Continuando el legado viviente de su padre -el escritor y guionista mexicano Guillermo Arriaga-rescatan Mariana y Santiago Arriaga “A cielo abierto”, trama gestada en los 90 y que codirigen como su ópera prima; debutará internacionalmente como parte de la Selección Oficial de la octogésima edición del Festival Internacional de Cine de Venecia
La historia de dos hermanos adolescentes que junto a su hermanastra emprenden un road trip a la frontera (México y Estados Unidos) en búsqueda del responsable del accidente que causó la muerte de su padre, es la trama central del filme “A cielo abierto”, codirigido por los hermanos Arriaga, Mariana y Santiago, de 32 y 30 años, dos comunicólogos con especialidad en cine que crecieron atestiguando las historias y éxitos de su progenitor (Guillermo Arriega), responsable de los libretos de “Amores perros”, “21 gramos” y “Babel” (nominada al Oscar a Mejor Guion).
De la tinta de carrete, teclas de la máquina de escribir e imaginería del creador de “Los tres entierros de Melquíades Estrada” (Mejor Guion en el Festival de Cannes), “A cielo abierto” se rodó entre Saltillo y Piedras Negras, Coahuila con actuaciones naturales de Federica García, Máximo Hollander y Theo Goldin; además de Julio Cedillo, Sergio Mayer Mori, Cecilia Suárez, Manolo Cardona y Julio Bracho.

Bajo la producción de K&S Films México, el drama de 117 minutos busca responder si se debe vengar la muerte de un ser querido cuando es producto de un accidente, y narra los vaivanes de descubrir la muerte, sexo, intimidad, amor y complicidad, temas que tres jóvenes confrontan en un viaje por carretera lleno de paisajes salvajes y violencia. Ejes que retrataron los hermanos Arriaga, quienes hablaron con ZETA sobre su primer largometraje, en el que exploran las profundas consecuencias derivadas del dolor y la pérdida, y que debutará en la Competencia Orizzonti, parte de la Selección Oficial de la octogésima edición Festival Internacional de Cine de Venecia, a efectuarse del 30 de agosto al 9 de septiembre.
“`A cielo Abierto’ surgió en el núcleo familiar, de un Guillermo Arriaga de 35 años, casi contemporáneo, con un espíritu joven, lleno de cuestionamientos y obsesiones. Una cinta que se volvió una aventura, de un rodaje muscular, con climas extremos de 35 grados Centígrados y bajo cero grados Centígrados en desiertos, pueblos de Coahuila y la frontera con Estados Unidos, y tres protagonistas naturales”, relató Santiago.
“Desde niños mi papá nos platica sus ideas y lo que va escribiendo, y también somos una familia que ha viajado mucho por las carreteras, atravesando los agrestes paisajes del Norte de México. Tiene un amor por Coahuila, la cacería, y en esos viajes nos contó la historia. Nos encariñamos con ese mundo, escenarios, los personajes y la odisea que les esperaba, y cuando Santiago se graduó de la universidad, hicimos el primer cortometraje codirigido, luego, reordenando los archivos de nuestro padre se encontró el guion y me planteó la idea de hacer juntos nuestra primer película; finalmente en octubre 2022 la rodamos”, señaló Mariana sobre la cinta que los obligó a reflexionar en las decisiones cuando se enfrenta el dolor y cómo éstas conforman el camino a la redención.

Respecto a la reacción de su padre al plantearle la idea de rodar su guion, “creo que también fue una idea que fue creciendo en los tres, no es como que la impusimos, ni que él la impuso hacia nosotros; es una historia que nuestro padre siempre quiso dirigir, creo fue un acto de amor. ‘A Cielo Abierto’ es una película de dos hermanos en búsqueda de sanar el dolor de la muerte del padre, que también es parte de los miedos que tengo, y el de Mariana supongo que también, el miedo a perder a nuestros padres”, indicó Santiago.
— Debe entenderse como una película muy personal, sobre todo también por la familiaridad con los escenarios…
“Este relato resonó mucho en nosotros, aunque no es autobiográfico, sobre todo por los paisajes de Coahuila que son imágenes que venimos viendo por muchos años, es un lugar que vamos en familia casi cada año. Los lugares en que filmamos eran como en casa, la gente muy cercana, muchos amigos ayudaron, otros hasta aparecen a cuadro”.
— ¿Facilitó o implicó un reto conocer tanto las posibles locaciones?
“Ayudó un montón, de entrada, llegamos y filmamos en el Rancho Santa Cruz, de un muy buen amigo de mi padre que falleció hace dos años, pero nosotros somos muy cercanos a sus hijos, son como nuestros primos. A su vez, hicimos un recorrido preliminar por todo el Norte de Coahuila, que tiene una personalidad por sí sola, está en calma y constante supervivencia, como los personajes”.
— ¿Qué asimilan de esta experiencia de trabajar con su padre y de estrenar en Venecia, qué pasa por su mente?
“Sin duda, estamos muy contentos con el trabajo que hicimos, con los procesos y aprendizaje, ahora la película buscará su público, nosotros ya la hicimos, ya le pertenece al mundo. No diría que somos otros, pero sí somos. Por otro lado, creo que esto fortaleció la dinámica familiar, cada proyecto que hacemos, nos vamos volviendo más cercanos, que de por sí ya lo somos y ha sido un proceso fascinante tener muchas conversaciones alrededor de esto, o hablar diario, hablar a cualquier horario y discutir. En el rodaje, tener a mi papá y a mi mamá todo el tiempo la volvió más familiar”, explicó Mariana.
La parte musical lleva un leitmotiv que va marcando las emociones de los personajes en un contexto de los 90 en el Norte de México, coloreado por música norteña.
Cabe señalar que la dupla Arriaga, nominada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas al Premio Ariel por los cortometrajes “B-167-980-098” y “Libre de culpa”, representará a México en el certamen italiano junto a “Memory”, del cineasta mexicano Michel Franco y protagonizado por Jessica Chastain y Peter Sarsgaard, que competirá por el León de Oro, máxima presea de La Mostra, donde ya fue reconocido a Mejor Director y con el Gran Premio del Jurado por “Nuevo orden” (2020); disputando a su vez la honra contra los filmes “The Killer”, de David Fincher; “Ferrari”, de Michael Mann; “Maestro”, de Bradley Cooper; “Priscilla”, de Sofía Coppola; “Pobres criaturas”, de Yorgos Lanthimos; “El Conde”, de Pablo Larraín; y “Evil Does Not Exist”, de Ryusuke Hamaguchi.

Fuera de la competencia se exhibirá “Pet Shop Boys” de Olmo Schnabel, hijo del pintor y cineasta Julian Schnabel, quien hará su debut como director con el protagónico de Darío Yazbek Bernal, al lado de Jack Irv, Willem Dafoe, Peter Sarsgaard y Maribel Verdú. No hay que olvidar que el compatriota José Pablo Escamilla competirá en Biennale College Cinema con “Lumbrensueño”, mientras “Profundo carmesí”, de Arturo Ripstein, se proyectará en la selección Venice Classics.