Los cuerpos de Eduardo y Jesús Alejandro, de 13 y 16 años de edad, fueron rescatados esta mañana, martes 6 de agosto, de un lago en el rancho La Herradura, en Tijuana.
A las 07:57, personal de Bomberos localizó los cuerpos de los menores y solicitó la presencia de la Fiscalía General del Estado.
Los menores habían sido vistos por última vez cuando ingresaron a una laguna durante la tarde del lunes 5 de agosto. Los familiares alertaron a los servicios de emergencia para su búsqueda.
Según Bomberos, el reporte fue recibido alrededor de las 17:33, indicando que dos jóvenes habían ingresado a un lago en las inmediaciones del rancho y no habían salido, se inició una búsqueda, pero esta fue suspendida por la noche.
Luis Hernández, capitán de la división de rescate acuático de Bomberos, señaló que tras el reporte se movilizaron a la zona con inmediatez. A pesar de ello, uno de los principales obstáculos que enfrentaron fue la caída de la noche, así como el hecho de no conocer el lugar exacto donde ocurrió el incidente. Sin embargo, el testigo ocular, que era un menor de edad, a través de una labor de convencimiento, pudo precisar la zona en que fueron vistos por última vez.
En seguimiento, la mañana de este martes 6 de agosto, se reanudó la búsqueda por personal de rescate 3 y máquina 13, con personal del tercer turno trabajando en el lugar.
“Realmente fue muy poco tiempo de buceo, y ya con el testimonio del menor que nos dijo por dónde había sido, fue mucho más rápido”, comentó.
La primera inmersión comenzó a las 9:18 a.m., encontrando al primer menor a las 9:26 a.m. Según se precisó, se reingresó a las 9:30 a.m., encontrando al segundo menor a las 9:32 a.m.
“El testigo nos indicó que se les estaba yendo una chancla, que flotaba. Un menor fue a buscarla y comenzó a ahogarse. El hermano mayor se metió para ayudarlo. Cabe mencionar que hay mucho fango y un declive precisamente en el lugar donde ocurrió el incidente. Entonces, cayeron en un área profunda, y además, por lo resbaladizo del fango, creo que eso fue lo que ocasionó los ahogamientos”, explicó.
Comentó que, de acuerdo con el padre, no se sabe por dónde accedieron, ya que “eran niños tranquilos”.
El lago tiene aproximadamente 30 metros de ancho por 70 u 80 de largo; mientras que la profundidad es irregular, alcanzando hasta 10 o 15 metros. El área en la que ingresaron tenía alrededor de 3 metros de profundidad y se encontraba a 10 metros de la orilla.
Tras el rescate de los bomberos, el área quedó bajo la custodia de la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar los peritajes correspondientes