Santa no trabaja personalmente, sino que dirige a montones de subalternos.
Tú nunca llegas a ver a Santa, sólo a sus empleados.
Santa no llega a las 40 horas semanales de trabajo ni de lejos.
Santa viaja un montón.
Santa tiene trabajo hasta que quiera retirarse.
Obviamente, Santa es un político.
Autor: Anónimo de la 4T.
En busca del pino perfecto
Dos gallegos van al bosque en busca de un pino para Navidad. Después de varias horas dando vueltas y vueltas, uno le dice al otro:
“Bueno, ¡ya basta! El próximo pino que veamos lo cortamos, tenga o no tenga bolas de colores”.
Autor: Venancio.
Navidad o Año Nuevo
Un matrimonio de ancianitos conversa:
— ¡Feliz Año Nuevo!
“Pero Raimundo, cómo que feliz Año Nuevo, ¡si apenas es Navidad!”.
— ¡Feliz Año Nuevo!
“Pero qué dices, carcamán, ¡si estamos en 25 de diciembre! A ver, espera, Te pondré la dentadura, que no te entiendo”.
— Felisa, ¡me muero!
Autor: Un geriatra.
Regalazo
Había una vez dos niños, uno pobre y uno rico. Era época de Navidad y el niño rico recibió muchos juguetes. El niño rico preguntó al niño pobre:
— ¿Y a ti qué te trajo Santa?
“Un topoto”.
— ¿Qué es eso?
“No te puedo decir”.
Horas después el niño rico va con su papá:
— Papá, quiero un topoto.
“¿Qué eso?”.
— No sé, pero mi amigo lo tiene y no me dijo lo que era.
El papá va con el niño pobre y le hace una oferta:
— Te doy todo lo que recibió mi hijo de Navidad si me enseñas tu topoto.
“Está bien, pero primero traiga los juguetes”.
Quince minutos después llega el señor con los juguetes y dice al niño pobre:
— Aquí están los juguetes, ahora ve por tu mentado topoto.
“Está bien, ahorita voy por mi topoto”.
El niño va caminando y se mete al baño de su casa, agarra el tubito de cartón del rollo de papel, se dirige hacia afuera con el papá y el niño ricos:
“Aquí está, esto es un topoto”.
Enojado, el señor exclama:
— ¡Eso es un tubo de cartón!
“Deje le muestro”, responde el niño pobre, quien se pone el tubo en la boca y empieza a cantar:
“To-po-to-topo-to-to-topo”.
Autor: Anónimo del Bienestar.
La pareja perfecta
Había una vez un hombre perfecto que se encontró con una mujer perfecta, se hicieron novios y tuvieron una relación perfecta por dos años hasta que se casaron. Su matrimonio era perfecto y su relación siguió siendo perfecta.
En víspera de Navidad, la pareja perfecta iba en su auto nuevo perfecto por la calle no tan perfecta, y se encontraron a Santa Claus sentado en la nieve porque su trineo se había dañado.
La pareja perfecta subió a Santa con todos sus juguetes al auto nuevo perfecto y empezaron a repartir juguetes casa por casa, pero el clima empeoró y tuvieron un accidente. ¿Quién de los tres sobrevivió?
Ninguno, porque los tres son una fantasía. La pareja perfecta no existe, menos Santa.
Autor: Un amargoso.
Deja vu
Jaimito pregunta a su madre:
— Mamá, ¿qué celebramos hoy?
“El nacimiento del Niño Jesús”.
— ¿Otra vez? ¡¿Qué no nació el año pasado?!
Autor: Pepito.
Niño perdido
Un niño muy feo se pierde en un enorme centro comercial. Después de dos horas dando vueltas de la mano de un policía, el niño pregunta:
— Señor policía, ¿cree que encontraremos a mis padres?
“No lo sé, hijo; hay muchos sitios donde pueden haberse escondido”.
Autor: Los padres.