Que se cuiden los galleros
porque ahí viene la Catrina,
el hambre tiene atrasada
y hoy al corral va de prisa.
No le hace el feo a ninguno
aunque sangre azul no tenga,
no dejaría ni plumas
se come hasta la molleja.
La Catrina ya se acerca
viene con los guantes puestos,
los cubiertos en las manos
también se puso el babero.
Y al terminar con las aves
a los dueños sin aviso,
se los lleva de pilón
y sin ningún compromiso.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California