua el regocijo de crear, exhibir y sentir las películas, mientras los protagonistas detrás y frente a cámaras, celebran el incremento de producciones nacionales. “Estamos en un momento coyuntural y de renacimiento en el cine mexicano, con estímulos que impulsan nuevas y diversas voces, aunque rezagados no sólo en presupuesto, sino de revisión de criterios para definir lo que sucederá en el cine mexicano en los próximos 25 años, porque hoy el cine mexicano está agotado y necesita revalidarse”, subrayó a ZETA el productor y guionista Julio Chavezmontes, quien presentó en FICM la coproducción “El Jockey”, estelarizada por Daniel Giménez Cacho.

“El cine mexicano es, principalmente, independiente, como el de Estados Unidos, que no representa ni el 1 por ciento de su taquilla. El éxito o fracaso de las películas mexicanas no son por tema de calidad, sino de recursos para exhibirlas, y no sólo podemos pedirle a Cinépolis y Cinemex que programen. Requerimos programas de formación de públicos, incentivar salas independientes para acercar y redescubrir nuestro patrimonio fílmico. Y no hay que confundir taquilla con calidad”, señaló el director de la productora Piano, que desarrolla proyectos de los cineastas Lucrecia Martel, Lucía Gajá y Andrés Kaiser.

Para Chavezmontes, la coproducción es el camino: “Justamente tenemos que sumar fuerzas y colaborar para seguir apoyando el discurso de autor, la coproducción es la forma esencial del cine independiente, más cuando los fondos públicos no apoyan ni el 10 por ciento de los proyectos que lo solicitan, frente a un streaming, que si bien, es un nuevo componente del ecosistema de la industria del cine que ha cambiado la forma de hacerlo, mi preocupación es que se vuelva la única forma de producirlo”.

Por su parte, Daniel Giménez Cacho observó la falta de diálogo con autoridades: “Los funcionarios de Cultura, en vez de ser nuestros representantes, parecen nuestros adversarios. Y lo más grave es que no podemos ver nuestras películas, y el Estado tiene la obligación de intervenir. Necesitamos espacio para ver nuestro cine”.

Cortesía

En el mismo orden de ideas, la directora Astrid Rondero, cuya cinta “Sujo” -nominada a representar a México en los Oscar y Goya- es parte de la selección oficial de FICM, señaló a este Semanario la necesidad de recuperar financiamiento para óperas primas: “El cine nacional tiene buena salud porque tenemos buenos cineastas vivos. Somos una tradición a donde quiera que vayas en el mundo. Es muy fuerte el cine mexicano, hace falta compartirlo más, creemos que el cine se ve mejor en comunidad y en salas de cine”.

A lo que el actor Moisés Arizmendi subrayó: “Cambió el modelo comercial. El rey era Hollywood, ahora las plataformas. Pese a que el cine nacional está plagado de comedia romántica, de cine de fórmula de 90 minutos, con (Martha) Higareda, (Omar) Chaparro y (Mauricio) Ochmann, el cine mexicano independiente, de autor, sigue explorando temáticas que de pronto con las plataformas aumentan su vigencia y alcance hacia otros territorios, regando reflexión y cuestionamientos. Sí, odio que las plataformas de streaming te quieren imponer su top 10 y quizá yo quiero ver de la película once en adelante, y hoy son nuestras fuentes de empleo, de ellos comimos los últimos 18 meses el 70 por ciento de los actores mexicanos”.

 

ARTE CONTRA OLA DE CONTENIDOS

“Lo interesante de hacer películas es que perduren, sean memorables para la audiencia y no queden como contenidos desechables, sino que hagamos arte para diferenciarnos de esa ola gigante de contenidos. No podemos escaparnos del universo del entretenimiento, pero con honestidad, temáticas diversas y arriesgándonos, podemos captar públicos a través de películas de autor, libres, quizá contrarias a lo que piden el streaming, pero de no haber apoyos públicos, estaríamos sometidos a ese mercado digital, que tampoco está mal, pero hay voces que no caben, y no queremos perder la integridad y el valor”, explicó a ZETA el cineasta Alejandro Andrade, quien estrenó “Hombres íntegros” como parte de la Selección Oficial de la vigésima segunda edición del FICM.

“Debemos seguir produciendo cine, y no dejarle la tarea a las plataformas extranjeras y su algoritmo. Necesitamos retratar nuestra imagen, proteger el arte y nuestra cultura. Impulsar la idea de una red de cinetecas, porque no hay que olvidar que el arte a veces no es taquillero. El 7 por ciento de los estrenos en México son mexicanos, y de esos, sólo representamos el 3 por ciento de la taquilla. Somos un país con mayor número de espectadores por cinta, pero todo se va al cine norteamericano, por ello la necesidad de formación de públicos, llevar el cine a las aulas para que accedan a un cine que no están acostumbrados”, agregó.

Asimismo, el experimentado productor Marco Polo Constandse, fundador de Filmadora, la cual desarrolló el filme “La cocina” de Alfonso Ruizpalacios, parte de la Selección Oficial del encuentro cinematogáfico michoacano, enfatizó el balance entre cine comercial y de autor: “Hay que buscar y luchar por hacer lo que quieres, lo que te mueva y genere libertad, el arte del cine lo genera, pero nuestra pelea es seguir haciendo películas que se estrenen en la pantalla grande. El algoritmo ahí está, las plataformas están, vivimos y coexistimos”, a lo que la legendaria productora y realizadora mexicana Bertha Navarro, quien será homenajeada en FICM por más de 50 años de trayectoria cinematográfica. planteó:

“Es una etapa difícil para el cine en el planeta, no nada más acá en México. Desde hace mucho tiempo, ya son décadas en que el cine que se exhibe es el cine hollywoodense y nuestras películas si duran tres semanas en cartelera es mucho, así sean obras de arte. Hemos luchado, llevo más de 50 años ‘duro y dale’ y no pasa nada, pero es la distribución y exhibición, ahí está todo. Tenemos que abrir espacio para nuestro cine y para el cine del mundo, el público tiene que reaprender y verlo”.

Foto: Cortesía/Aarón Fernández

ALGORITMO VS RIGOR

“El algoritmo y las plataformas de streaming son temas muy complejos, creo que siempre nos estamos enfrentando a algo nuevo y no sé, cuando era niña mis papás decían: ‘El Nintendo, es que esto es el fin de todo’, y luego el celular, ‘esto es el fin del todo’, y antes decían: ‘La televisión, esto es el fin del todo’. Bueno, ésta es una nueva época y vamos a ver cómo nos seguimos relacionando”, precisó la actriz mexicana María Aura, parte de los créditos de “Hombres íntegros”.

“Creo que la imposición de contenido de streaming hay que enfrentarla intentando siempre ser lo mejor, mejores personas y actores en el set, ocuparnos de lo nuestro, porque no podemos cambiar lo que no podemos controlar. Cada uno debe intentar ser lo mejor que pueda. Como actriz me ocupo de mi parte, todavía no me enfrento nunca a esta disyuntiva de la inteligencia artificial. Sin duda es un nuevo tiempo bastante horrible”, subrayó Aura.

Mientras tanto, Aarón Fernández, realizador de “Hijo de su padre” y parte de la competencia de la Selección Oficial de Largometraje Mexicano del FICM, reiteró que existen tendencias y modos de producción que modifican al cine, “hay que tener mucho cuidado porque el streaming se puede volver una televisión chafa, de lenguaje televisivo, de mucho control, de crear a fuerzas el éxito comercial y tal, luego se puede perder el camino; los directores tenemos que ser lo suficientemente fuertes para imponer una visión, una voz”.

Por último, expresó que, si bien tanto el modelo comercial como autoral son válidos con una voz honesta, “hay proyectos autorales que son lentos y aburridísimos, al mismo tiempo que las plataformas están eligiendo a directores famosos o con una carrera consolidada, haciendo películas exitosas con gran personalidad, porque necesitan de esas voces únicas para sus nuevos contenidos que conjugan con su algoritmo”.

Con ello, el cine mexicano continuará en el camino entre renacer y revalidarse.

Autor(a)

Roberto A. Partida Sandoval
Roberto A. Partida Sandoval
Licenciado en comunicación por la UABC. Periodista de entretenimiento. Editor de Espectáculos. 22 años en ZETA. Apasionado por el cine, música, viajes, gastronomía, ciclismo, senderismo y aventura.
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