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martes, octubre 1, 2024
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Las tías de Pepito y demás

Pepito presume a sus amigos:

– Yo tengo cinco tías.

“¿Y qué tiene eso de extraordinario o chistoso?”.

– De extraordinario, nada, pero sí que son chistosas.

“¿Y por qué son chistosas?”.

– Por sus nombres, casi todas se llaman igual.

“¿Cómo se llaman?”.

– Pata, Peta, Pita, Pota y… una que no amanece en la casa.

* * *

Pepito juega en la tierra, en eso llega su mamá:

“¡Pepito! ¡No juegues en la tierra!”.

Y pepito se fue a jugar a la Luna.

* * *

En clase:

– Pepito, conjuga en voz alta el verbo nadar.

“Yo nado, tú nadas, él nada, nosotros…”.

– Pepito, ¡más bajo!

“Yo buceo, tú buceas, él bucea…”.

* * *

– Pepito, ve a la tienda y me traes pegamento.

“¡NO!”.

– ¡Entonces te pego!

“¿Cómo me vas a pegar, mamá, si no tienes pegamento?”.

Autor: Jaimito.

Tontos

– Cariño, creo que estás obsesionado con el futbol, y me haces falta.

“¡¿Qué falta?! ¡¿Qué falta?! ¡Si no te he tocado!”.

* * *

– Hola, soy paraguayo y quiero pedir la mano de su hija para casarme con ella.

“¿Para qué?”.

– Paraguayo.

* * *

Dos zonzos en un tren:

– ¿Ves qué rápido pasan los postes?

“Sí, en el viaje de vuelta volvemos en poste”.

Autor: Uno que se cree muy listo.

El jefe

Un jefe a su secretaria:

– ¿No oyes el teléfono? ¿Por qué no contestas?

“¿Para qué, si todas las llamadas son para usted?”.

Autor: Una secre.

Dios y el hombre

Hombre: ¿Dios?

Dios: ¿Sí?

Hombre: ¿Puedo preguntarte algo?

Dios: ¡Por supuesto!

Hombre: ¿Qué es para ti un millón de años?

Dios: Un segundo.

Hombre: ¿Y un millón de euros?

Dios: Un céntimo.

Hombre: Dios, ¿podrías darme un céntimo?

Dios: Espera un segundo.

Autor: Un creyente.

El tatuaje del marino

Orgulloso, un marinero presume a un amigo:

– Este tatuaje me lo hice hace 20 años en el puerto de La Habana.

“¡Cómo, ¿y si te tallas con jabón, no se va?!”.

– Pues ahora que lo dices, no sé, nunca lo he intentado.

Autor: Un tatuador.

Urgencias

– ¡Doctor, doctor! Un amigo se tragó el sacacorchos cuando estábamos a punto de cenar.

“¿Y qué hicieron?”.

– Abrimos la botella con un tenedor.

Autor: Otro doctor.

Negocio fallido

– Qué te pasa, hombre, te veo muy preocupado.

“Nada, mi negocio no funciona”.

– ¿Pusiste letreros?

“Los más caros”.

– ¿Pusiste ofertas?

“Imposibles de igualar”.

– ¿Publicidad?

“También”.

– Entonces, ¿qué puede fallar? Vamos a ver, déjame echar un vistazo. Letreros, ofertas… ¡Si serás idiota! No es con C, ¡sastrería se escribe con S!

Autor: Un maestro de español.

Dos locos

En un manicomio, un loco dice a otro:

– ¡Tenemos que escaparnos!

“Okey, pero ¿cómo?”.

– Mira, si la valla es muy alta, escarbaremos por debajo, y si es muy baja saltaremos por encima.

Uno de ellos se dirige a mirar la valla y, al volver, dice al otro:

“No nos podemos escapar, ¡no hay valla!”.

Autor: Un recluso.

Qué se puede decir…

– Tu amiga no ha hablado en toda la noche.

“Es que es muda”.

– ¿Sí? ¿Y todos los mudos son así de tímidos?

Autor: Un psicólogo.

Para eso son los amigos

– Te veo preocupado. ¿Pasa algo?

“Sí, tengo que contarte algo muy importante”.

– Pues dímelo, somos amigos.

“No, aquí no; es un secreto y podrían oírnos”.

Una vez fuera del bar, el tipo confiesa:

“Es que tengo deudas de juego, y debo 60 mil pesos”.

El amigo responde:

“No te preocupes, no se lo contaré a nadie”.

Autor: Un deudor.

Casualidad

Dos amigos van por la calle y uno exclama:

– ¡Vaya! ¡Mi mujer y mi amante van juntas y vienen hacia nosotros!

“¡Qué casualidad! Yo iba a decir justo lo mismo”.

Autor: Otro amigo.

Trillizos

Dos amigas se encuentran; una de ellas pregunta:

– Oye, ¿tuviste trillizos?

“No, sólo tuve uno, pero es muy inquieto”.

Autor: Un gemelo.

El reloj

Un gallego muestra a un amigo el reloj que le regalaron:

– ¡Mira esto! Mira qué reloj me mandó mi primo: da la hora, los minutos, los segundos, la fecha. Tiene alarma, cronómetro, tiene linterna y radio.

“¡Excelente, Manolo, cuántas cosas!”.

– Sí, y mi primo me dijo que me podía bañar con él, ¡pero no encuentro el botón para que eche agua!

Autor: Otro gallego.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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