El Banco de México (Banxico) previó un descenso “más gradual” de la inflación en alimentos y servicios el próximo año, aunque mantuvo la estimación de que la inflación general se ubicará en la meta del 3% (+/- un punto porcentual) en el segundo trimestre de 2025.
La inflación de alimentos registró un incremento de 6.78% a tasa anual y los servicios aumentaron anualmente 5.28% en noviembre de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Como riesgos al alza para la inflación, se identificó la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación del peso frente al dólar, mayor presión de costos y de precios en productos energéticos o agropecuarios, y el que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada.
En contraste, si la economía global tiene una desaceleración mayor a la anticipada, hay un menor traspaso de algunas presiones de costos; los niveles más bajos del tipo de cambio respecto a inicios de año contribuyen a mitigar ciertas presiones, lo que podría descender más la inflación. Sin embargo, el pronóstico es sesgado al alza.
En el anuncio de política monetaria del 14 de diciembre de 2023, la Junta de Gobierno de Banxico decidió mantener en 11.25% la Tasa de Interés Interbancaria. La gobernadora del Banco Central, Victoria Rodríguez Ceja, anticipó que el recorte de la tasa de interés de referencia podría iniciarse en el primer trimestre de 2024, aunque de manera gradual.
“La inflación ha bajado de forma importante, pero necesitamos ser cautelosos”, dijo en entrevista con El Financiero.
La funcionaria indicó que la política monetaria será definida por Banxico, considerando las condiciones de inflación del país y su objetivo, independientemente de lo que determine la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), la cual ya anticipó, podría reducir 25 puntos base su tasa de interés al primer trimestre del año. Asimismo, Rodríguez Ceja descartó que la política expansiva del gobierno mexicano, de más gasto, así como el aumento del 20% del salario mínimo para el próximo año, tengan un mayor impacto negativo en la tendencia descendiente de la inflación.