Durante una sesión pública, el Pleno de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aprobó, el 14 de agosto de 2024, por unanimidad el dictamen del cómputo final de la elección presidencial, declaración de validez del proceso electoral y de presidente de la República, electo para el periodo del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2024.
Dicha institución destacó que se cumplieron los principios constitucionales y normas legales que lo regían, para considerar una elección libre, auténtica y democrática. Tras haber analizado cada una de las etapas y actos que componen el proceso electoral, el Pleno de la Sala Superior del TEPJF concluyó que todas las etapas del proceso electoral para renovar cargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos se llevó a cabo bajo los principios rectores de la función estatal electoral, de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.
Asimismo, el Pleno de la Sala Superior del TEPJF también determinó que la votación en las elecciones fue abrumadora y Claudia Sheinbaum Pardo -ex candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por los partidos Morena, del Trabajo (PT), y Verde Ecologista Mexicano (PVEM)- cumplía con los requisitos de legibilidad y por primera vez sería una mujer quien asuma la Presidencia de la República y encabezaría las Fuerzas Armadas, como comandanta suprema. Ante ello, el 15 de agosto de 2024, recibiría la constancia de mayoría.
El dictamen que el Pleno de la Sala Superior del TEPJF dio validez a cinco puntos. Primero, que Sheinbaum Pardo recibió la mayoría de votos. Segundo, que el proceso democrático cumplió con los principios constitucionales. Tercero, que la presidenta electa cumplía con los requisitos de elegibilidad establecidos en los artículos 82 y 83 de la Constitución. Cuarto, se le declaró como la primera presidenta electa para que se desempeñara en el periodo 1 de octubre de 2024 al 30 de septiembre de 2030. Quinto, se ordenaba expedir la constancia de mayoría y validez.
Durante sus intervenciones, la mayoría de los magistrados hicieron un reconocimiento a la labor de todas las instituciones involucradas en el proceso democrático y la voluntad de la ciudadanía respecto a la decisión tomada en las urnas.
“La elección de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de México, no es solo un avance en la representación política, sino que refleja una transformación profunda en nuestra sociedad. La llegada de una mujer a la presidencia del país representa un avance significativo de décadas de lucha por la igualdad de género y la inclusión política”, dijo el magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera.
Por su parte, la magistrada Janine Madeline Otálora Malassis señaló que la “política puso sus tiempo a los plazos de la ley”, además de que criticó la intervención que tuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador desde las conferencia de prensa matutinas y sus ataques contra Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, así como la violencia electoral derivado a los casos de candidatos y aspirantes que fueron reportados a lo largo de la contienda.
“El inicio de este proceso electoral para renovar la presidencia de la República estaba legalmente previsto para el 7 de septiembre de 2023, sin embargo, las dos coaliciones que obtuvieron la mayoría de los votos decidieron adelantar el proceso para seleccionar sus candidaturas, aquí la política puso sus tiempos a los plazos de la ley y ni el Instituto Nacional Electoral ni este Tribunal Electoral se pudieron frenar esta decisión”, enfatizó la magistrada.
Mientras que el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón coincidió en que la actual ley electoral necesitaba reformarse y ajustarse conforme avanzaban los proyectos políticos, ya que, según comentó, los partidos y actores políticos adelantaron los tiempos y trasgredieron artículos de la Constitución, así como la la Ley General del Instituciones y Procedimiento Electorales (LEGIPE).
Según los cómputos del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Sheinbaum Pardo -ex candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por los partidos Morena, del Trabajo (PT), y Verde Ecologista Mexicano (PVEM)-, era virtual ganadora de la Presidencia de México, con el 59.3577 por ciento de la preferencia electoral, lo que se traducía en 33 millones 226 mil 602 votos, 33 millones 135 mil 080 sufragios obtenidos en territorio nacional y 91 mil 522 en el extranjero.
Ello representó una diferencia de 31.4521 por ciento o 17 millones 605 mil 876 votos sobre el segundo lugar, que le correspondió a Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz -candidata a la Presidencia de la República de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que integran la coalición “Fuerza y Corazón por México”-, quien obtuvo 27.9056 por ciento de las preferencias electorales, lo que se traducía en 15 millones 620 mil 726 votos, 15 millones 534 mil 168 sufragios obtenidos en territorio nacional y 86 mil 558 en el extranjero.
En tercer lugar de la contienda quedó posicionado Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC), quien obtuvo 10.4187 por ciento de las preferencias electorales, lo que se traducía en 5 millones 832 mil 105 votos, 5 millones 827 mil 671 sufragios obtenidos en territorio nacional y 4 mil 434 en el extranjero.
Por otra parte, 1.3 millones de personas (2.3 por ciento de la votación) optaron por anular su voto, mientras que 85 mil ciudadanos emitieron su sufragio por candidatos no registrados. Asimismo, 85 mil 689 personas votaron por candidatos no registrados, el 0.1530 por ciento.