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jueves, febrero 15, 2024
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¿Quién los OCUPA?

Con una falsa bandera de “ciudadanía”, el colectivo OCUPA, de corte empresarial, convirtió una lucha genuina -como lo es la búsqueda de personas desaparecidas- en un vulgar mitin político

Hay que ser demasiado ingenuos para creer que el sector empresarial de Mexicali tiene intereses genuinos en las causas sociales. El sábado 2 de septiembre, el colectivo OCUPA -de corte empresarial- armó un mitin político con el pretexto de respaldar a familiares de personas desaparecidas.


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Es evidente que como sociedad, todos debemos sumarnos a la lucha y exigencia de respuestas, a la verdad histórica y a la justicia, en relación a los casos de personas desaparecidas en Baja California. Los colectivos lo entienden; autoridades también, al saber que no pueden cuestionar una lucha genuina. Pero el ramo de los empresaurios sigue sin entender que no entiende.

El pasado fin de semana, el monumento a Benito Juárez de Mexicali, albergó dos eventos en los que prácticamente repitieron organizadores: la protesta por los desaparecidos y el respaldo a la virtual candidata a la Presidencia de la República por la coalición PAN, PRI, PRD, ahora agrupados en el Frente Amplio, Xóchitl Gálvez.

Usaron prácticamente los mismos mecanismos, plantearon escenarios similares: y en ambas, su único interés era representar una oposición gubernamental.


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Integrantes de algunos colectivos como Madres Unidas y Fuertes; Unidos por nuestros Desaparecidos; y Buscando a Paola y desaparecidos, aprovecharon un escenario para brindar su mensaje de repudio ante la ola de violencia y las consecuencias que ha dejado el involucramiento de los grupos delictivos.

Su lucha, su protesta, es genuina; pero todo lo que envolvió el reclamo, estuvo a punto de opacar el mensaje original.

Gorras rojas con camisetas blancas, con el logo del colectivo OCUPA (en vez de imágenes de personas desaparecidas); un escenario perfectamente armado con pantallas, cerco perimetral para dividir a los asistentes de los oradores; y hasta un maestro de ceremonias que es conductor de radio, el cual leyó un libreto en el que tibiamente criticó al gobierno, (pero que fácilmente pudo dirigir un evento al día siguiente, donde reconociera los logros del Poder Ejecutivo), son las pinceladas que dejó un mitin político en el que además hubo acarreo al más puro estilo del viejo PRI.

No conforme con ello, los colectivos fueron relegados prácticamente a segundo término, pues no sólo limitaron la cantidad de voces a sólo cuatro participaciones, sino que colocaron en la primera línea a diputados como Alejandrina Corral Quintero, a Gina Cruz Blackledge; a representantes empresariales como Francisco Fiorentini Cañedo, Gustavo de Hoyos Walther; y empresarios como Víctor Hermosillo y Celada, quienes jamás tuvieron interés en este tema, pero que aprovechando una crisis gubernamental, no han tenido problema en financiar las causas.

No malentiendan, los colectivos no deben rechazar los apoyos o rascarse con sus propias uñas. El objetivo final es encontrar a sus familiares ausentes, y cualquier beneficio que puedan recibir para cumplir con su objetivo es respetable.

El problema es que un grupo de empresarios y políticos de oposición, tomen una causa genuina, le pongan sus colores y traten de dirigir una agenda política para desestabilizar a un gobierno contrario a sus intereses.

¿Qué pasará sí en las próximas elecciones resultan airosos sus candidatos? ¿Seguirán apoyando o pedirán calma?

Lo que vimos el pasado fin de semana es el ejemplo del empresariado político rancio que se tiene en Mexicali: que no tiene interés en mejorar a la ciudadanía, sino de impulsarse por medio de las causas, de ser protagonista de temas que le son ajenos, sólo porque les convienen.

Su falso discurso “ciudadano”  se refiere únicamente a su sector y siguen creyendo que mediante el manejo del dinero se vuelven propietarios de todo, de las causas, de las personas que movilizaron y de la agenda política.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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