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lunes, septiembre 16, 2024
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“Tengo la esperanza de encontrarlo”: Wendy, esposa de Servando Salazar

Moisés “N” y José Alfredo “N”, ingeniero y supervisor general de Prime Wheel, respectivamente, fueron vinculados a proceso por el delito de Desaparición Forzada en contra de su compañero de trabajo Servando Salazar Cano.

Como diariamente, y tras ocho años de trabajo, Salazar Cano, acudió a la empresa dedicada a la fabricación de rines, ubicada en la calle Exportadores del Parque Industrial Chilpancingo, en el Cañón del Padre, el pasado 23 de agosto, en donde se desempeñaba como gerente. Desde esa fecha se desconoce su paradero.

“Salió a trabajar el 23 de agosto aproximadamente a las 7:40 a.m.  Hay evidencia de que  ingresó a la fábrica. Se llevó a cabo una reunión de trabajo después de la 1:02 p.m., laborando con unos compañeros, y posteriormente simplemente desapareció, sin que nadie diera cuenta de su salida”, explicó la titular de la Fiscalía General del Estado, María Elena Andrade Ramírez.

Su automóvil y pertenencias nunca salieron de las instalaciones de la empresa; sin embargo, su teléfono celular fue localizado en la Plaza Santa Anita, ubicada a unos tres kilómetros de la fábrica.

El sábado 24 sus familiares entraron a realizar una búsqueda sin éxito. Tras el reporte en la Fiscalía, el domingo 25, los agentes arribaron el lunes 26 alrededor de las 11 a.m. a las instalaciones de Prime Wheel, iniciando una búsqueda exhaustiva que continúa sin cesar.

Hasta el momento la FGE ha analizado más de tres mil horas de video de 140 cámaras ubicadas en las seis naves de las que se conforma la empresa, con el apoyo de un equipo de técnicos informáticos,

Por su parte Alejandro Arregui, secretario del Trabajo, señala que la empresa dedicada a la función de aluminio la componen cinco mil 800 trabajadores, y se han realizado más de 80 entrevistas al personal.

 

Vinculados tenían más de una década trabajando en Prime Wheel

Tras los trabajos de logística se solicitó la orden de aprehensión por el delito de Desaparición Forzada, el día 30 de agosto, en contra de dos trabajadores: Moisés “N”, ingeniero, y José Alfredo “N”, supervisor general, ambos con más de 10 años de laborar en la empresa junto a Servando, explicó la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), María Elena Andrade Ramírez.

Con base a las cámaras de videovigilancia y tras la localización de su celular en Plaza Santa Anita, siendo ésta una de las principales líneas de investigación, se identificó un vehículo Jeep Chrysler (el cual era propiedad de Moisés) saliendo durante las horas en que se tuvo comunicación por última vez con la víctima, presuntamente con la intención de arrojar el celular.

“Uno de ellos es supervisor general de hornos de fundición, hornos de desecho y maquinado, y el otro es ingeniero. Ambos laboraban en la planta 1, donde desapareció la víctima. Ésta es un área de acceso restringido en algunas partes, donde se encuentran hornos de alta densidad para fundir metales, que están en constante actividad y utilizan productos corrosivos o letales”, compartió.

La titular de la FGE, señaló que podría haber más personas involucradas en la desaparición, destacando que estos serían altos mandos, pues se necesitaría de dicha jerarquía para dictar las órdenes sobre las que pudo haber desaparecido.

El jueves 5 se realizó la audiencia de vinculación a proceso, por el delito de Desaparición Forzada cometida por Particulares. Los detenidos podrían enfrentar hasta 50 años en prisión.

De acuerdo a los datos de prueba, presentados por la agente de Ministerio Publico, con base en entrevistas a testigos, la empresa contaba con una bitácora de entrada, donde la víctima ingresó a las instalaciones alrededor de las 8:26 a.m. a bordo de su vehículo Ford F150 modelo 2015, con placas ZJN-561-B.

En el lugar Servando impartió un curso de capacitación de mantenimiento a varias personas desde las 9 a.m. hasta la 1:15 p.m., según señalaron participantes. Les indicó que salieran a comer, así como que regresarán a las 2:15 p.m. para continuar. Para dicha hora, y a pesar de numerosas llamadas, nunca apareció.

Con base en las cámaras de videovigilancia, alrededor de las 1:34 p.m. salió un vehículo Jeep Chrysler color negro, modelo 2024 con placas VMM-530-A, hacia la calle Maquiladoras, se incorporó al bulevar Terán Terán, hasta que ingresó a la Plaza Santa Anita, sitio en donde el celular de la víctima fue localizado.. Llegó al estacionamiento a la 1:52 p.m. y sale cuatro minutos después, momentos en donde el carro nunca se detuvo, sólo circuló.

Cabe destacar que al ser entrevistados, inicialmente los imputados declararon que al salir de la empresa se dirigieron a Plaza Centrum en Otay, hacia el local Mr. Pollos; sin embargo, al analizar las cámaras del lugar, nunca se observaron a dichas personas en el horario de interés.

Foto: Mara Yañez

De acuerdo a diversos testigos, la víctima, así como los tres relacionados, fueron vistos en diversos momentos en el horario de desaparición en el pasillo que conduce a la salida -la única salida-, mismo que se encuentra cercano a los baños.

A raíz de los análisis realizados por criminalística y peritaje, en los baños se localizaron indicios de interés. Al trapeador se le roció un líquido llamado “Blue Star” en la tela y mango de un trapeador, donde se realizó identificación positiva a sangre humana; sin embargo, no se precisó a quién pertenecía. Asimismo, dos mingitorios dieron positivo a la misma sustancia.

Según la declaración de un testigo, en la empresa presuntamente se encuentra en curso una investigación contra 13 personas por pérdida de material. De acuerdo a la titular de la FGE, una de las líneas de investigación está relacionada a actividades ilícitas cometidas dentro de la empresa, en donde igualmente se considera la venta de aluminio.

Ante las pruebas presentadas se dictó Auto de Vinculación a Proceso con la medida cautelar de Prisión Preventiva Justificada, y un plazo de investigación de seis meses, el cual finalizará el próximo 5 de marzo de 2025.

 

“Perdí la luz de mis ojos”

Empujar el caso para no permitir que se quede en la impunidad ha sido el propósito de Wendy Bravo, esposa de Salazar Cano  quien, a pesar de encontrarse en gestación, ha realizado búsquedas de campo y marchas en compañía de la fundación “Todos Somos Erick Carrillo”.

Asimismo, denunció que el pasado 2 de septiembre fue a recuperar el vehículo de su esposo, que se encontraba en el corralón Mi Ranchito, en Valle de las Palmas, donde le solicitaron cuatro 700 pesos, además del gasto para obtener copia de las llaves. La unidad se encontraba con las ventanas abiertas y le hacían falta herramientas que acababa de comprar.

“Si tuviéramos un problema, me lo hubiera dicho, pero a sus hijas no las hubiera dejado. No tiene vicios. Servando peca de bueno, no es una persona problemática. Para sus hijas es el mejor papá”, comentó.

“No pararé hasta encontrarlo con vida”, subrayó Wendy. Hasta el jueves 5 de septiembre, se desconocía el paradero de Servando Salazar.

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