Baja California se mantiene en primer lugar nacional en casos de tuberculosis, y tan sólo en lo que va de 2023 se han registrado mil 900 casos nuevos, situación que no ha cambiado, al menos en los últimos 10 años.
José Adrián Medina Amarillas, secretario de Salud en el Estado, señaló que es necesario cambiar la estrategia de detección y tratamiento, pues es evidente que en 10 años que se ha trabajado de la misma manera, no ha funcionado.
“Cuando revisamos los resultado de los últimos 10 años, nos dimos cuenta que no ha habido cambios, no se ha impactado en las cifras, en cuanto a casos y fallecidos por tuberculosis”, mencionó en entrevista.
Medina Amarillas señaló que es necesario modernizar la manera en la que se diagnostica, por lo que ahora se hace un examen molecular en la Clínica de Tuberculosis, ubicada a un costado del Hospital General y dirigida por el doctor Rafael Laniado Laborín.
Este tipo de examen, da un diagnóstico más detallado, para detectarlos casos de forma más temprana y oportuna y determinar, qué pacientes ya tienen resistencia a los medicamentos.
“En tratamiento y control de la tuberculosis, somos realistas, es complejo porque se da en un estrato social de desventaja, donde muchos de los pacientes son migrantes, donde muchos de los pacientes usan sustancias ilícitas, o son personas que tienen alcoholismo o que están recluidas en un centro de rehabilitación, por lo que el seguimiento del tratamiento no es tan sencillo”, puntualizó.
El no cumplir con el tratamiento, al menos 6 meses, agregó, permite que la enfermedad no sólo no se controle, sino que se contagie y el paciente se vuelva resistente a los medicamentos.
El secretario de Salud también dio a conocer que muchas de las personas que tienen otras enfermedades inmunodepresoras, como hepatitis C o el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) son más vulnerables a contraer tuberculosis, sin embargo, cuando éstas acuden a los centros de salud o capacits, reciben la vacuna contra la enfermedad, que ayuda a reducir el riesgo de contagio.