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sábado, septiembre 7, 2024
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La activista Esther Morales resurge con el proyecto “Comida Calientita”

“La Antigüita”, fondita en donde la defensora ofrecía alimento y trabajo a migrantes, cerró a finales de 2023, después de 12 años de servicio

Ofreciendo un tamal, arroz, frijol y ahora también un guisado, la activista Esther Morales inauguró su  proyecto “Comida Calientita” en Tijuana, para la comunidad migrante,  a seis meses de encontrarse obligada al cierre de su antiguo espacio.

A raíz de su deportación en 2009, después de haber habitado 20 años en Estados Unidos, Esther inició su camino en el altruismo con el negocio “La Antigüita”, donde ofrecía trabajo y comida a personas deportadas. A la par, a través de la iniciativa “Comida Calientita” repartía comida en diferentes albergues de la Zona Norte.

Tristemente, con 12 años de antigüedad, se vio obligada a cerrar el establecimiento a finales de 2023 por la venta del inmueble.

“En enero me dijeron que tenía que desalojar, no sólo a mí, sino a otros seis locatarios más. Yo no paré de trabajar; estuve en un albergue, en otro albergue, y así saqué adelante mi trabajo, mi activismo, y después me fui a la colonia Castillo con una carpa en la calle”, comentó.

Sin detenerse, continuó preparando hasta 300 platillos al día, apoyando en la alimentación de los albergues Juventud 2000, Pro Amore, Jesucristo Vive, Volviendo a la Patria, Casa de Oración, Fuerzas Internacionales, Al Otro Lado, entre otros.

Después de seis meses en búsqueda de un nuevo espacio, el lunes 1 de julio abrió las puertas a la comunidad en el local ubicado en la calle Salvador Díaz Mirón (Calle Cuarta), entre las Avenidas Negrete y Melchor Ocampo, a sólo tres locales del antiguo lugar, retomando el nombre de la iniciativa para los albergues.

“Para mí es otro éxito, porque caí, me quitaron mi lugarcito, me puse triste, pero me puse otra vez a pensar que tengo que salir adelante, la vida sigue. Además de eso, soy muy conocida y la gente viene a mí y me solicita, entonces tuve que salir adelante y volver a levantarme”, compartió.

Enrique Lucero Vázquez, titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM), consideró que Morales es un ejemplo importante de la posibilidad de retomar sus vidas en Tijuana después de la deportación, pues desde que habitó en el albergue Madre Asunta, actualmente es una gran emprendedora.

“Para nosotros es un ejemplo, para todas aquellas personas que están siendo retornadas desde Estados Unidos, que siempre hay oportunidad para volver a empezar”, declaró.

Agregó: “Ellos hacen más del 50 por ciento del trabajo, pues llegan a lugares a los que no podemos llegar como gobierno, o ven situaciones que nosotros no vemos. Las asociaciones de la sociedad civil son aliados indispensables para brindar una atención integral a los migrantes”.

Para desear un futuro próspero al nuevo proyecto, el padre Guillermo Navarrete de la iglesia “The Border Church” bendijo el lugar previo al corte de listón. Así, con migrantes invitados y acompañados por la música del mariachi, disfrutaron del primer desayuno de Comida Calientita.

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