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lunes, septiembre 16, 2024
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Desplazados en busca de oportunidades

Haciendo malabares con pelotas, con fuego, interpretando a luchadores o caracterizados como payasitos, es el día a día de los niños que laboran en las calles de Tijuana; una situación que tomó más de un año para gestionar acciones de intervención por parte de las autoridades. Desde finales de febrero de 2023, instituciones como el DIF municipal, la Secretaría de Bienestar y la Dirección de Asuntos Indígenas participaron en una iniciativa que se abandonó, hasta ser retomada y puesta en marcha el pasado mes de julio.

“Hay una línea muy delgada entre la pobreza y la criminalización de la pobreza. Se suspendió, no hubo avances en el tema y ahora se acaba de retomar. Nos pidió el apoyo Bienestar para preparar y capacitar sobre cómo se debe llevar a cabo esa intervención”, comentó Jorge Álvaro Ochoa, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).

Entre los principales derechos que podrían ser vulnerados, destacó la integridad física, la salud, la educación, la alimentación, la vida libre de violencia, así como posibles casos de trata. Sin embargo, señaló que estas características no repercuten en todas las familias, ya que en su mayoría los niños trabajan por su situación económica.

“En Mexicali estamos integrando un expediente donde una mujer de origen indígena estaba en la calle con sus hijos y uno de ellos fue atropellado”, resaltó.

Actualmente está en marcha el programa “No más niños en la calle”, a cargo de la Secretaría de Bienestar, a través del cual se han intervenido 117 niños y 44 adultos hasta el cierre del lunes 22 de julio.

“Se trata de brindar una gama de apoyos a estos niños y a los padres de familia para evitar que salgan a trabajar, desde apoyos de emprendimiento hasta permisos para que puedan realizar algún comercio”, comentó el titular de la dependencia, Gerardo López.

Realizando recorridos por las nueve delegaciones, con cinco brigadas de atención y 30 elementos de la Secretaría de Bienestar, UMAS, DAPI e intérpretes, los principales puntos de intervención han sido Zona Río, Zona Centro, Playas de Tijuana, Otay Centenario y Zona Este.

“Principalmente en Zona Río, en el área del Costco, hasta Lázaro Cárdenas. En todos los cruceros había niños; incluso en el Costco era muy frecuente ver a los niños vestidos de payasitos haciendo malabares”, resaltó.

“Ven una oportunidad en Tijuana y vienen a trabajar aquí”. De las intervenciones, se ha detectado que en su mayoría son personas migrantes en busca de oportunidades económicas, principalmente de Oaxaca o Chiapas, así como de Haití y El Salvador; por ello, cuentan con intérpretes de mixteco, tzotzil y purépecha.

Según estimaciones, en el 90 por ciento de las intervenciones se han encontrado niños que hablan alguna lengua originaria, además del español.

Fidel Martín López, intérprete del tzotzil, compartió que hasta ahora ha apoyado en la mayoría de las intervenciones, notando confianza en los niños al dirigirse a ellos en su lengua materna.

“Desde los cinco, seis, siete años, ellos están trabajando, de la misma manera que yo trabajé. Desde que tengo conciencia, he trabajado con mis papás e independientemente. Para que yo pudiera terminar mis estudios, la secundaria y la preparatoria, tuve que trabajar. Y por esa misma razón sé lo que están pasando, sé lo que están viviendo”, comentó.

 

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