22.1 C
Tijuana
martes, octubre 1, 2024
Publicidad

Tragedia, euforia e intimidad

Determinada en que “infancia es destino” la realizadora mexicana Lila Avilés estrenará en cines “Tótem”, multigalardonado filme que representará a México en los premios Oscar y Gotham Awards a Mejor Película Internacional. En medio del caos y la desesperación, una niña de 7 años con gran percepción de la vida retrata el núcleo familiar, aboga por la diversidad, la convicción y el amor

Intimando al espectador hacia una historia contada a través de miradas, emociones y la curiosidad de Sol (Naíma Sentíes), una niña dotada de vínculos con la naturaleza, observadora, con muchos cuestionamientos y un mundo propio, “Tótem”, la nueva cinta de Lila Avilés, ganadora del Ariel (Mejor Ópera Prima) por “La camarista”, fotografía la familia, la casa, cómo la habitamos, e intercede por el ejercicio de escucharnos.

Complementado alrededor de personajes fuertes, con paradojas y contradicciones encarnadas por Montserrat MarañónMarisol GaséSaori Gurza, Iazua Larios y Teresita Sánchez, el retrato elegido por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) para representar a México en la edición 96 del Oscar resalta la honestidad y sensibilidad del núcleo familiar de Sol, quien pasa el día en casa de su abuelo ayudando a sus tías con los preparativos de una fiesta sorpresa para su padre, pero conforme el día transcurre, la unidad familiar será puesta a prueba.

“‘Tótem’ responde a mi necesidad como cineasta y oficio de contar historias, entender el mundo y transmitirlo. Es regresar a mi infancia, e ‘infancia es destino’, retornar a las miradas y la escucha, de esos primeros años en que construyes y desconstruyes. Me interesaba ahondar en la idea de casa, cómo la habitamos, no en referencia arquitectónica, sino con las personas”, precisó a ZETA Avilés sobre su segundo largometraje, ganador del Premio del Público, Mejor Dirección y Mejor Largometraje Mexicano en la vigesimoprimera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.

¿Qué despertó ese interés por la infancia, familia, el hogar? ¿Es una mirada a tu pasado?

“No tanto, obviamente hay cosas, no es que sea así mi familia, pero hay muchas cosas que sí. Comparto vínculos con el personaje de mi protagonista, es lo lindo de los procesos, que pueden ser historias que empiezan muy cerquita y después son otro delirio, y esa es la virtud. Fui mamá joven, entonces también es colocarte como adulto. Puedo decir que sí es una película híper personal con un proceso totémico y bello, por reintegrarte con la familia, de esa esencia de la que venimos todos”.

De “La Camarista” a “Tótem”, tu eje central, tus protagonistas, son mujeres…

“No es algo que quiera imponer o que lo haga por la época. Me gusta dirigir, me hace feliz. Vengo de una familia como cualquier mexicana que te va a decir ‘No, es que mi mamá…’. o ‘Mi hermana…’. Siempre hay algo y me es muy natural retratar el lado femenino. Tengo la suerte de tener hombres maravillosos muy cerquita de mí, en mi camino, pero la idea la dicta la película”.

En la trama, el espectador encontrará retratos íntimos en los que vuelves a profundizar en espacios cerrados.

“Cuando estás dirigiendo existe una intuición, sin embargo, lo que me gusta de hacer cine es que estás en mucha presencia, muy en el presente. Nunca seré muy ingeniera o metódica, la belleza del cine es que cada quien tenemos nuestro estilo, como en la pintura, te dejas guiar por trazos, sombras, la luz, y en esta historia me interesaba construirla a partir de los personajes. No había otra forma de abordarla más de que desde microcosmos, en la intimidad y el olor de la casa, en esos momentos de nuestra infancia, porque de adulto, tomas decisiones que se relacionan con esa etapa que te forma”.

Y esa semilla, ¿a qué Lilia Avilés forjó? ¿Qué te inquieta al día de hoy?

“Una que está infinitamente agradecida de encontrar su camino, tener serenidad y no por los premios, sino porque amo hacer cine, tengo ganas de seguir contando historias, y también con esa posibilidad de seguir redescubriéndome. Al día de hoy, un poquito también un desastre, pero por suerte con ímpetu. Soy una inquieta de la vida, a la que le preocupa encontrar la mejor forma de comunicar un palpitar con la vida y de no tardarme tanto entre películas. Y del mundo, que seamos más sabias y sabios para entender la raíz de las cosas como humanidad”.

¿Cómo balancear tu palpitar fílmico en una industria agobiada por la demanda de contenido e inmediatez?

“Justo creo que diste en el clavo. La vida misma todo el tiempo va en una rapidez y quiero encontrar la forma, sin ansiedad, pero con agilidad, de hallar públicos, porque necesitamos jalar a la juventud, que tenga cierta paciencia para ir al cine, y, por suerte estoy en un momento de entretejer ideas”, concluyó la cineasta de 41 años.

Autor(a)

Roberto A. Partida Sandoval
Roberto A. Partida Sandoval
Licenciado en comunicación por la UABC. Periodista de entretenimiento. Editor de Espectáculos. 22 años en ZETA. Apasionado por el cine, música, viajes, gastronomía, ciclismo, senderismo y aventura.
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas