Las calles de Tijuana están destrozadas. Los baches están en todos lados, como una plaga. “Que se noten los impuestos” pide la ciudadanía, que en su recorrido diario trata de esquivar un bache, pero inevitablemente cae en otro, de tantos hoyos que hay en la ciudad.
El año pasado, el gobierno municipal invirtió 344 millones de pesos (recurso propio y federal) para reparar los baches; pero quienes transitan por las vialidades dañadas se preguntan dónde está esa inversión presumida por la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, y cuestionan los resultados del programa Bye Bye Bache, uno de los proyectos insignia de la actual administración.
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“El gobierno municipal la verdad se ha quedado muy corto en materia de todo: seguridad, bacheo. A mí me da miedo salir de mi casa; y aparte salir representa un reto por el tráfico, las malas condiciones de la ciudad… y todo está crítico”, aseguró la señora Magaña.
Dijo desconocer si es poco o mucho lo que se gastó en el programa Bye Bye Bache, pero consideró que “probablemente no se esté haciendo, no se hace en las calles principales o se hace en comunidades alejadas”, porque no ve ninguna mejoría. “No hay calle que se libre de un bache. Yo voy al Guaycura, al Mariano Matamoros, a la Garita de San Ysidro, a Playas, y donde sea hay”.
Laura Mercado señaló que se esperaría que el resultado del trabajo fuera otro. “He visto a algunos trabajadores tapando calles, pero creo que son insuficientes, y además no sé cómo hacen el trabajo que a veces veo que taparon un bacheo y pasa una semana y otra vez está el hoyo”.
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En El Paraíso -considerada una zona residencial de alta plusvalía- la calle Montevideo acumula alrededor de 40 hoyos de profundidades distintas. Igual de intransitable hay un tramo de la calle Brasilia en esa demarcación, Similar panorama se observa en la calle Río Bravo de la colonia Revolución o áreas del Parque Industrial Pacífico.
“Las Américas, Las Ferias, El Murúa, El Capistrano, La Libertad, La Postal, Del Río, Buena Vista todas las calles de Tijuana están feas”, afirmó Elizabeth, una conductora de la plataforma Uber. “Que se noten los impuestos de las personas, porque al menos visualmente no me he percatado de alguna maquinaria o trabajadores que estén tapándolos”, dijo Édgar Pérez, quien consideró que “la ciudad está terrible, parece la superficie lunar”.
La realidad que viven las calles de Tijuana, donde hay zonas, como en Playas, con vialidades ya sin pavimento, indica que el gobierno municipal “carece de un programa de mantenimiento real y efectivo”, ni asigna recursos suficientes para ese fin, señaló el ingeniero civil Jorge Alberto González Belmont.
“No hay una vialidad sana”, con una estructura de pavimentos en buenas condiciones, y eso se debe a que en 40 años no se ha dado un mantenimiento adecuado y sólo se tapan los baches, pese a que esa medida tendría que ser emergente, a aplicarse en ciertos casos. En suma, “las ciudades están abandonadas y los parches no son la solución”, dijo.
Además, denota que el Ayuntamiento carece de un control de calidad que vigile que se cumplan las normas técnicas, que se coloque el espesor del material en la subrasante, sub-base, base y la carpeta asfáltica, y revise que la compactación del material sea la adecuada, y las características granulosas del mismo.
Aun cuando el gobierno municipal tiene un laboratorio encargado de supervisar los trabajos, éste valida “las cochinadas que se hacen”, porque los usuarios de los pavimentos claramente “vemos que tienen problemas y no duran lo que tienen que durar”.
En el caso del concreto hidráulico es algo parecido. Aunque requiere de una inversión inicial mayor, a la larga sale más barato, porque necesita menos mantenimiento. Pero debe dársele, porque de otro modo aparecen grietas, vados, y otros desperfectos, como se ve en las vialidades de la ciudad.
Si bien, la situación de Tijuana es “crítica”, no es privativa, ya que otro caso donde las calles están destrozadas es Ensenada, y en menor medida Mexicali, indicó el ex coordinador del sistema vial de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas en la administración de Roberto de Lamadrid.
Apuntó que una vialidad con una jerarquía primaria -por donde pasen 50 mil vehículos- tiene que durar 15 años; una secundaria, entre 25 y 30 años.
Cada que hay lluvias es un desastre Tijuana porque la autoridad ha hecho caso omiso del Reglamento de Urbanización del Estado y autorizan fraccionamientos y desarrollos urbanos “sin el sistema de alcantarillado pluvial técnicamente requerido”, permitiendo que el agua escurra por la superficie de las calles, lo que contribuye al deterioro de los pavimentos.
De la inversión ejercida en 2023 para reparar baches en la ciudad, 190.3 millones de pesos (mdp) fueron recurso federal del Fortamun; 10.7 mdp del Ramo 23; 10.3 mdp del programa de regularización de autos “chocolate”; y 123 millones recursos propios, desglosó Marco Antonio Campoy Arce, director de Obra e Infraestructura Municipal (DOIUM) del XXIV Ayuntamiento de Tijuana.
Al respecto, aseguró que hay diferentes estrategias para atender los baches considerando las características de cada calle: se elabora una ficha técnica que respalda si se hará un reencarpetado, una rehabilitación, o lo más sencillo, que es tapar un bache “común” con los equipos de bacheo a presión, que es una “pronta respuesta al señalamiento de la ciudadanía”.
El año pasado se repararon 416 mil 511.64 metros cuadrados; en casi una cuarta parte (97 mil 264.48 m2) se utilizó la reparación a presión. En 67.2 por ciento se utilizó el bacheo asfalto y/o con mezcla asfáltica, y sólo en 9.4 por ciento el reencarpetado, según datos de la DOIUM.
Se estima que pueda durar dos años la vida útil del material usado en el programa Bye Bye Bache, dijo el funcionario, quien atribuyó a las lluvias “extraordinarias” los hoyos en las vialidades.
Uno de estos casos es el tramo del bulevar Banderas, entre el bulevar El Rosario y la calle La Escondida, donde los baches surgen en meses, por lo que incluso personas ajenas al municipio tapan los agujeros a cambio de una cooperación voluntaria de los automovilistas.
ADJUDICACIONES DIRECTAS QUE INFRINGEN LA LEY
La DOIUM otorgó 21 contratos para ejercer recurso propio para reparar baches en 2023. Entre esos contratos llama la atención el asignado, por adjudicación directa, a Green Patcher México S. de R.L. de C.V., por 34 millones 771 mil pesos, para reparar a presión baches en tramos de 52 calles de las delegaciones Centro y Playas de Tijuana.
El contrato fue otorgado bajo el argumento de que la compañía tiene la patente y derechos de autor del equipo y la técnica “Velocity Patching”. Sin embargo, por el monto del contrato, se infringió el Reglamento de Adquisiciones, Contratación de Servicios y Arrendamientos, el cual estableció que las adjudicaciones directas podían otorgarse en un rango de 342 mil 342 pesos (sin cotización) hasta 674 mil 310 pesos (con tres cotizaciones).
El ingeniero civil Jorge Alberto González Belmont criticó la irregularidad, ya que “no es la única técnica aplicable para la rehabilitación de vialidades” y cuestionó la durabilidad y economía que resulta de la técnica empleada por la empresa.
ZETA solicitó una entrevista vía correo electrónico y llamó al teléfono registrado en el portal de internet de Green Patcher, sin obtener respuesta. Según el contrato, las oficinas de la empresa se ubican en la calle Francisco López Montejano No. 1280, 2do. piso, en Mexicali; sin embargo, en el directorio del edificio privado no aparece el nombre de la compañía, ni sus logos.
Según medios nacionales, en 2019 la Contraloría General de la Ciudad de México investigó a Green Patcher por cobros duplicados o trabajos no realizados en la hoy alcaldía Benito Juárez.
Según el Registro Público del Comercio de la Secretaría de Economía federal, los antecedentes de la empresa Green Patcher México -registrada en Guadalajara, Jalisco- surgen de la compra de la compañía tijuanense Ingeniería y Sistemas de Alta Tecnología en Construcción por parte de Green Patcher México, registrada en la capital del país.
Ingeniería y Sistemas de Alta Tecnología en Construcción fue fundada por Marco Antonio Leal Salcido y Héctor Santiago Leal Ávila. En 2012 fue vendida a Green Patcher, cambiándosele el domicilio social a Guadalajara; pero tiempo después se volvió a cambiar a Tijuana, aunque en el contrato aparece el domicilio de Mexicali.
Por otro lado, nueve contratos para la rehabilitación de calles fueron contratados por adjudicación directa por 15.7 millones de pesos. En un recorrido hecho a dos rehabilitaciones se constató que las vialidades tienen baches en los tramos contratados.
En el caso de la empresa ICABC, a la que se le asignó la rehabilitación de mil 780 metros cuadrados sobre la avenida García, entre la calle Rey Khan y el bulevar Gustavo Díaz Ordaz, en la colonia Los Reyes, de la delegación La Mesa, empleados de comercios sobre la vialidad confirmaron que se hicieron los trabajos.
Sin embargo, hicieron notar un bache reapareció en la avenida García, casi con el cruce con la calle Rey Chan. “Lo arreglaron, okey; a lo mejor el pavimento ya quedó un poquito más parejo, pero en cuanto al hoyo, ese hoyo ahí está otra vez”, dijo una mujer, quien comentó que en esa área el agua se junta y se vuelve a abrir el agujero.
Al final del tramo contratado, en la intersección de la calle Rey Khan, también se observa un hoyo, que residentes atribuyeron a trabajos de la CESPT. “Anteriormente había una fuga, de la fuga empezó a hacerse eso. Y después lo arreglaron. No puedo decir qué calidad hicieron de trabajo, pero no fue mucho lo que duró y ahorita ya empezaron los baches otra vez”.
El representante de la empresa Gabriel Vizcaíno comentó que la reparación de un bache “cuando mucho debe durar dos años” porque no se arregla toda la calle, y en consecuencia puede seguirse filtrando el agua, lo que provoca un daño.
“Puede ser que los baches que se repararon estén en buen estado y puede haber nuevos baches” que se generaron después de los trabajos realizados, agregó el también presidente de la CMIC de Tijuana.
La otra rehabilitación y mantenimiento de 1,780 m2 de bacheo con mezcla asfáltica fue sobre la avenida Cochimíes y Paseo Águila Azteca, entre Mar de Cortés y José López Portillo, adjudicada a una persona física por un millón 851 mil 711 pesos. Ahí también se observó un bache en las inmediaciones de la fábrica Nissan.
Cabe señalar que, los contratos que puede consultarse en la Plataforma Nacional de Transparencia carecen de especificaciones técnicas y precios unitarios que proporcionen más información sobre la calidad de los trabajos requeridos.
TENDRÍA QUE INVERTIRSE LO DOBLE
La demanda ciudadana para que se reparen vialidades llega a demarcaciones alejadas del centro urbano, como la colonia 3 de Octubre, Villa del Álamo, Lomas de la Pradera, Villa Fontana, El Florido, y el fraccionamiento K Casas, San Carlos, Las Delicias y la Gloria, entre otras zonas. El gobierno municipal proyectó una meta acumulada de un millón de metros cuadrados, para toda la administración. “Estimamos que la ciudad necesita otro millón de metros cuadrados para estar en condiciones para atención y que las vialidades estén funcionando óptimamente”, agregó Campoy Arce.
