Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental del Gobierno de Estados Unidos, respaldó, el 28 de agosto de 2024, a Kenneth Lee Salazar, titular de la Embajada de Estados Unidos en México -desde el 2 de septiembre de 2021-, quien advirtió, el día 22 del mismo mes y año, que la reforma al Poder Judicial Federal (PJF) mexicano -que envió, el 5 de febrero del mismo año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, al Congreso de la Unión-, que incluyó “la elección directa de jueces”, representaría “un riesgo para el funcionamiento de la democracia y la integración de las economías”.
“@USAmbMex Salazar y yo compartimos un respeto permanente por la soberanía de México. Estados Unidos y México deben trabajar juntos como socios iguales para promover la seguridad y la prosperidad en América del Norte. Compartimos nuestras preocupaciones sobre las reformas constitucionales propuestas como socios y amigos. -BAN”, indicó el encargado del Departamento de Estado de EE. UU. para América Latina.
El funcionario federal estadounidense -cuyo jefe directo es Antony John Blinken, pidió, el 12 de junio de 2024, a Claudia Sheinbaum Pardo -ex candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por los partidos Morena, del Trabajo (PT), y Verde Ecologista Mexicano (PVEM), virtual ganadora de la Presidencia de la República Mexicana-, que la reforma al PJF mexicano, que debatiría el Congreso de la Unión en septiembre del mismo año, respetara las inversiones extranjeras, previstas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Durante una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores, de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, respecto a la iniciativa de reforma judicial presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 5 de febrero de 2024, Nichols expresó que México era un país soberano que podía cambiar su marco legal cuando lo considerara.
Sin embargo, el también ex embajador de los Estados Unidos en Perú y en Zimbabue, enfatizó que la transparencia judicial era vital para los inversionistas, tanto mexicanos como extranjeros, y particularmente los de Estados Unidos y Canadá.
“Seguiremos insistiendo, sea cual sea el futuro régimen legal en México, que todos los firmantes del T-MEC respeten las disposiciones de protección de inversión extranjera contenidas en el acuerdo”, afirmó Nichols, quien cuestionado de cómo lograr que el próximo Gobierno de México facilitara la relocalización de empresas, conocida como “nearshoring”, subrayó que Sheinbaum Pardo era científica de profesión y confió en que demostrarle con hechos la importancia de dicho tema, sería convincente para ella.
López Obrador anunció, el 27 de agosto de 2024, una pausa en la relación entre el Gobierno de México y las embajadas de Estados Unidos y Canadá, en respuesta a las críticas que los titulares de ambas representaciones diplomáticas lanzaron contra la reforma al Poder Judicial de la Federación, misma que se discutía en el Congreso de la Unión mexicano.
“Es una decisión del presidente de la República, él es hoy el presidente constitucional, frente al agravio que cometió el embajador, tanto de Estados Unidos como de Canadá”, declaró Sheinbaum Pardo, durante una conferencia de prensa, llevada a cabo desde su casa de transición, llevada a cabo en la alcaldía Iztapalapa.
La presidenta de la República electa detalló que aunque la relación de México con EE. UU. era buena, había asuntos que no le conferían a Estados Unidos, como el de la reforma al PJF. Asimismo, reiteró que la decisiones continuaban correspondiendo a López Obrador y que sería hasta el 1 de octubre de 2024, que ella sería la responsable de decidir. También reveló que, por el momento, no tenía planes de reunirse con Kenneth Lee Salazar, titular de la Embajada estadounidense en territorio mexicano.
“Tenemos muy buena relación con Estados Unidos, con Canadá, son nuestros socios comerciales. Hay diálogo, pero hay temas que le corresponden exclusivamente a los mexicanos y mexicanas decidir, como es el caso de la conformación del Poder Judicial”, explicó Sheinbaum Pardo.
El 27 de agosto de 2024, Salazar, titular de la Embajada de Estados Unidos en México compartió, también en su cuenta de X -antes Twitter-, la respuesta a la nota diplomática enviada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana, el día 22 del mismo mes y año.
“Siempre trabajamos con el máximo respeto a la soberanía de México, tal y como lo expresamos en la nota diplomática que enviamos el pasado 23 de agosto”, escribió el embajador estadounidense, en X, adjuntando el documento enviado a la Cancillería mexicana, mismo que estaba en inglés y español.
“La Embajada de los Estados Unidos de América saluda atentamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos y tiene el honor de responder a la nota SRE/1052/2024 de la Secretaría en relación con la reciente declaración del Embajador Salazar sobre la reforma judicial propuesta por el Gobierno de México”, indicó la representación diplomática estadounidense.
“Estados Unidos sigue apoyando el compromiso de México de fortalecer el Estado de Derecho a través de la reforma judicial, con el objetivo de crear un poder judicial que goce de independencia, autonomía y legitimidad”, abundó la Embajada de EE. UU.
“Con respecto a las preocupaciones de la Secretaría de que los comentarios del Embajador podrían representar una interferencia en los asuntos internos de México, aprovechamos esta oportunidad para afirmar nuestro máximo respeto por la soberanía de México”, enfatizó la representación diplomática de Estados Unidos.
“Al mismo tiempo, mientras trabajamos de manera conjunta como socios para hacer realidad la integración económica de América del Norte y abordar los desafíos de seguridad compartidos que afectan directamente a nuestros dos pueblos, es del interés de los Estados Unidos identificar los acontecimientos que limitarían innecesariamente nuestra capacidad para alcanzar estos objetivos juntos”, dijo la Embajada de EE. UU.
“Como lo expresó el Embajador Salazar, Estados Unidos apoya el concepto de reforma judicial en México, pero nos preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción judicial ni fortalezca el poder judicial del Gobierno de México”, comentó la representación diplomática estadounidense.
“Estados Unidos desea continuar su estrecha colaboración con México para alcanzar nuestros objetivos compartidos como socios iguales y en el espíritu de amistad que refleja nuestros lazos de antaño. La Embajada de los Estados Unidos de América aprovecha esta oportunidad para reiterar a la Secretaría de Relaciones Exteriores las seguridades de su más alta consideración”, finalizó la sede diplomática de EE. UU.