Los fundadores del desarrollo turístico Sassi del Valle, que se ubicará dentro del Rancho Olivares en el Valle de Guadalupe en Ensenada, esperan abrir sus puertas al público en el periodo primavera-verano 2024.
En una superficie de 600 hectáreas, donde predominan los árboles de olivo, algunos con más de 80 años de vida, se llevará a cabo la obra en el corazón de la Ruta del Vino.
A las ocho de la mañana del martes 8 de agosto, tuvo lugar un evento oficial y católico en Rancho Olivares para colocar las primeras piedras que dieron inicio a la magna construcción inspirada en la comunidad de Matera, Italia, con una inversión de mil 500 millones de pesos.
Los fundadores son los propietarios y operadores del desarrollo: Carlos Lagos, Salomón Lagos, María Isabel Lagos Piñeiro, Beatriz Piñeiro y Adolfo Blancas, así como su hermano Germán, entre otros.
Los espacios comerciales estarán disponibles para todos, aseguró Adolfo Blanca Núñez, presidente de Reinos de México, fundador de Val’Quirico en Tlaxcala y ahora cofundador de Sassi del Valle.
El empresario informó que las personas con una tiendita, una boutique, helados, un restaurante, sean profesionistas y presten servicios, están invitados a vivir dentro de Sassi.
“Los pueblos no se inauguran, se fundan. Y a los pueblos fundados se les van inaugurando negocios conforme la gente va socializando el proyecto y va participando. En Sassi del Valle no jugamos sólo un grupo de empresarios, está abierto al emprendimiento especialmente a la gente del Valle de Guadalupe, a los emprendedores de Ensenada y en general a los de Baja California”, indicó.
El consorcio Universo Abanza, con más de 25 años de experiencia, será el responsable del diseño, construcción y mantenimiento arquitectónico de este proyecto. A la usanza medieval, pero con la modernidad que les brinda la tecnología.
Alfonso Blanca, socio fundador del desarrollo, explicó que Sassi del Valle significa piedras del Valle y ofreció unas palabras mientras realizaban la revelación de una placa.
Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo en México, indicó que para aprobar un proyecto con estas características es necesario cumplir con tres requisitos: que sea autosustentable, responsable con el medio ambiente y que conserve la vocación o arquitectura de la zona.
Por su parte, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, recordó que este proyecto es como una réplica de Val’Quirico en Tlaxcala, a donde viajaron hace algunos meses para conocer la operación, mientras que el alcalde de Ensenada, Armando Ayala Robles, aseguró que el proyecto cumple con el plan sectorial dentro de mil hectáreas agrícolas para cuidar la vocación del Valle de Guadalupe.
Salomón Lagos, representante de Rancho Olivares y cuarta generación de familia ganadera con actividad agrícola en distintas partes de Baja California, dijo que están conscientes de la responsabilidad que implica la construcción de Sassi.
Habló de la vocación de la tierra en Valle de Guadalupe, que tiene condiciones necesarias para la producción de vid y el olivo, los cuales son acordes y característicos de las condiciones climatológicas y el entorno que rodea.
En BC hay 13 misiones, y por circunstancias del destino, Sassi se encuentra asentada en una de ellas.
“En Baja California somos privilegiados al contar con un ecosistema que no hay en ninguna otra parte de nuestro país, y que a nivel mundial sólo está acotado y distribuido en cinco partes del mundo, por lo que las implicaciones de las decisiones que tomamos sobre el destino de nuestros suelos y el territorio, tienen un impacto no sólo a nivel regional”, comentó Lagos.
“A nuestros socios de Sassi del Valle, con quienes nos unen principios y valores, no queda la menor duda que son aliados para el desarrollo enoturístico de la región, a partir de un proyecto que suma y revaloriza la tierra para darle un sentido que armoniza lo agrícola y enoturístico. Necesitamos la suma de esfuerzos de todos los aquí presentes, para que juntos, gobierno, sector privado y sociedad civil, podamos conservar y desarrollar bajo el principio de sustentabilidad, la fortaleza enoturística de nuestra región”, reafirmó el empresario.
AGUA, RECURSO IMPRESCINDIBLE
El plan de los inversores en Sassi del Valle es tratar el agua que se use dentro del complejo, aseveró el cofundador Adolfo Blanca.
“Hay agua en Rancho Olivares, pero siempre la estaremos tratando para que sea apta para el riego de la zona agrícola”, sostuvo.
Las villas que construirán son de uso mixto, indicó por su parte Salomón Lagos:
“La forma más bonita de explicar es que arriba de una pizzería vivirá una abuelita, y arriba -de la abuelita- estará un nutriólogo, es decir, estaremos revueltos en una villa que estará concentrada y servirá como ombligo del Valle de Guadalupe, así como centro de las comunidades aledañas”.
Del total de 600 hectáreas, iniciarán con 100 hectáreas de siembra de viñedos, así como la explotación de los árboles de olivo.
