Promueven la risa los actores Humberto Zurita, Stephanie Salas, Víctor González y Rodrigo Vidal a través de la puesta en escena “Papito querido”, una invitación al desapego virtual frente al ocio intervenido por el streaming con la cual arribarán a Baja California
Encontrando en la comedia la chispa para reunir a distintos públicos, el histrión mexicano Víctor González extiende su rol como intérprete en la comedia de Rodolfo Rodríguez “Papito querido”, teniendo como director al primer actor Humberto Zurita junto a Stephanie Salas, Luis Gatica y Rodrigo Vidal, a presentarse el 21 de septiembre en el Centro Cultural Tijuana (CECUT).
“Llegamos a Baja California con esta producción y una química positiva entre sus participantes, logrando una gran familia que se ve tanto afuera como arriba del escenario en un montaje que ha ido cambiando desde hace 25 años, pero con la misma historia con la que reabrimos teatros cerrados por la pandemia, mucha gente salió por primera vez. Ahora, después de un año de seguir sobre las tablas retomamos esta segunda etapa, nos apasiona una obra muy bien escrita, sobre todo compartir la energía entre compañeros”, subrayó a ZETA González, quien junto al resto del elenco efectuará presentaciones en el Teatro del Estado de Mexicali (22 de septiembre) y Teatro de la Ciudad de Ensenada (23 de septiembre).
Bajo la premisa de ser sorpresiva y reflexiva, la puesta en escena hace hincapié en el amor que un padre puede sentir por su hija, pues un hombre divorciado se viste de mujer para hacerse pasar por su esposa, y así conocer a los conservadores padres del novio de su hija.
“Se convierte en una obra llena de enredos increíbles, pero sin tanto adorno, logra captar la atención de la audiencia sin hacer tantos cambios. Algo que nos pide el director es no sobrellevar más allá la interacción, porque luego se pierde el concepto de una obra bien escrita, redonda y con humor definido”, precisó el intérprete de la nueva versión de “Los ricos también lloran”, quien reflexiona sobre la falta de atención de los públicos en los montajes en vivo.
“Existe este fenómeno donde nuestros dispositivos nos han apartado del entorno, sosteniendo todo el tiempo sus celulares. Los años cambian y las formas de entretenimiento también, mantener expectante a la gente por más de una hora se vuelve cada vez más difícil, es un reto hoy en día. Los pierdes fácilmente debido a la cantidad de contenidos que hay en plataformas, cine, redes sociales”, señaló Víctor.
“Tratamos de amarrar la obra como es, porque el público vive muy de prisa. Cada vez pasamos más tiempo pegados a las redes sociales y no disfrutamos lo que tenemos de frente, ya sea en un concierto, película, alguna charla, obra. Como gente que lleva el entretenimiento, debemos asegurarnos que el público nos corresponda, porque la atención se fuga, casi no la tenemos en la vida, pero nos toca vivir con eso, con la inmediatez y las prisas”, reiteró el histrión.
Por otra parte, la tecnología está ganando terreno sobre las artes, encaminados hacia un metaverso alejado de cualquier interacción humana, “ya ni siquiera vamos a necesitar vernos frente a frente, pero nos toca hacer lo nuestro, otorgar alternativas que ayuden a fomentar las relaciones afectivas, convivir, situaciones para pasar en familia; es una experiencia positiva tener al público en vivo, ese acto es irremplazable, pero poco a poco vemos cómo se va extinguiendo, de algún modo la pandemia vino a acelerar el tema con los llamados conciertos en línea, obras en streaming y la realidad virtual”, reflexionó Víctor González, para concluir:
“Hay que estar en condiciones, no podemos darnos el lujo de estar casados con un solo producto o formato. Llevo muchos años en esto y cada vez me sorprende más la carrera, las temáticas que surgen, conversaciones, escenarios; el actor tiene que dejar de ser un simple intérprete y convertirse en un artista completo, arriesgar por incursionar en géneros y escribir sobre sus preocupaciones y realidad”.