En “Narrar nuestro tiempo” Carlos Mora Álvarez reúne a quienes desde el prólogo Jorge Castañeda identifica como “intelectuales públicos” por su contribución desde la diplomacia, la literatura y el periodismo a una discusión sobre México, Latinoamérica y el mundo en las distintas épocas en que les tocó vivir.
Editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, con la selección y notas de Hugo Alfredo Hinojosa, un apunto introductorio de Alejandro Celorio y el prefacio siempre certero de Castañeda, este título ofrece una lectura rica, amena, llena de matices y anécdotas de personalidades de tres ámbitos que tienen un punto en común: construir puentes de entendimiento, rutas de pensamiento y perspectivas críticas desde su rincón del mundo.
En el preámbulo de su lanzamiento, en entrevista con ZETA, Mora Álvarez comparte el origen y desarrollo de este título que se integra a su bibliografía siempre en una fortuita evolución.
– En este libro, “Narrar nuestro tiempo”, decides reunir voces de la literatura, el periodismo y la diplomacia y al leerlo recreas con estas páginas pasajes claves de la historia particularmente de Latinoamérica y, por supuesto, de México. ¿Cómo planeaste este contenido?
– Vaya pregunta tan profunda y puntual Gabriela querida, siempre es una delicia charlar contigo. Este libro nace con la idea de realizar un estudio sobre la diplomacia en general y quienes la ejercen con elegancia, valentía e integridad. Sin embargo, desde el principio surgieron los personajes como el de Fuentes, Bárcena, Gutiérrez Canet, Borges, Archer, Maestretta y el propio Castañeda, generando la combinación de escritores, periodistas y autores con diplomáticos, que en algunos casos hemos publicado en nuestras entregas literarias anteriores y en esta contextualizamos y actualizamos; de suyo, varias y varios de los participantes siguen más activos y vigentes que nunca; son historias vivas que se establecen diariamente en muchos casos y otros tristemente ya nos dejaron cómo Blancornelas, El Gato, Scherer, Granados, a los que considero mis maestros de vida.
– ¿Cómo seleccionaste a quienes Jorge Castañeda llama los “intelectuales públicos” que aquí convergen?
– Realmente no fue en sí misma lo que defines como una selección. En la mayoría de los casos son vivencias personales con algunos de los participantes, con obvias excepciones como Spota, Borges, Marías, Rulfo, Vargas Llosa (al que por cierto atendí durante una semana completa) Kennedy, Clinton ( aunque con él sí tuve contacto ) o Churchill.
– ¿Por qué vinculaste la diplomacia, el periodismo y la literatura?
– Esa fue la clave fundamental. Cuando nos sentamos mi editor el maestro Hugo Alfredo Hinojosa y tu servidor para revisar el material para el libro, nos brotó inmediatamente la coincidencia de Embajadores, Embajadoras, Ministros, Escritores, Periodistas como una delicada mezcla de aromas desbordantes sobre una multitud de talentos maravillosos.
– Las voces mexicanas que reúnes desde distintas épocas y oficios destacan en esta recopilación. ¿Te propusiste este equilibrio que traza la ruta de un país desde los años de Fuentes, Poniatowska hasta nuestros días con personalidades como Martha Bárcena?
– En el mismo orden que lo planteas, Gabriela querida, en el caso de don Carlos Fuentes al que vi en tres ocasiones, no fue hasta la última vez que coincidimos en Venecia cuando pude finalmente platicar largamente con él. El caso en particular de doña Elena, como narro en el libro, fue totalmente circunstancial, para finalmente cerrar con la Embajadora Emérita doña Martha Barcena, con la que me une una estrecha amistad al igual que con su distinguido esposo el igualmente Embajador Eminente don Agustín Gutiérrez Canet, que viene ampliamente detallado en ambos casos a lo largo del libro.
– ¿Qué te han dejado los escritores del “Boom” latinoamericano que también se concentran en estas páginas?
– Ese término del “Boom” lo tomo con el más absoluto respeto del criterio de Borges en sus diferencias con Sábato al igual de los diferentes encontronazos – incluso los pugilistas- entre Vargas y el Gabo, pero ciertamente nos marcó hasta la parte más íntima del alma a mi generación, los nacidos en los años sesenta, particularmente los de la primera parte de la década. En mi caso soy del 62 y los empecé a leer antes de los 10 años, a Rulfo especialmente, además de Lewis, Robbins y Puzo antes de los 15, junto con Spota, además de obviamente a García Márquez y Vargas Llosa.
– ¿Cuáles son tus escritores favoritos de este libro y por qué?
– Favoritos todas y todos sin excepción. Yo sólo escribo de los seres humanos que mueven y me conmueven, que admiro infinitamente y nos hacen sentir honrados con su existencia.
– ¿Qué estás leyendo ahora y por qué has elegido esos autores y libros?
– Que pregunta tan hermosa Gabriela. Para este libro me adentré inicialmente en gigantes de la escritura como los citados, líneas arriba; Borges, Rulfo, y un magistral etcétera de autores, lo que me llevo a – sólo por citar un par – dos escritores periodistas excepcionales únicos que lamentablemente ya desaparecieron y con los que estoy fascinado: Don Javier Marías, el posiblemente mejor autor español del último medio siglo para mí y, por supuesto, el increíble polaco don Ryszard Kapušciński.
– Sueles ser un autor que siempre tiene otros títulos en camino, ¿en qué estás trabajando ahora?
– Hace algunos meses mi editor, en una gira de trabajo por el sureste, en un trayecto por carretera de una docena de horas, me hizo una pregunta muy puntual: “Carlos, ¿cómo se convirtió tu papá en el decano de los industriales madereros de Baja California? “A lo largo de las siguientes horas, al concluir sólo una parte de mi respuesta, me dijo enfatizando: “Ahí tienes todos los materiales para tu próximo proyecto “, lo que francamente me estremece, querida Gabriela.
– Por último, ¿cuándo presentarás este “Narrar nuestro tiempo” y dónde?
– Nuestra casa editorial, la generosa Universidad Autónoma de Nuevo León, realiza cada marzo su Feria Anual con el sugerente programa llamado UANLEER. Invariablemente siempre empezamos las presentaciones ahí, en Monterrey, luego nos seguimos a Ciudad de México, Tijuana y donde nos hagan el honor de invitarnos.
Curiosamente nuestro libro anterior “Por una fiesta que acallan: coros taurinos“ tuvimos la fortuna de presentarlo inesperadamente en este orden: la Plaza México (enero), la UNLEER (marzo ), Tijuana (abril) y finalmente en Las Ventas en Madrid, España (mayo ), sin duda el coso taurino más importante del mundo.