La agencia expuso que Claudia Sheinbaum, próxima Presidenta de México, enfrentará una deuda pública superior al 51% del Producto Interno Bruto (PIB), además de consecuencias adversas que podrían generar las reformas torales en el Congreso.
“La estrategia fiscal y las reformas de gobernanza del gobierno de Sheinbaum serán factores clave para la calificación de México”, anotó la calificadora en su más reciente informe, titulado Agenda, Desafíos y Oportunidades de la Presidenta Electa de México, Sheinbaum.
En 2023 la deuda era de 46% respecto al PIB. Según Fitch Ratings, las proyecciones “prevén un aumento gradual de la deuda/PIB por encima del 51 por ciento debido a mayores déficits primarios, altos costos de endeudamiento y un crecimiento moderado del PIB que promediará el 2 por ciento en 2024-2026”.
Y detalló: “La Presidenta Electa ha indicado que priorizará la reducción del déficit en consonancia con la estabilización de la trayectoria de la deuda/PIB en los próximos años, pero el apetito político por reformas que impulsen los ingresos no está claro”.
Además, “… creemos que las reformas propuestas afectarían negativamente el perfil institucional general de México, pero la gravedad de su impacto podría quedar más clara una vez que se aprueben e implementen”.
Por último, Fitch destacó que los débiles indicadores de gobernanza limitan desde ya la calificación soberana de México y “sólo se compensan parcialmente con un historial de política macroeconómica prudente, creíble y consistente”.