Un grupo de decenas de manifestantes contra la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), que se encontraban afuera de la antigua Casona de Xicoténcatl, la sede alterna del Senado, se enfrentaron, la noche del 10 de septiembre de 2024, con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), los cuales portaban equipos antimotines y formaron vallas alrededor del inmueble.
Las protestas comenzaron luego de que Miguel Ángel Yunes Márquez, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, confirmó, el 10 de septiembre de 2024, durante la sesión del Pleno de la Cámara Alta del Congreso de la Unión, que votaría a favor de la reforma al PJF, misma de la que ya se había comprometido a sufragar en contra.
Los elementos de la SSC-CDMX lanzaron gas lacrimógeno para replegar a los manifestantes, los cuales comenzaron a empujar a los policías antimotines, que formaban filas con escudos, para impedirles el paso.
El mismo día, a nombre de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), la ministra Norma Lucía Piña Hernández reiteró un llamado al diálogo, para resolver las diferencias, así como para avanzar hacia la reconciliación y la paz.
En un mensaje difundido a través de las diversas redes sociales del máximo tribunal constitucional, se informó que la ministra Piña Hernández manifestó que las vías legales e institucionales eran el camino.
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“La ministra presidenta de la SCJN y el CJF, Norma Lucía Piña Hernández, desde el respeto a los derechos fundamentales a la libre expresión de ideas, la asociación y protesta pacífica de las personas juzgadoras que legítimamente se manifiestan para pedir ser escuchadas en las deliberaciones legislativas de la reforma judicial, en congruencia con los valores que defendemos: la justicia, libertad y democracia, reitera el llamado a escuchar, las vías legales e institucionales y el diálogo pacífico, abierto y responsable como el camino para resolver nuestras diferencias y avanzar hacia la reconciliación y paz que México necesita”, indicó lel máximo tribunal constitucional, en su mensaje.
José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña -presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta del Congreso de la Unión-, a reanudar, a las 19:00 horas del 10 de septiembre de 2024, en una sede alterna, la antigua Casona de Xicoténcatl, la sesión ordinaria del Senado de la República, donde se discutiría la reforma al PJF.
“He dado instrucciones para que servicios parlamentarios convoque a la reanudación de la sesión a las siete de la noche en la antigua sede del @senadomexicano, conocida como la Casona de Xicoténcatl. Habrá reforma al poder judicial (sic)”, escribió Fernández Noroña.
La sede alterna de la Cámara Alta del Congreso de la Unión -ubicada en la calle Xicoténcatl número 9, en la colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc- estaba resguardada por elementos de la SSC-CDMX, los cuales portaban equipos antimotines y formaron vallas alrededor del inmueble.
Cientos de manifestantes contra la reforma al PJF, alrededor de las 16:30 horas del 10 de septiembre de 2024, ingresaron al Salón de Plenos del Senado de la República, por lo que Fernández Noroña -presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta del Congreso de la Unión-, se vio obligado a suspender la sesión ordinaria de manera indefinida.
“¡El Poder Judicial no va a caer, no va a caer!”, “¿En dónde están, en dónde están, los senadores que nos iban a escuchar!”, “¡Traidores!”, “¡El juez imparcial es de carrera judicial!”, “¡Escuchen a su pueblo!”, “¡Somos abogados, no somos acarreados!”, “¡Si Juárez viviera, con nosotros estuviera!”, “¡Ni un paso atrás!”, “¡México, despierta, la dictadura está en la puerta!”, “¡Somos el pueblo, ¿dónde está Morena!”, ¡fueron algunas de las consignas que coreaban los manifestantes, ataviados con playeras, además de que portaban pancartas, con frases alusivas a la defensa del PJF. También traían banderas de México y cantaron el Himno Nacional.
Horas antes, el Pleno del Senado dio primera lectura a la reforma judicial. Tras ello, se citó a las 14:30 horas del 10 de septiembre de 2024, para la presentación, por 15 minutos, del dictamen por parte de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado, presididas por Ernestina Godoy Ramos y Minerva Citlalli Hernández Mora, respectivamente.
Tras ello, Agustin Dorantes Lámbarri, senador del grupo legislativo del Partido Acción Nacional (PAN), presentó una moción suspensiva, para pedir que se detuviera la discusión de la reforma al PJF, debido a que consideró que la iniciativa era dañina para el país. Sin embargo, con 85 votos en contra y 41 sufragios a favor, el Pleno de la Cámara Alta del Congreso de la Unión la desechó.
Cuando estaban en el posicionamiento de cada uno de los grupos parlamentarios, Fernández Noroña anunció que un grupo de manifestantes habían entrado a la explanada de la sede del Senado de la República, por lo que le pidió a los legisladores que, por su seguridad, desalojaran el Salón de Plenos. Además de decretó un receso de manera indefinida.
Ciudadanos a favor y en contra de la reforma al Poder Judicial de la Federación se colocaron fuera de la sede del Senado. Los opositores a la iniciativa eran mayoría y estaban sobre la avenida Paseo de la Reforma, en tanto que un grupo menor, que apoyaba la propuesta, permanecía sobre Insurgentes.
Durante una entrevista en Radio Fórmula, Fernández Noroña aseguró que la irrupción de manifestantes y trabajadores del PJF en el salón de Plenos del Senado, se trataba de una provocación y un acto desesperado para evitar la aprobación de la reforma judicial.
“Nosotros no vamos a recurrir a ningún acto de represión, es una franca provocación, es un acto desesperado porque saben que tenemos los dos tercios, 86 [senadores], inclusive”, dijo el presidente de la Mesa Directiva del Senado.
El también legislador de Morena sostuvo que tomó la decisión de intentar replegar a los manifestantes del salón de sesiones, ya que, según él, no buscó reprimir en ningún momento la protesta, aunque los manifestantes irrumpieron de manera violenta en la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
“Si se hubiera tomado la decisión de liberar el salón pues hubiera habido una represión, yo garantizo por un lado la integridad de las senadoras y senadores, pero también de los manifestantes, que a pesar de que entraron con violencia al salón de sesiones, y a pesar de que han sido escuchados, y de que se comprometieron a permitir el desarrollo de la sesión, pues no honraron su palabra”, reprochó Fernández Noroña.
