Llega el Presidente de México a la casa de la bruja adivina Josefina y le plantea:
“Josefina, esta semana soñé varias veces con un palacio y con mucha sal. Por favor, ¿me puede decir qué significa?”.
Josefina mira su bola de cristal, observa detenidamente al mandatario, luego mira nuevamente su bola de cristal y al fin dice:
“Significa que el pueblo está hablando, señor Presidente”.
Pensativo, consulta:
“¿En qué sentido?”.
La bruja mira atentamente su bola de cristal:
“Señor, el pueblo está diciendo: ‘Sal del palacio, Presidente’”.
Autor: Un adversario de ya saben quién.
Tres hermanas
Tres hermanas, de 96, 94 y 92 años de edad vivían en su casa juntas. Una noche la de 96 empieza a llenar la tina para darse un baño, pone un pie dentro de la tina, hace una pausa y grita:
“¿Alguien sabe si me estaba metiendo a tomar un baño, o estaba saliendo de bañarme?”.
La hermana de 94 le responde:
“No sé, deja subo para ver”.
Sube los escalones, hace una pausa y grita:
“¿Estaba yo subiendo las escaleras, o las estaba bajando?”.
La hermana de 92 está sentada en la cocina tomando una taza de té y escucha a sus hermanas. Mueve su cabeza y piensa:
“Espero nunca ser así de olvidadiza. ¡Toco madera!”.
Entonces toca tres veces sobre la mesa y responde a sus hermanas:
“¡Ahora voy a ayudarlas! ¡Un momentito nada más, porque primero voy a ver quién está tocando la puerta!”.
Autor: La hermana octagenaria que no estaba en casa.
En breve
Dos amigos se encuentran:
— Raúl, ¿cómo estás? ¿Que murió tu suegra?
“Pues sí. Resulta que fuimos a la India y le picó una serpiente”.
— ¿Cobra?
“No, fue gratis. Si gustas, ¡te doy la dirección!”.
* * *
En un restaurante, dos amigos platican:
— El viaje a la India me cambió la vida.
“¿En qué sentido?”.
— Me hizo más humilde, más consciente, más humano.
En eso se acerca un mesero:
— ¿Más langosta, señor?
“¡Pero ponle curry!”.
* * *
— Manolo ¿qué te pasa que estás blanco?
“Nada, Pepe, que vengo del médico y me ha dicho que deje de beber, fumar, hacer el amor…”.
— Y, ¿qué vas a hacer?
“Pues qué he de hacer, Pepe, ¡cambiar de médico!”.
* * *
— Buenas tardes, señor. Quiero solicitar una tarjeta de crédito para mi esposa.
“¿Algún límite de crédito, señor?”.
— Preferentemente que ya esté sobregirada, por favor.
* * *
— Ayer llamé a la Policía porque unos ladrones robaron en mi casa y se llevaron hasta los vasos.
“¿Y los detuvo?”.
— Sí, sí, los de tubo también.
* * *
— Soy Rosa.
“Ah, perdóname; es que soy daltónico”.
* * *
— Papá, qué está más lejos, ¿Córdoba o la Luna?
“Pues vamos a ver, ¿tú ves desde aquí Córdoba?”.
* * *
— Paso a tu casa a las diez, te pito y bajas.
“¿Compraste un carro?
“No, un pito”.
* * *
— ¿Cuánto te costó esa terapia que hiciste para dejar de pensar en comida todo el rato?
“Pimientos pesos”.
* * *
— ¡Rápido, necesitamos sangre!
“Yo soy 0 positivo”.
— Pues muy mal, ¡aquí se viene a animar!
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— Cariño, ¿has visto el libro “Cómo vivir 100 años”?
“Sí, lo tiré a la basura; tu madre lo estaba leyendo”.
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¿Cuál es el café más peligroso del mundo?
El ex preso.
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¿Cuál es el carro favorito de un fotógrafo?
El Ford Focus.
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¿Qué es peor que encontrarse un gusano en una manzana?
Encontrarse medio.
Autor: Un burócrata en su descanso.