Luego de las primeras indagatorias del camionazo registrado el domingo 14 de julio, donde más de 40 personas que formaban parte de una congregación sufrieron heridas de consideración al volcarse la unidad a un costado de la carretera Puertecito-San Felipe, la principal hipótesis del caso es que el personal responsable de la unidad se encontraba bajo los influjos del alcohol, además de que realizaron maniobras imprudentes durante su trayecto.
El pasado fin de semana ocurrió una serie de accidentes en las diversas carreteras de Mexicali y San Felipe, donde incluso hubo seis personas fallecidas.
Sin embargo, el episodio que más cobró notoriedad fue la volcadura de una unidad en donde viajaban integrantes de una congregación religiosa instalada en Playas de Rosarito y residentes de Tijuana, tras la imprudencia del conductor, según lo referido por la fiscal María Elena Andrade Ramírez, quien aseguró que los responsables de la unidad ya fueron detenidos, luego de que intentaron escapar de la justicia.
Andrade Ramírez comentó que se obtuvo evidencia suficiente de que el conductor de la unidad perteneciente a la empresa Autobuses Unidos de Nayarit, de quien no se mencionó el nombre, había estado consumiendo bebidas embriagantes desde horas atrás, junto con el maletero y uno de sus ayudantes.
A decir de los testigos del incidente, de los cuales dos sufrieron amputaciones totales de una de sus extremidades, el maletero -quien no tenía licencia de conductor- tomó el volante para dirigir la unidad.
Se presume que en ese momento fue cuando se suscitó el percance que provocó una intensa movilización por parte de elementos de Brigadas del Sol de San Felipe y Mexicali; además de elementos de Cruz Roja y Bomberos de ambos municipios, para trasladar a un total de 33 personas al Hospital General de Mexicali, donde lograron salvar la vida de todos los pacientes.
Elementos de la Agencia Estatal de Investigación llegaron a la conclusión de que tras el accidente, tanto el maletero como el responsable de la unidad resultaron heridos y solicitaron un aventón a Mexicali, bajo la excusa de que buscarían apoyo de las autoridades. Sin embargo, fueron llevados a un hospital particular, donde recibieron atención médica -según su dicho- porque sufrieron un accidente en motocicleta.
Las investigaciones de la FGE concluyeron en que los conductores intentaban huir del lugar, por lo que se movilizaron y descubrieron que ambos recibían atención médica vía externa, y tras revisar varios puntos llegaron a un hospital privado ubicado en calle Novena, donde eran atendidos, logrando detener a uno de ellos.
El otro sujeto fue localizado horas después en un parque público, sentado en una banca, esperando a que amaneciera para trasladarse a la central de autobuses, donde pretendía regresar a Jalisco, su lugar de origen.
La mayoría de los heridos fueron dados de alta al poco tiempo, pero hasta ayer jueves cuatro de ellos permanecían bajo cuidados a causa de las heridas; y uno más, un joven de 27 años de edad, continuaba en terapia intensiva.