La mañana de este martes 26 de septiembre, la menor “AVST” de 5 años, fue rescatada de las manos de su madre y su padrastro por personal del Sistema Municipal para el Desarrollo integral de la Familia (DIF) La Paz, quienes presuntamente son adictos y que estaban poniendo en riesgo la vida de la pequeña por malos cuidados, dejándola con un hombre a quien señalan por violencia doméstica y abuso sexual.
Según los vecinos, tenían semanas dando aviso sobre el abuso de la menor y sin respuesta de la autoridad. Guadalupe “C” puso en evidencia el caso vía redes sociales.
La última llamada a los números de emergencia se realizó el fin de semana, duró poco más de 28 minutos y el denunciante grabó la llamada, porque “literal, fue una total burla; los escuchaba riéndose y contando chistes mientras esperé en la línea para denunciar el abuso de una niña de cinco años”, lamentó.
Tal como comparte la denuncia, la pequeña estaba desnutrida, por lo que investigan actos de presunto abuso sexual, daño psicológico y condiciones de abandono.
Se sabe que la madre responde al nombre de Nadia Socorro “T”, quien por su cuenta pasaba a dejar a la pequeña a casa de la persona identificada como Julián, a quien los vecinos aludieron como un hombre que ha sido visto consumiendo drogas en las calles, además de que “se saca el miembro y se lo muestra a la gente en la calle. Qué podemos esperar de la pequeña, sola con él”, manifestaron.
Los vecinos expresaron a ZETA estar desesperados por lo que ocurría, pues todos son testigos de las condiciones en las que se encontraba la pequeña, descuidada y que la ponían en manos de un posible agresor sexual.
Los informes entregados a este medio indican que la menor ha pasado por diversos exámenes médicos. Los resultados están restringidos porque forman parte de una investigación que se ha iniciado para deslindar responsabilidades.
“Son resguardados a través de la autoridad judicial, en este caso del Ministerio Público, quien determina en base a una denuncia si está en riesgo su integridad física emocional, que derivado de eso nos da un resguardo al DIF”, indicó Luis Alberto Ceseña Romero, director del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia.
Actualmente la menor está bajo valoración psicológica y será colocada en la Casa Cuna – Casa Hogar de La Paz, ubicada en la colonia 8 de Octubre; se sabe que irían en busca de la persona que cuidaba a la pequeña.
“Se hace de forma anónima es porque vecinos han tratado de ayudar a la niña y el señor que la tiene se pone agresivo. Necesitamos ayuda urgentemente para que se haga algo por esa niña antes que sea más tarde”, expresó la denunciante.
CASA CUNA – CASA HOGAR, INSEGURA
Ya han sido múltiples ocasiones en que menores que habitan la Casa Cuna – Casa Hogar de La Paz, ubicada en la colonia 8 de Octubre, se fugan; a decir de algunos de los padres, esto ocurre por presunto maltrato al que están sujetas al interior del refugio.
Tan sólo en la segunda semana de abril (el 13), cuatro menores de edad se fugaron de la casa cuna al saltar de un segundo piso por una de las ventanas del sitio; tres lograron fugarse y huir de las instalaciones, mientras que una de las menores fue asegurada durante la fuga.
Y es que al saltar por la ventana, a la menor de 16 años le fue mal en la caída y se lastimó la espalda; la madre de la pequeña contactó a ZETA y aseguró que su hija huyó de las instalaciones por maltrato.
Según la madre, el jueves 13 de abril su hija se fugó junto con otras tres pequeñas de las instalaciones de la casa hogar para menores; al saltar de la ventana ella se lastimó la columna y las otras pequeñas la cargaron hasta el Polideportivo, donde la abandonaron.
Como pudo, se comunicó con la madre, quien fue a rescatarla; como no quiso ir al hospital, diciendo que ya se sentía bien, la llevó de regreso a la Casa Cuna – Casa Hogar y de ahí fue trasladada al hospital Salvatierra. Era sábado y a la madre simplemente le negaron visitar o llamar a su hija, hasta que se enteró por un tercero que estaba internada.
Marcela interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y sólo así le permitieron ver a su hija hasta el lunes 17 de abril, pero dijo que su pequeña ha sido víctima de amenazas.
“Me platicó la niña que el licenciado Juan Gaynor le dijo que no iba a salir, que no se la iban a entregar a los familiares todavía, que probablemente hasta los 18 años. Es el Ministerio Público quien lleva los procesos de las niñas para salir”, denunció Marcela al Agente del Ministerio Público que atiende los casos de las menores de Casa Cuna.
Algo similar ocurrió con Laura, madre de Mariana, una menor de 16 años del sitio. A mediados de junio evidenció que su hija estaba siendo abusada dentro del refugio para menores de edad, y es que desde el 27 de mayo la menor se había escapado y en ese momento dejó una carta describiendo el abuso por el que estaba pasando.
Mariana se refugió con su hermana, pero después de la primera semana de junio decidió entregarse y pidió regresar con su familia, para seguir con el trámite por abuso.
El más reciente caso de fuga ocurrió el pasado 7 de septiembre, cuando cuatro menores se fugaron del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTIS) 62; dos de ellas eran miembros activos de la Casa Cuna: Yosselin y Eréndira, ambas de 16 años, que habían dejado las instalaciones para buscar reunirse con sus familiares, pero luego localizadas.
INGRESOS A CASA CUNA – CASA HOGAR
Aunque no precisaron información, la administración sí dio un informe general del refugio para menores de edad en el municipio de La Paz, en el que señalan que existen ingresos por casos de abuso sexual y adicciones.
Para su ingreso “se llevan a cabo protocolos, se hace una revisión médica, cuestiones de exámenes toxicológicos; se han detectado situaciones de consumo en adolescentes”, dijo Luis Alberto Ceseña Romero, Director del DIF en la capital.
En un informe entregado a ZETA, en los registros de los últimos tres años, se tiene información que han ingresado en 2020 86 menores de edad: de 0 a 7 años, 34 menores; de 8 a 13 años, son 35; y de 14 a 17 años se han recibido 14 pequeños.
Para el 2021 la cuenta es: de 0 a 7 años, 19 pequeños; de 8 a 13 años son 22; y de 14 a 17 años la suma alcanza los 16. Para el año 2022 la suma es similar: por ejemplo, de 0 a 7 años recibieron 23 niños y niñas; de 8 a 13 años son 25; y de 14 a 17 años alcanzó un máximo de 19 menores de edad.
Las menores que más se dificulta atender son entre 14 y 17 años. De hecho, confirmaron que en esas edades en donde han tenido problemas de adicciones que están siendo tratadas de manera institucional.