El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo, el 29 de julio de 2029 que si se mantiene la tendencia que favorece a Nicolás Maduro Moros en las elecciones presidenciales de Venezuela, el Gobierno mexicano lo reconocería de forma oficial.
El candidato oficialista, del Partido Socialista Unido de Venezuela, es Nicolás Maduro Moros, de 61 años de edad, presidente de dicho país sudamericano, desde el 5 de marzo de 2013 y que busca su segunda reelección.
Antes fue titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre 2006 y 2012, así como vicepresidente, desde 2012 al 2013, durante el Gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías, a quien suplió como titular del Poder Ejecutivo Federal, tras fallecer.
Mientras que el candidato opositor, del partido Mesa de la Unidad Democrática, es Edmundo González Urrutia, de 74 años de edad, quien fue embajador de Venezuela en Argelia, entre 1991 y 1993, durante la segunda Administración de Carlos Andrés Pérez, y, en Argentina, entre 1998 y 2002, durante los gobiernos de Hugo Rafael Chávez Frías y Chávez Frías.
González Urrutia fue elegido como candidato de la coalición opositora venezolana, tras la inhabilitación de María Corina Machado Parisca, coordinadora nacional del partido Vente Venezuela, desde 2012, quien también se desempeñó como diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela, del 5 de enero de 2011 al 24 de marzo de 2014.
“Si la autoridad electoral confirma esta tendencia, nosotros vamos a reconocer al Gobierno electo por el pueblo de Venezuela, porque así es la democracia”, indicó el político tabasqueño, durante su conferencia de prensa matutina, llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional.
La noche del 28 de julio de 2024, el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano informó que Maduro Moros obtuvo 51.2 por ciento de los votos en la búsqueda de su segunda reelección, por encima del 44.2 por ciento para el candidato opositor González Urrutia.
Dicha institución electoral también afirmó que se registró una participación del 59 por ciento, y que con el 80 por ciento de las actas escrutadas, había una “tendencia contundente e irreversible” a favor de Maduro Moros.
Por su parte, el bloque opositor dijo que con el 40 por ciento de las actas recibidas, González Urrutia había obtenido el 70 por ciento de los votos, dejando a Maduro Moros con el 30 por ciento.
No obstante, el mandatario mexicano destacó que la jornada electoral venezolana no fue violenta y aunque admitió que “se calentaron las cosas” en el cierre de casillas, reprochó que la prensa hubiera informado de esa situación.
“A mi me preocupaba más la violencia. Quiero felicitar al pueblo de Venezuela que ayer no hubo violencia”, celebró el titular del Poder Ejecutivo Federal mexicano. Pero hubo un una persona muerta, le indicó un reportero.
“Por eso, había una situación muy tensa. Yo vi gente en la calle y no hubo enfrentamientos. La nota no fue la violencia, se empezaron a calentar las cosas al cierre de las casillas, ya en la noche, como a las seis de la tarde de aquí, ocho de la noche de allá”, abundó López Obrador.
“Todo el día yo estuve pendiente de las redes sociales. Ahí se ve quién es quién, porque los medios, las empresas de medios tienen su simpatía y la casa también juega. Entonces veía yo y de parte de quién”, se quejó el político tabasqueño.
El presidente de México reiteró que estaba a la espera de los resultados oficiales, porque no había “buena información” y debería aceptarse el recuento con observancia del proceso legal.
“Nosotros vamos a esperar el resultado, ya cuando se haya dado el recuento, ver el proceso legal y entonces vamos a pronunciarnos. No podemos desconocer ningún resultado”, advirtió el mandatario mexicano.
Varios gobiernos extranjeros, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, postergaron el reconocimiento de los resultados de las elecciones de Venezuela y pidieron a las autoridades electorales del país sudamericano, que transparentaran las actas de resultados.
Estados Unidos tiene “serias preocupaciones” respecto a las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, dijo la Casa Blanca, el 29 de julio de 2024, añadiendo que quería que las autoridades venezolanas publicaran la tabulación detallada completa de los votos.
Por su parte, el Secretario de Estado, Antony Blinken, hablando con periodistas en Tokio, Japón, enfatizó que el Gobierno estadounidense tenía “serias preocupaciones de que el resultado anunciado no refleje la voluntad, ni los votos del pueblo venezolano”.
Una noche antes, el Gobierno de Venezuela denunció una “operación de intervención” contra sus elecciones presidenciales, por parte de un grupo de nueve países latinoamericanos, además de lo que denominaba “políticos sicarios de ultraderecha” de la región.
“Venezuela denuncia y alerta al mundo acerca de una operación de intervención en contra del proceso electoral, nuestro derecho a la libre autodeterminación y la soberanía de nuestra patria, de parte de un grupo de gobiernos y poderes extranjeros”, según un comunicado del Gobierno venozolano, que señalaba a sus homólogos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y República Dominicana.
La líder opositora Machado Parisca afirmó, el 28 de julio de 2024, que la mayoría de votos fueron a favor del candidato González Urrutia y no del presidente Maduro Moros, como lo anunció el Centro Nacional Electoral de Venezuela.
El candidato presidencial de la principal coalición opositora de Venezuela denunció la madrugada del lunes 29 de julio de 2024, un fraude electoral después de que el CNE anunciara el triunfo del mandatario Maduro Moros en los comicios.
“Los venezolanos y el mundo entero saben lo que ocurrió en la jornada electoral de hoy, aquí se han violado todas las normas, al punto de que aún no han sido entregadas la mayoría de las actas”, dijo el ex embajador, quien se encontraba junto a Machado Parisca.